Redacción/CAMBIO 22

VILLAHERMOSA.- Con la renuncia de Hernán Bermúdez Requena a la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana del Gobierno de Tabasco, no ha cambiado absolutamente nada, su relevo, el Comisionado de esa dependencia, José del Cármen Castillo Ramírez, también forma parte de la estructura de “La Barredora”, la temible célula delictiva integrada por policías al servicio de la Delincuencia Organizada y el mejor postor en esa entidad sigue inctacta y operando el bajo mundo en la tierra del presidente Andrés Manuel López Obrador.

La noche del pasado 22 de diciembre en la residencia de Bermúdez Requena en el exclusivo Club Campestre de Villahermosa se llevaba a cabo una renunión de altos mandos policiacos que del brindis pasaron a los balazos; los miembros de “La Barredora” encabezada por Bermúdez alias el “Comandante H” no se pusieron de acuerdo en la repartición del botín de las extorsiones, huachicoleo, tráfico de ilegales y venta de drogas que operaba el ex Policía Judicial Federal, Ulises Pinto.

En la discusión, Bermúdez terminó con un cachazo en la cabeza, su brazo derecho, Carlos Tomás Díaz Rodríguez, con dos balazos en el costado izquierdo, Ulises el agresor y ahora desertor del grupo con tres disparos que no pusieron en riesgo su vida y que le permitió coordinar una escaramuza regional que cimbró la seguridad de los tabasqueños.

Los ‘hombres’ de Hernán y Ulises se enfrascaron en una balacera que que se prologó por calles del fraccionamiento: Ulises huyó con dos escoltas por el Campo de Golf y fue rescatado en la calle Samarkanda huyendo hacia la zona del Country Club y refugiándose en el Poblado C-23, desde donde opera actualmente.

En un primer momento, fuentes oficiales desminteron el ataque contra Hernán Bermúdez y aseguraron que no hubo atentado, que fue una persecución entre dos bandas que ingresaron al Campestre rompiendo las ‘plumas’ de la entrada. Las autoridades también reportaron persecuciones y balaceras en accesos a la ciudad, mientras que el Ejército y la Guardia Nacional desplegaron medidas de seguridad.

Ulises Pinto demostró que tenía el control de la delincuencia, a su llamado, Tabasco vivió una noche de violencia que dejó al menos 30 vehículos quemados, la desaparición de dos personas y la trágica pérdida de tres vidas en motines carcelarios.

La escalada de violencia que iniciaron desde las ocho de la noche, persistió hasta casi la una de la madrugada del sábado, cuando finalmente las autoridades estatales lograron restablecer la calma mediante el despliegue de su fuerza en los municipios de Huimanguillo, Cárdenas, Comalcalco, Nacajuca, Paraíso y Centro, lugares donde se registraron los lamentables incidentes.

Según los informes oficiales, en Centro se contabilizaron 11 unidades quemadas, mientras que en Huimanguillo fueron 8, en Nacajuca 6, y en Paraíso 4 unidades. La violencia llegó a tres penales del estado, dejando como saldo tres reclusos muertos y un igual número de heridos por armas de fuego en enfrentamientos entre internos.

En el Centro de Readaptación Social del Estado de Tabasco (CRESET), específicamente, se reportó la quema de colchones durante una trifulca que resultó en cuatro internos heridos, tres de los cuales fueron trasladados en estado grave al hospital Gustavo A. Rovirosa. Gustavo Torres, reo del módulo cuatro de sentenciados, falleció a causa de un proyectil y múltiples golpes sufridos durante el altercado.

En Comalcalco, la situación no fue menos grave, ya que las autoridades confirmaron la muerte de dos reclusos, uno de ellos hallado boca abajo en el área de conyugales, identificado como Eliseo “N”, de 31 años y originario de Huimanguillo.

Además, se descubrió un cuerpo calcinado en una celda del módulo Uno. A pesar de que los hechos ocurrieron durante la madrugada, el levantamiento de los cuerpos sin vida fue posible hasta cerca de las 10 de la mañana, momento en que las autoridades lograron retomar el control del centro penitenciario.

En medio del caos que se desató en todo el estado, un comando armado atacó a un grupo de policías en una gasolinera en el municipio de Cárdenas, abriendo fuego desde seis camionetas y desarmándolos. Afortunadamente, los agentes resultaron ilesos, pero las patrullas, identificadas con los números 72775, 71689 y 72696, sufrieron daños en carrocería y motor por la balacera.

La situación fue controlada a medias; entre los mandos policiacos se supo que Ulises Pinto volvería atacar en Villahermosa para sembrar nuevamente el caos y provocar la salida de Bermúdez Requena para dejar al mando a José Carmen Castillo…Y así fue. Los días siguientes los tabasqueños vivieron con el ‘Jesús en la boca’.

El día 2 de enero, el presidente Andrés Manuel López Obrador, llegó a Villahermosa para destacar que el índice de la inseguridad que hay en Tabasco, va a la baja, esto con información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), donde demostró con cifras oficiales la disminución de delitos.

