• Un rompecabezas arqueológico revela una antigua inscripción que data entre el 50 a.C. y el 275 d.C., demostrando cómo su uso cambió a lo largo del tiempo

 

Redacción / CAMBIO 22

Nada encajaba por ningún lugar. En cada sepultura que los arqueólogos excavaban en el campo de tumbas de Svingerud (Noruega), encontraban fragmentos de piedras rúnicas. Cada pieza, sin embargo, parecía incompleta. A todas les faltaba algo. Así que los investigadores probaron a juntarlas todas, como si estuvieran resolviendo un puzzle.

Al unir el rompecabezas, lo que se reveló fue una sola piedra con múltiples e intrigantes inscripciones grabada entre el año 50 antes de Cristo y el 275 después de Cristo, que parece haber sido divida de forma intencionada y colocada en entierros posteriores, mostrando que el uso de estos artefactos cambió con el tiempo.

La piedra rúnica más antigua del planeta

Los especialistas de la Universidad de Oslo que han estudiado la estela señalan, en un artículo publicado en la revista Antiquity, que esta es, además, la piedra rúnica conocida más antigua del planeta.

Las runas eran las letras que se utilizaban en las lenguas germánicas antes de la adopción del alfabeto latino, la más antigua de las cuales se utilizó hasta el año 700 después de Cristo. Sin embargo, no está claro cómo se originó y se utilizó este tipo de escritura.

“El desarrollo de la escritura rúnica y la práctica de inscribir runas en piedra son difíciles de rastrear”, dice en un comunicado la doctora Kristel Zilmer, profesora de la Universidad de Oslo y miembro del equipo de investigación que ha realizado este descubrimiento.

Encontrar varios fragmentos de arenisca inscritos en el campo de tumbas de Svingerud arroja luz, apuntan los arqueólogos, sobre el uso temprano de este tipo de escritura en piedra y presenta múltiples secuencias intrigantes de runas junto con otras marcas desconcertantes.

Los trozos de piedra se encontraron en tumbas separadas. A través de meticulosas investigaciones a lo largo de tres temporadas de campo y el análisis de los fragmentos en el laboratorio, el equipo de expertos descubrió que encajaban como un rompecabezas que incluía varias inscripciones.

Algunos fragmentos fueron tallados con varias secuencias rúnicas, algunas con marcas ambiguas. Incluso es posible que hayan sido grabados en diferentes momentos por varias personas, dicen los especialistas. Esto sugiere que la gran piedra original fue fragmentada intencionalmente.

Luego fue esparcida e incorporada a entierros de épocas posteriores. Quizás la piedra estaba destinada inicialmente a marcar una única tumba, pero fue separada para conmemorar entierros posteriores. “Las piedras rúnicas probablemente tenían intenciones ceremoniales y prácticas”, afirma Zilmer.

“El campo de la tumba y la piedra original en relieve sugieren una intención conmemorativa y dedicatoria, mientras que el uso posterior en entierros separados arroja luz sobre expresiones pragmáticas y simbólicas posteriores”, añade la profesora de la Universidad de Oslo.

Como Svingerud es un campo de tumbas, los restos humanos incinerados y el carbón del sitio pueden fecharse por radiocarbono de forma fiable. “Este es un ejemplo raro de hallazgo en contextos arqueológicos bien conservados y datables”, afirma el doctor Steinar Solheim, autor principal del estudio.

“Además de su gran importancia, también sirve como recordatorio para investigar a fondo los fragmentos de piedra encontrados en contextos de tumbas para buscar posibles inscripciones. Veremos más investigaciones sobre este sitio y los fragmentos de piedra rúnica en los próximos años”, concluye.

 

 

Fuente: La Vanguardia

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