• La DEA señala a tres cabezas en el Cártel de Sinaloa, a El Mencho como líder único del CJNG y a los Caro Quintero al frente del Cártel de Caborca

 

  • La agencia antidroga hace un repaso sobre el modus operandi de esas organizaciones criminales en lo que se refiere a su cúpula

 

  • Adelanta que el mal estado de salud de El Mayo Zambada podría otorgar más poder a Los Chapitos

 

Renán Castro Madera/CAMBIO 22

La Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés), analiza en un amplio informe el escenario actual del tráfico de drogas que afecta a Estados Unidos, con México como elemento clave, y amplía el foco hacia lo que sucede en otras partes del mundo. Señala que los dos grandes cárteles de la droga que siguen dominando los negocios ilícitos mantienen sus elevadas cuotas de poder, si bien marca algunos cambios que podrían ser relevantes en el futuro, además incluyen en este nuevo informe la presencia del Cártel de Caborca de la familia Caro Quintero que en el actual sexenio se ha convertido en una poderosa organización que pelea a la par con los Sinaloa y el CJNG.

Si el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) mantendría a Nemesio Oseguera, alias El Mencho, como líder único, el Cártel de Sinaloa tendría a tres cabezas visibles.

En el Cártel de Sinaloa, las diferencias entre las facciones que la componen se hacen más amplias, tras la desaparición del Mayo Zambada, a quien Califican fuera de Sinaloa y el crecimiento exponencial de Los Chapitos, quienes poco a poco se hacen del control total de esa organización.

La primera y probablemente más poderosas sería la conocida como Los Chapitos, compuesta por los cuatro hijos de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán-Loera, exlíder de Sinaloa que actualmente cumple cadena perpetua en una prisión de Estados Unidos. Ovidio Guzmán López, uno de ellos, fue arrestado por autoridades mexicanas en Culiacán, Sinaloa, en enero de 2023.

En reacción, Los Chapitos y sus leales iniciaron un violento ataque contra miembros del ejército y las fuerzas del orden mexicanos utilizando armamento de grado militar, provocando incendios y bloqueando calles y carreteras. Ovidio Guzmán López fue extraditado a Estados Unidos en septiembre de 2023.

Los Chapitos están, según la DEA, en el centro de una batalla interna por el control del cártel contra el exsocio de de su padre, Ismael Zambada García, alias El Mayo, quien ha estado involucrado en el tráfico de drogas desde México desde la década de 1970 y ha codirigido el Cartel de Sinaloa durante más de 30 años. Además, la DEA informa que Ismael Zambada García se encuentra en mal estado de salud física, por lo que el liderazgo de su facción en cuestión.

Aunado a ello se le ubica en otra entidad del país alejada totalmente de los intereses naturales de ese poderoso cártel.

El Cártel de Caborca y su Enfrentamiento Directo con el Cártel de Sinaloa

Un caso especial merece Rafael Caro-Quintero fue uno de los fundadores del Cártel de Guadalajara original, precursor de Sinaloa, y uno de los líderes responsable de ordenar el secuestro, tortura y asesinato del agente especial de la DEA Enrique Camarena en 1985.

A su separación de Sinaloa funda junto con sus familiares cercanos el Cártel de Caborca, la organización criminal que ha crecido más durante este sexenio.
Caro Quintero, Fue sentenciado en México a 40 años de prisión, pero fue liberado bajo al amparo de la oscuridad, por motivos procesales, en agosto de 2013 después de cumplir sólo 28 años de su condena.

Ese mismo mes, el Gobierno de México emitió una orden para su nuevo arresto. Rafael Caro Quintero fue finalmente recapturado en julio de 2022; Desde entonces, Los Chapitos y El Mayo Zambada han estado luchando contra su organización (conocida como el Cártel de Caborca) para el control de la región del desierto de Sonora y Quintana Roo, por la ruta de tráfico a través del estado mexicano de Sonora hasta la frontera con Arizona y en el caso de la entidad peninsular por el control de las pistas aéreas que operan en la Frontera estatal con Campeche.

