Redacción / CAMBIO 22

José María Morelos, 2 de diciembre. –  Después de años en los que los agricultores de JMM optaron por el cultivo masivo de limón, la naranja dulce está recobrando su lugar como uno de los cítricos más apreciados y redituables en José María Morelos. Este cambio refleja un retorno a las raíces agrícolas de la zona y un reconocimiento de la alta calidad de este fruto local.

Miguel Uc Chi, campesino y comerciante local, comentó que la naranja dulce, además de ser económica, siempre ha sido una fruta muy valorada por su sabor y demanda. Sin embargo, en años recientes, muchos agricultores decidieron sustituir sus naranjales por limoneros debido al auge en el mercado de este cítrico, lo que provocó que la naranja dulce se encareciera y su disponibilidad disminuyera.

“Mucha gente destruyó sus naranjales para sembrar limón. Pero ahora, con la saturación del mercado del limón, los campesinos están regresando al cultivo de naranja dulce,” señaló Uc Chi. Este regreso ha venido acompañado de mejoras tecnológicas en la producción, como el uso de injertos híbridos que generan frutos de primera calidad, jugosos y dulces, incluso antes de que maduren por completo.

La alta demanda por este cítrico, tanto en lo local como en el mercado externo, ha motivado a los agricultores a replantar hectáreas de naranjales. Una planta de naranja dulce tarda aproximadamente dos años en empezar a producir, pero una hectárea bien trabajada puede generar hasta una tonelada de fruta, representando una fuente de ingresos importante para las familias locales.

Actualmente, el precio de la caja de naranja oscila entre $320 y $430 MXN, aunque en meses pasados alcanzó hasta $500 debido a la escasez. Las comunidades de Puerto Arturo y La Candelaria, reconocidas por su calidad en la producción de cítricos, están liderando este renacimiento.

José María Morelos, conocido por la calidad de su naranja dulce, se beneficia también de la cercanía con Yucatán, otro estado clave en la producción de este cítrico. Este resurgimiento del naranjal no solo está diversificando la oferta agrícola local, sino que también está reforzando la economía de la región, devolviendo a la naranja dulce el lugar que merece en los campos morelenses.

 

 

 

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LRE

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