• Con una creciente afluencia turística, los retos para preservar los cenotes son mayores. Sin embargo, desde el gobierno municipal se impulsa una visión que pone al centro el respeto por la naturaleza como base para un desarrollo sostenible y equilibrado

 

 

Redacción/ CAMBIO 22

TULUM a 16 de abril.— Más allá de su atractivo turístico, los cenotes de Tulum representan un legado vivo de la cosmovisión maya, donde la conexión con la naturaleza y la espiritualidad sigue presente en cada gota de agua cristalina. Estos cuerpos de agua, formados por miles de años de historia geológica, son considerados espacios sagrados y portales hacia el mundo espiritual por las antiguas civilizaciones que habitaron la región.

Aún hoy, visitantes y locales coinciden en que sumergirse en un cenote es una experiencia que trasciende lo físico: un encuentro íntimo con la tierra, con la energía del entorno y con uno mismo. En este contexto, las autoridades municipales han hecho un llamado a vivir esta experiencia de manera consciente y respetuosa.

“El agua, la naturaleza, la energía de los cenotes, todo aquí se siente sagrado. Somos afortunados de vivir en un lugar tan mágico”, expresó Diego Castañón, presidente municipal de Tulum, quien también recordó la responsabilidad compartida que implica conservar este patrimonio natural. “Conservar esta belleza depende de nosotros: evita usar bloqueadores, cuida la flora y fauna, y nunca dejes basura. Lo más valioso de Tulum es lo que cuidamos con amor”, afirmó.

El mensaje no solo busca sensibilizar sobre el valor ecológico de estos ecosistemas, sino también resaltar su dimensión cultural y espiritual. Bajo la campaña #RaícesSagradasTulum, se invita tanto a turistas como a residentes a visitar los cenotes con respeto, permitiendo que el entorno se convierta en un espacio de renovación interior.

Con una creciente afluencia turística, los retos para preservar los cenotes son mayores. Sin embargo, desde el gobierno municipal se impulsa una visión que pone al centro el respeto por la naturaleza como base para un desarrollo sostenible y equilibrado.

Visitar los cenotes de Tulum, entonces, no es solo una experiencia recreativa, sino una oportunidad para reconectar con nuestras raíces y asumir el compromiso de proteger un legado natural que pertenece a todos.

 

 

 

 

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