La tercera cabeza visible sería Aureliano El Guano Guzman-Loera, hermano de El Chapo, cuya cuota de poder se mantendría tras la entrada en prisión de Joaquín, la reciente extradición de Ovidio y los ya citados problemas de salud de El Mayo.

            “El Guano”                                                 El “Chapo” Guzmán

El Cártel Jalisco Nueva Generación y sus operaciones que se Extienden más cada día

El Cártel de Jalisco, por su parte, opera bajo un modelo de negocio de franquicia.

El cártel está supervisado por El Mencho Oseguera Cervantes, y un pequeño grupo de comandantes de alto nivel que reportan directamente a El Mencho. Un segundo nivel de jefes regionales, llamados ‘de plaza’, opera bajo los líderes del nivel superior.

El modelo de franquicia permite a cada grupo semiindependiente personalizar sus operaciones de acuerdo con áreas específicas de especialización (por ejemplo, dirigir laboratorios clandestinos de metanfetamina) o mercados concretos, siempre que cumplan con los requisitos de nombre, marca y estructura organizacional, y seguir la dirección general dictada por los líderes del Cártel de Jalisco.

El Cártel de Jalisco también maximiza sus ingresos a través de este modelo, porque el liderazgo no paga los costos operativos de sus franquicias pero sí recauda un porcentaje de las ganancias totales. Sin embargo, la debilidad del modelo de franquicia es que los grupos de franquicia individuales que operan bajo el nombre del Cártel de Jalisco puede formar sus propias alianzas únicas con otros grupos criminales, algunos de los cuales están en directa oposición a las alianzas de otras franquicias, lo que genera duros enfrentamientos.

El Cártel de Sinaloa es una de las organizaciones criminales más antiguas de México y una de las más violentas y prolíficos cárteles de politráfico de drogas en el mundo. Dirigen el contrabando de fentanilo y otras drogas ilícitas a los Estados Unidos todos los días, desde paquetes más pequeños transportados por humanos, llamados “mulas”, hasta miles de kilos mezclados con bienes comerciales legítimos transportados en camiones-remolque.

Dicha organización ejerce su poder a través del miedo, las amenazas y la violencia, matando a policías locales, periodistas, miembros de otros grupos criminales que invaden su territorio sin autorización, víctimas civiles “en el lugar equivocado en el momento equivocado”, e incluso matar a sus propios miembros por percepción de deslealtad, desobediencia o para enviar un mensaje. El cártel comete delitos para promover y proteger sus intereses relacionados con las drogas, como soborno, extorsión y armas.

Los Productos Químicos y el Involucramiento de Organizaciones Criminales Chinas

El Cártel de Sinaloa ha construido una asociación mutuamente rentable con un distribuidor de productos químicos con sede en China que aporta los proveedores para obtener los ingredientes que necesitan para fabricar drogas sintéticas, y con dinero chino de organizaciones de lavado de dinero para devolver las ganancias ‘limpias’ de las drogas al cártel en México.

El Cártel Jalisco Nueva Generación es uno de los más poderosos y despiadados y otro factor clave de las intoxicaciones mortales por drogas en los Estados Unidos. Desde su formación alrededor de 2011 a partir de los restos del cártel afiliado al de Sinaloa llamado Cártel del Milenio, el CJNG se ha vuelto totalmente independiente y ahora opera mucho más allá de las fronteras de México, con presencia en decenas de países alrededor del mundo y los 50 estados de Estados Unidos.

El Cártel de Jalisco utiliza sus vastos recursos financieros, la violencia, el soborno de funcionarios corruptos y la estructura de mando basada en franquicias para mantener y expandir su dominio en el mercado de drogas ilícitas en México.

Los miembros clave del Cártel de Jalisco están vinculados por lazos de sangre o matrimonio con los González Valencia, conocido como Los Cuinis, muchos de cuyos miembros y empresas han sido sancionados económicamente por Estados Unidos. Al igual que el Cártel de Sinaloa, el Cártel de Jalisco obtiene miles de millones de dólares en ganancias de la fabricación de metanfetamina y fentanilo ilícitos, y es uno de los principales proveedores de cocaína al mercado estadounidense.