“Porque la percepción pues tiene que ver con los incendios en Tabasco y ya ven eso. Ayer veía yo a alguien que decía que yo estaba engañando o mintiendo lo de Tabasco”.

No obstante, López Obrador resaltó que en esa entidad están bajando la índices de delitos, pesde a las críticas por los sucesos violentos que sucedieron el 22 de diciembre.

En esa ‘mañanera’ desde su tierra, también participó el titular de la Secretaría de Defensa Nacional (Sedena), Luis Cresencio Sandoval informó que los municipios de mayor incidencia en tierras tabasqueñas son : Centro, Cárdenas, Huimanguillo y Comalcalco, justamente los municipios donde mayor presencia tiene “La Barredora”.

Incluso, el titular de la defensa nacional también comentó que desde el año 2018, se han incautado seis aeronaves implicadas en el tráfico de estupefacientes, que en su momento fueron relaciodas con la mafia policiaca que anteriormente se hacía llamar “La Hermandad”.

Dos días despues y en franco reto a lo expresado por AMLO, Ulises Pinto arremetió contra la endeble seguridad pública de Tabasco, conocedor del tema y los puntos débiles de la institución, en pocos minutos desquició la capital tabasqueña e incendió las redes sociales con una oleada de asaltos en unas 30 tiendas de autoservicio, de conveniencia y gasolinerías; el operativo de respuesta por parte de las huestes de Hernán Bermúdez reportó la detención de ocho presuntos delincuentes.

La incisión de “La Barredora” sembró el pánico, provocando el cierre de la ciudad por parte de las autoridades estatales. A esto se sumó el robo de al menos cinco vehículos en diferentes puntos de la mancha urbana.

Los sicarios de Ulises Pinto, desde el mediodía, focalizaron sus asaltos en negocios de tiendas de abarrotes. El primer blanco fue el Oxxo ubicado en la calle Antonia del fraccionamiento Las Mercedes. Minutos después, otra sucursal de la misma cadena fue violentamente robada en la calle Marte del fraccionamiento Villa El Cielo, en el kilómetro 23 de la carretera Villahermosa a Teapa.

A pesar de los esfuerzos de las autoridades por aislar los incidentes y controlar la información, cerca de las dos de la tarde se registraron simultáneamente cinco atracos más en diferentes puntos de la ciudad. Las zonas afectadas incluyeron la ranchería Torno Largo, la colonia Agraria, la colonia Tamulté de las Barrancas, la colonia Las Delicias y Tierra Colorada.

Los robos se extendieron a otros establecimientos, cerca de las 14:00 horas como en la tienda departamental Elektra en Villa Ocuilzapotlán, Oxxos en el fraccionamiento Pomona de Nacajuca y una gasolinera en Cárdenas. Alrededor de las cuatro de la tarde, las autoridades reportaron de manera extraoficial un total de 30 negocios saqueados y el control total de la situación. 24 horas mas tarde Hernán Bermúdez Requena presentaba su renuncia como Secretario y su segundo al mando, José Del Carmen Castillo asumía como encargado de despacho. Las embestidas de Ulises Pinto, a quien acusan de ‘venderse’ con altos mandos del Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG), había funcionado, su ex jefe y amigo ahora esta desempleado y con sed de venganza. La violencia seguirá.

¿Quiénes y cómo está integrada “La Barredora”?

Lo que era un secreto a voces en Tabasco de quienes integraban y controlaban la venta de huachicol, tráfico de ilegales, tráfico y venta de droga, cobro de piso y levantones estaba a cargo de “La Barredora” encabezada por el titular de la polícía Hernán Bermúdez Requena, fue confirmado cuando fueron hackeados millones de archivos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) por el colectivo Guacamaya, y en el que se encontraron al menos 16 informes de inteligencia militar que identificaban a Hernán Bermúdez Requeña, como integrante del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) en Tabasco.

Cuando fueron dados a conocer los documentos, el presidente Andrés Manuel López Obrador y el entonces secretario de Gobernación Adán Augusto López Hernández descalificaron el trabajo de la prensa que documentó cómo, mientras era gobernador de Tabasco, López Hernández entregó la seguridad del Estado a personajes que las autoridades federales identificaban con el CJNG.

El mandatario refrendó su apoyo a su paisano y se lanzó contra los medios que reportearon el asunto a quienes tildó de “conservadores” y los acusó de llevar una campaña en su contra. Por su parte Adán Augusto durante una conferencia de prensa en Culiacán, equiparó los reportes a “fantasías” y “chismes” en “las dizque filtraciones”.

Sin embargo, múltiples informes del Centro Regional de Fusión e Inteligencia Sureste (Cerfise) y de la 30ª Zona Militar identifican a Bermúdez, su asesor Carlos Tomás Díaz Rodríguez, así como el director general de la Policía estatal de Tabasco, Leonardo Arturo Leyva Avalos, y el comisionado de policía estatal José del Carmen Castillo, como integrantes de grupos delictivos en la región.

