• La maletita azul busca generar empatía sobre las consecuencias de la guerra en las familias

 

Redacción / CAMBIO 22

Basada en un testimonio real, en su novela “La maletita azul” la escritora María de Lourdes Victoria recuerda a los más de 450 menores de edad que llegaron a México como exiliados de la Guerra Civil Española en 1957, conocidos como los Niños de Morelia.

La autora cuenta la historia de tres hermanas, Merce, Palmir y Carmen, que en medio de la guerra son enviadas por su padre a México para salvarles la vida. Sin embargo, este no le dice nada a su esposa para que no oponga. Tiempo después la madre emprenderá la búsqueda de sus hijas mientras ellas aprenden a adaptarse y a vivir en un nuevo país.

María de Lourdes Victoria narra la historia de Los Niños de Morelia

“Yo soy jarocha, pero vivo en Estados Unidos desde hace mucho tiempo, y me preocupaba que estuviéramos enjaulando niños en la frontera. Los niños son mi misión de vida, cuando fui abogada defendía a niños de familias latinas porque los separaban”, cuenta María de Lourdes Victoria, en entrevista con El Sol de México.

“Fue en un viaje que hice a España que conocí a alguien y hablando de esta preocupación, me dijo que ella tenía una historia y quedé sorprendida porque yo misma desconocía a Los niños de Morelia y todo lo que habían pasado. Fue entonces que después le dije que si podía escribir algo con eso y comenzamos a trabajar”, agrega la autora.

Aparte del relato histórico el libro llama la atención por su forma de retratar la visión de las infancias, que de pronto puede ser inocente, pero que en realidad demuestra una alta capacidad para afrentar adversidades.

PRESENTAN “LA MALETITA AZUL”

“Ellos llegaron pensando que sólo iban a pasar el verano y nunca se imaginaron que se quedarían, pero resultó que la república no ganó y que comenzó el franquismo en España. Fue así que muchos de estos niños ya nunca regresaron a su país de origen y se quedaron a vivir el resto de sus días aquí.

“Seguro para ellos México fue primero un choque cultural y la ausencia de sus padres que debió ser muy difícil. Pero por lo que yo he visto en mi experiencia con los niños, es que ellos se adaptan a todo. Tienen una habilidad de hacer que el lugar donde estén pueda ser suyo”, apunta la escritora, que espera que esta novela ayude cultivar la conciencia sobre el dolor que llevan los conflictos armados a las familias.

“¿Dónde está la empatía? Nosotros somos los afortunados que no hemos tenido que tomar una decisión así. Pero qué tal que no fuera el caso. Me aparece que es un tema puntual, que sigue siendo urgente y que no podemos ignorar hoy en día. No podemos simplemente taparnos ojos, poneros curitas y hacer como si nada estuviera pasando. Tenemos que hablar profundamente cómo resolver todas estas violencias y si las fronteras deberían seguir existiendo o no”, finaliza.

 

 

Fuente: El Sol de México

redaccion@diariocambio22.mx

KXL/RCM

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