Cártel de Caborca y su Presencia en el Norte del País y Península de Yucatán

La participación de la familia Caro Quintero, en el mundo del narco ocurre a raíz del dominio de esta familia en el Estado de Sonora y el estado de Quintana Roo, aunque también a través de alianzas con otras organizaciones criminales se ha detectado su operatividad en los estados de Yucatán, Campeche, Veracruz, Chiapas, Oaxaca y Guerrero.

Ahí están recepcionando tanto via aérea como marítimo cargamentos de droga sudamericana.

La influencia del Narco de narcos también fue identificada a través de José Gil Caro Quintero, conocido como Don José, Jogil, o el Pelo Chino, uno de los jefes más importantes del Cártel de Caborca. Las autoridades federales señalan que este sujeto además de los estados del norte opera en Oaxaca, así como en la Costa Chica y Acapulco, Guerrero y en su principal bastión la península de Yucatán.

Para operar guerrero, mantiene a la célula de los Rusos, quienes actuaban bajo el cobijo de Jesús Calleja Clemente, Comandante Calleja y/o el Chucho, líder de la policía comunitaria de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG).

El área dominada por el familiar de Caro Quintero también se ha indicado en Quintana Roo, desde donde operaría el traslado de cargamentos de drogas que llegan vía aérea. Lo mismo se incluyeron sus intereses en Chiapas, Yucatán, Campeche y parte de Tabasco.

José Gil Caro Quintero “El Pelo Chino” y sus Operaciones en la Peninsula

La influencia del Narco de narcos también fue identificada a través de José Gil Caro Quintero, conocido como Don José, Jogil, o el Pelo Chino, lugarteniente del Cártel de Sinaloa. Las autoridades federales señalan que este sujeto opera en los tres estados de la península, Oaxaca, así como en la Costa Chica y Acapulco, Guerrero.

En Quintana Roo, operan bajo la dirección del Pelo Chino, y la operatividad a través de su hijo Martín Caro Monge “El Uno”, su sobrino Jesús José Caro Gil “El Kikil”, y como el Jefe de su brazo armado Miguel Angel Medina Mesa “El 23”.

A este último se le adjudican la autoría de la masacre y toma de las Poblaciones rurales del municipio de Bacalar.

En el caso del dominio de Veracruz, Oaxaca y Chiapas el Cártel de Caborca, mantiene a la célula de los Rusos, quienes actuaban bajo el cobijo de Jesús Calleja Clemente, Comandante Calleja y/o el Chucho, líder de la policía comunitaria de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG).

El área dominada por el familiar de Caro Quintero también se ha indicado en Quintana Roo, desde donde operaría el traslado de cargamentos de drogas que llegan vía aérea. Lo mismo se incluyeron sus intereses en Chiapas, Yucatán, Campeche y parte de Tabasco.

Este sobrino del Narco de Narcos estuvo detenido durante 11 años, de 2005 a 2016. Luego de ser liberado se volvió lugarteniente de relevancia de su tío, hasta asumir dominio en el Pacífico. De acuerdo con las investigaciones, el Pelo Chino y/o Chino Quintero tiene a su disposición lanchas rápidas, así como aeronaves para transportar cocaína proveniente de Sudamérica.

Además de esos nexos, la Fiscalía General de la República informó en junio pasado del arresto de Martín Rojas Sosa, el Chino, integrante del Cártel de Caborca implicado en el tráfico de armas y quien fue detenido tras operativos en Bacalar, Quintana Roo.

Cayó con cinco armas de fuego cortas, tres largas, una réplica de fusil, cinco cargadores abastecidos, cartuchos de diferentes calibres, numerario; así como una computadora portátil, dos teléfonos celulares, un CPU, siete motocicletas, nueve vehículos, ocho tracto camiones, 10 cajas de camión, dos pipas y diversa documentación.

