La Leyenda de los Caimanes Albinos en las Alcantarillas de Nueva York Sigue Viva
15 Feb. 2025
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Esta mítica historia ha perdurado por generaciones, al punto de que algunos neoyorquinos celebran cada febrero el Día del Caimán en la Alcantarilla
Redacción/ CAMBIO 22
Los investigadores encontraron caimanes, murciélagos, mapaches y otras criaturas merodeando por los desagües pluviales de una ciudad de Florida, “como salidos de ‘Las tortugas ninja’”, dijo uno de ellos.
Una célebre leyenda urbana dice que caimanes albinos y ciegos pululan por las alcantarillas de Nueva York. Estos míticos cocodrilos se han arraigado en la tradición de la ciudad, y algunos neoyorquinos incluso celebran el Día del Caimán en la Alcantarilla cada febrero.
Pero, en Florida, los caimanes en las alcantarillas no son un mito. Los reptiles se cuelan habitualmente en los desagües municipales. A finales de enero, un caimán de 3,5 metros fue rescatado en Cabo Coral tras quedar atrapado en una alcantarilla.
Y no todos los caimanes terminan en las alcantarillas por accidente. Una investigación publicada recientemente en la revista Urban Naturalist revela que los caimanes y casi tres decenas de otras especies utilizan los sistemas de alcantarillado de aguas pluviales en una zona urbana de Florida para atravesar con seguridad los entornos urbanos.

“Es como algo sacado de ‘Las tortugas ninja’”, dijo Alan Ivory, estudiante de doctorado de la Universidad de Florida, quien dirigió la investigación. “La abundancia de animales allí abajo era sorprendente”.
Aunque se ha investigado a fondo a las ratas en los sistemas de alcantarillado, lo que hacen otros animales bajo las calles está menos documentado. Ivory y sus colegas sospechaban que estos laberintos subterráneos, que se construyen para desviar las aguas pluviales y están separados de los sistemas de alcantarillado, sirven de vías importantes para los animales urbanos.
Ivory y sus colegas se centraron en las alcantarillas de aguas pluviales bajo la ciudad de Gainesville. Los científicos equiparon cámaras de rastreo activadas por el movimiento con soportes magnéticos y las fijaron debajo de las tapas de las alcantarillas. En total, se instalaron 39 cámaras en 33 alcantarillas de aguas pluviales.

Las cámaras permanecieron instaladas durante 60 días, pero no todas sobrevivieron tanto tiempo. Algunas fueron arrastradas por las aguas pluviales, mientras que otras fueron robadas por bandidos con patas pegajosas.
“Los mapaches nos robaban las cámaras de vez en cuando”, dijo Ivory. “Trepaban por las escaleras y las arrancaban de los soportes”.
Fuente: The New York Times en Español
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