La Ignorancia y la Distorsión de la Historia en Tiempos de la Digitalización
10 Oct. 2025
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Medio de comunicación local, nacionales y diversas plataformas digitales distorsiona la historia de la humanidad y nadie hace nada por corregir
Miguel Angel Mauss / CAMBIO 22
En un contexto mediático donde la inmediatez muchas veces prima sobre la precisión, la verificación de datos se vuelve una necesidad urgente, no un simple recurso opcional, un ejemplo concreto de esta problemática se observa en la continua difusión de fechas erróneas relacionadas con eventos culturales importantes, como el caso del estreno de la película Fantasía, de Walt Disney, en múltiples espacios de radio, televisión y diversas plataformas digitales, se ha replicado la información incorrecta de que el largometraje animado fue estrenado el 10 de octubre de 1941, cuando en realidad su debut mundial ocurrió el 13 de noviembre de 1940 en el Teatro Broadway de Nueva York.
Este tipo de errores, aunque parezcan menores, tienen implicaciones profundas, no sólo desinforman, sino que también contribuyen a fenómenos sociales como el llamado “efecto Mandela”, en el que una parte considerable de la población recuerda de forma errónea un hecho, convencida de su veracidad, posiblemente por la repetición constante en medios de comunicación, la confusión generada no solo afecta la percepción colectiva de la historia, sino que debilita la credibilidad de las fuentes que difunden estos datos.

Aún más preocupante es que estas imprecisiones están comenzando a permear en el desarrollo de efemérides, donde se supone que se conmemoran hechos históricos con base en información fidedigna, pero cuando se incurre en errores de datos o fechas en estos registros, se corre el riesgo de cambiar (de forma sutil pero persistente) la narrativa de la historia de la humanidad, no se trata simplemente de un fallo anecdótico, sino de una alteración de la memoria histórica, que puede llegar a normalizarse si no se corrige a tiempo.

Fantasía, más allá de su relevancia como una de las primeras apuestas experimentales del cine animado, representa una pieza fundamental en la evolución del arte cinematográfico, su reconocimiento actual como clásico no fue inmediato; enfrentó críticas mixtas en su estreno, sin embargo, el paso del tiempo le otorgó el valor que merecía, por eso mismo, errar en algo tan esencial como su fecha de estreno no es solo un desliz, sino una distorsión del contexto cultural que la rodea.

En tiempos donde la desinformación circula con facilidad, es responsabilidad de los medios (y también del público) ejercer una actitud crítica ante los datos que se presentan como ciertos, la verificación no es solo una tarea para periodistas: es una herramienta básica de alfabetización mediática para toda la sociedad. Preservar la verdad en los detalles es también una forma de respetar la memoria colectiva y proteger el relato auténtico de la historia humana.
Nota: La primera captura de pantalla corresponde a Disney Latino donde se puede observar el año del lanzamiento, las dos siguientes son tomadas de la Web donde se manejan fechas erróneas.
GPC/RCM





