Este sujeto fue identificado como parte de la organización criminal que introduce fusiles de uso reservado a las Fuerzas Armadas a través de la frontera norte del país. Junto con más cómplices, el armamento era distribuido entre sicarios del Cártel de Caborca y otras eran puestas a la venta, por lo que las resguardaban en diversas casas de seguridad.

Otro implicado en los mismos ilícitos fue condenado, también el mes pasado. Se trata de César Enrique Caro Escobar, sobrino de Rafael Caro Quintero, quien traficaba armamento para el Cártel Jalisco Nueva Generación desde Estados Unidos.

Caro Escobar fue detenido en agosto de 2020 en la Ciudad de México y tras un procedimiento abreviado, se le impuso la sentencia de seis años ocho meses de prisión. Ahora está recluido en el Reclusorio Preventivo Varonil Sur junto con sus cómplices, Vicente González Beltrán y Carlos Enrique García Méndez, quienes deberán pagar la misma pena.

Juan Pablo Quintero Martínez, otro sobrino del Narco de narcos, fue arrestado en marzo de 2021 en el municipio de Atizapán de Zaragoza, Estado de México, acusado de homicidio calificado en la alcaldía Azcapotzalco. Se movía por Atizapán, Tlalnepantla y Naucalpan, donde supuestamente cometía delitos del orden federal.

Sin embargo, el familiar con quien el fundador del Cártel de Guadalajara está asociado directamente es Ismael Quintero Arellanes, el Fierro, acusado de cuatro cargos con su tío desde 2017, reemplazado en 2020, en la Corte del Distrito Este de Nueva York. Más nombres aparecen sellados, pero las acusaciones fueron reveladas en 2018.
Ambos fueron implicados por participar en una conspiración internacional, así como fabricar y distribuir heroína, cocaína, metanfetamina, además de marihuana, incluido el uso uso ilegal de armas de fuego como parte de su facción: la célula de Caro Quintero.

Según el documento, esas operaciones ilícitas comenzaron desde o alrededor de enero de 1980 hasta junio de 2018, bajo el cobijo del sindicato criminal del Cártel de Sinaloa. Quintero Arellanes fue detenido en Culiacán el 29 de enero de 2020 y el gobierno estadounidense tiene la intención de extraditarlo.

Así, el resurgimiento de Caro Quintero se mostró a mediados de 2020 con el renombrado Cártel de Caborca, compuesto por sus sobrinos, los Páez Quintero, otros familiares, así como lugartenientes locales.

Cuatro meses más tarde, la guerra fue más visible entre el grupo del Narco de Narcos y los hijos del Chapo Guzmán, los Chapitos. Las huestes de los Menores mostraban armas largas de grueso calibre e implicaban en sus intimidaciones al Darío, el Yuca, el 04, y el Tiko. Ellos referían que no dejarían Caborca hasta exterminar a rivales.

Pero la disputa se mantiene, porque fue desplegado el brazo armado de la Barredora 24/7, dirigido por el R, Rodrigo Páez Quintero, sobrino del Narco de Narcos, y Jesús Darío Murrieta Navarro, alias Cara de cochi. En esa facción fueron asociados Ramón Quintero Páez, el Tiko, y José Gil Caro Quintero.

Los Chapitos designaron en la batalla territorial de Caborca a José Bibiano Cabrera Cabrera, el Durango, pero fue reportada la detención de este sujeto en abril de 2021. Luego ascendió Jesús Humberto Limón López, el Noveno y/o el Cazador, quien cayó dos meses después, tras una balacera contra agentes federales.

Actualmente siguen pugnas con células comandadas por los Cazadores, el Grupo Delta y Gente Nueva. Lo mismo sostienen enfrentamientos en Altar, Pitiquito o San Luis Río Colorado, en aras de dominar la plaza que perteneció a los Caro Quintero desde mediados de 1980 y la década de 1990 con el Cártel de Sonora.

Pero la narcoguerra que implicó nexos con Rafael Caro Quintero no solo se concentra en el desierto, pues en la costa de la entidad dominan sicarios al mando de su primo, Juan Pablo Quintero Navidad, quien tiene como lugarteniente a Francisco Javier Espinoza Camacho, el Fino y/o el Picipi.