Los informes del Cerfise difícilmente pueden tacharse como “chismes” o prestarles intenciones de grupos políticos de oposición, pues son elaborados de manera conjunta por integrantes de la Sedena, de la Secretaría de Marina (Semar), de la Guardia Nacional (GN), de la Fiscalía General de la República (FGR), del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), es decir, por todo el aparato federal de seguridad.

El primer antecedente sobre Bermúdez que la revista Proceso encontró entre los datos hackeados a la Sedena remonta a noviembre de 2019, cuando el Cuartel General de la 30ª Zona Militar informó al Cerfi que cuatro integrantes de la Fiscalía General del Estado “posiblemente realizan actividades ilícitas en el municipio de Centro, Tabasco, y (tenían) posibles vínculos con Trinidad Alberto De la Cruz Miranda, “El Pelón de Playas”, líder de un grupo delictivo en citado municipio”. En este documento, el Cuartel Militar identificó a Bermúdez, entonces “director de la policía de investigación”, así como su asesor Carlos Tomás Díaz Rodríguez y otros dos policías estatales.

Adán Augusto López Hernández nombró a Bermúdez al frente de la SSPC apenas un mes después de ese informe, en diciembre de 2019; con el paso de las semanas, los agentes que monitorean Tabasco desde el Cerfise dieron seguimiento a un líder delincuencial llamado Andrés Rodríguez Vasconcelos, “Kalimba”, quien en agosto de 2018 reclutó a Benjamín Mollinedo Montiel “Pantera”. En noviembre de ese año, los dos hombres rompieron su alianza y se lanzaron en una guerra, que terminó con el asesinato de “Kalimba” el 4 de diciembre de 2020 y los asesinatos de cinco personas vinculadas con él.

En este contexto, los agentes del Cerfi investigaron sobre “Pantera” y el CJNG en Tabasco; en un informe de inteligencia, plantearon que personal del “CNI, SEDENA y SEMAR” conoció de comunicación entre presuntos delincuentes que “Pantera” fue responsable de la ejecución de “Kalimba” “con apoyo de oficiales por órdenes del Gobernador (quizá se refieran a Adán Augusto López Hernández, gobernador de Tabasco)”.

Los agentes también descubrieron que Carlos Tomás Díaz Rodríguez estaba en comunicación con “Pantera”, y que Bermúdez “autorizó que ‘Pantera’ tomara el control de Huimanguillo y parte de Cárdenas, Tabasco”, según un informe publicado en mayo de 2021, donde ya identificaba a “Pantera” como cabecilla del grupo conocido como “La Barredora”.

El 25 de febrero de 2021, el Cerfise mandó una tarjeta al Cenfi, informándole sobre “la posible cooptación y corrupción de autoridades de la Secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana de Tabasco, por la presunta negociación para la liberación de integrantes de la delincuencia organizada”, pues le indicó que el “Comandante ‘H’” había pedido 500 mil pesos a cambio de liberar al cuñado de un líder criminal de la zona.

A esta tarjeta se sumaron al menos tres más, en los meses siguientes, donde los agentes del Cerfise observaron que “Pantera” recibió información sobre un operativo inminente –presuntamente de Bermúdez–, y que tenía agentes infiltrados en el propio centro de inteligencia, probablemente de la Semar.

“Pantera” se convirtió en un blanco prioritario del gobierno federal en Tabasco y la zona limítrofe, según consta en una decena de informes de inteligencia militar.

En septiembre de 2021, un diagnóstico regional sobre la delincuencia del estado de Chiapas también identificó a Bermúdez y su asesor Díaz Rodríguez con una estructura de robo de combustible que operaba en el municipio de Reforma, que colinda con los municipios de Huimanguillo y Cárdenas, en Tabasco. El mismo documento los señalaba, cuartillas abajo, con el CJNG en Tabasco, junto con Leonardo Arturo Leyva Ávalos, al que López nombró al frente de la Policía estatal de Tabasco.

En octubre de 2021, el Cerfise elaboró un nuevo informe sobre una estructura del CJNG en Tabasco encabezada por un hombre identificado como “Juan” o “JJ” y por Euler Ruvalcaba Colorado, “Rayo”, en cuya estructura Bermúdez aparecía en el “primer nivel”.

Todavía en un informe sobre la Actividad Delictiva en Tabasco, enviado en agosto pasado y firmado por la Sedena, aparecen Bermúdez, Castillo y Leyva como integrantes de “La Barredora”, grupo ahora encabezado por Felipe Mollinedo Montiel, según el reporte de la institución castrense.

Ante lo evidente, no queda más que reafirmar que “La Barredora” está intacta, como un cártel, como una maquinaria bien aceitada solo cambiaron de mando: como líder máximo está José del Carmen Castillo Ramírez encragado del despacho de la SSCT y como operador de todo lo ilegal en Tabassco, ascendió Ulises Pinto. Entre traidores te veas. El CJNG manda en Tabasco con su brazo policiaco “La Barreredora”, las versiones indican que la agencia estadounidense DEA, investiga al ex gobernador Adán Augusto López Hernández por delincuencia organizada y lavado de dinero, a Hernán Bermúdez lo investiga la FGR y todos apuestan que será detenido en breve.

 

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