Olivia Vázquez/CAMBIO 22

CANCÚN, Q. ROO, 01 de noviembre.-Los camposantos de Cancún volvieron a la vida reactivando la economía local en este día de Muertos donde miles de familias visitan la última morada de sus difuntos para llevarles lo que en vida más deseaban.

En esta ocasión, ni los mariachis callaron, pues las familias que acuden a limpiar las tumbas se acompañan de la música que más le gustaba a su pariente, al tiempo que activan también empleos temporales que ofrecen limpieza de tumbas, reparaciones y hasta llevar el agua para las flores.

Las puertas del Panteón de “Los Olivos”, se adorna de flores y catrinas para recibir a los visitantes que aprovechan la visita para visitar los altares que se colocan en la calle principal.

A las fuerzas, son docenas de negocios de florerías y todo tipo de comida, lo que se ofrece al visitante para que pase un buen rato en compañía de quien ya no está.

Desde pasteles, marquesitas, hasta tamales y mugbipollos de todos tipos y tamaños se pueden encontrar, pero también hay refrescos, aguas, raspados y papas fritas, y hasta imágenes de santitos y cruces para reforzar la fe y la tradición.

En la microeconomía local, también se activan negocios temporales como baños por aquello de la urgencia, lo que otorga ingresos adicionales en este flujo microeconómico que se genera en el festivo del Día de Muertos.

Ya dentro del camposanto, muchas de las tumbas se han limpiado desde temprano y la entrada y salida de familias es constante para celebrar el festín por el difundo.

Por la noche se espera también un fuerte flujo de visitantes, por lo que los comercios que se encuentran en la zona se preparan para una larga jornada laboral.

En el caso de las florerías, se advierte que este día y el día del amor y la amistad, son los principales del año para la venta y por ello aprovechan las mayores horas de operación.

 

 

 

o.vazquez@diariocambio22.mx

HTR

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