Ellos sostienen la disputa contra el clan de los Salazar del Cártel de Sinaloa, dirigidos a su vez por Crispín Salazar Zamorano, hermano del fundador de la célula, Adán Salazar Zamorano, conocido como Don Adán, detenido en 2011 y extraditado a Estados Unidos.

De esa manera es como azotan con una ola de violencia en los límites del Valle del Yaqui que incluye el municipio de Guaymas y Empalme contra la célula local conocida como la Plaza. Se trata de un grupo ligado a Sajid Emilio Quintero Navidad, primo del Narco de narcos y quien era jefe de plaza de los Beltrán Leyva al sur de Sonora hasta que fue detenido en 2017 y se declaró culpable en el Tribunal de Distrito de San Diego, California.

Desde que los sinaloenses se enemistaron con sus socios dirigidos por Arturo Beltrán Leyva, a finales de la década pasada, el norte de la entidad ha sido territorio en disputa que defendieron Quintero Navidad y Fausto Isidro Flores Meza, el Chapo Isidro. Esa región es la misma que colinda con Guaymas y Empalme.

Sin embargo, el nexo de la Plaza con el Narco de narcos no significó un mando directo de quien fuera líder en el Cártel de Guadalajara. Aunque puede entenderse como un derivado de su imperio familiar, pues quien realmente siguió con la herencia directa fue Miguel Ángel Caro Quintero.

El hermano del capo fue detenido en 2001, acusado de continuar con la empresa criminal desde 1985 y transportar toneladas de marihuana a Colorado, en el estado de Arizona. El nacido en Caborca también fue vinculado en el envío de heroína, cocaína y la síntesis de metanfetamina, según el Departamento de Estado de Estados Unidos.

Miguel Ángel Caro Quintero se declaró culpable en 2009 y fue sentenciado a 17 años de cárcel en 2010. Las investigaciones señalan que llegó a traficar más de 100 toneladas de marihuana, tan solo entre 1985 y 1988, cuya ganancia representó más de 100 millones de dólares.

Volvió a México hace tres años, cuando cruzó por Tijuana. Él argumentó que estaba reformado y a sus 55 años se haría cargo de su madre que rondaba los 87 de edad. Pero no se descartó la posibilidad de reencontrar al Narco de narcos e involucrarse con el renovado Cártel de Caborca.

Otro de los intereses de Rafael Caro Quintero fue revelado en el juicio a uno de los supuestos miembros de la Línea que participó en la masacre de Bavispe, Sonora, donde fueron acribilladas tres adultas y seis menores de edad de las familias LeBarón, Miller, Johnson y Langford en noviembre de 2019.

En su audiencia de noviembre de 2020, el sujeto apodado Coma Lara reveló que el Narco de narcos pactó una alianza con el brazo armado del Nuevo Cártel de Juárez, tras reunirse en Buenaventura para planear un golpe coordinado desde Caborca hasta el noreste de Chihuahua.

Eso tendría el fin de calentar la plaza y bloquear el paso de drogas a otros cárteles que trafican hacia Estados Unidos. Por esa razón se explicó la masacre. Pues la estrategia del narco se manifiesta con ataques constantes o de relevancia para atraer la atención de las autoridades.

Así, el lugar es vigilado con mayor fuerza o se destinan operativos para disminuir el foco de violencia. Para ello se valen de secuestros, desapariciones y asesinatos publicitados que la población denuncia ante el hartazgo por incluir a víctimas inocentes. Los rivales afectados por el caso de Bavispe serían los Salazar.

De esa manera, se ha indicado, Rafael Caro Quintero quiso impulsar sus intereses al aprovechar una batalla entre los operadores del Cártel de Sinaloa contra la Línea. En particular, esta célula disputa la zona desde Chihuahua contra los Jaguares, quienes operan en Aguaprieta para extenderse hasta Casas Grandes, respaldados por los Paredes.

Fuente Narcodiario/Sistema de Noticias CAMBIO 22/Agencias

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