La Fórmula que ha Logrado que la Obra “Un Tranvía Llamado Deseo” Siga Impresionando a los Amantes del Teatro

• La obra tendrá una única función en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris; para después iniciar una gira por diversos estados de la República

Redacción / CAMBIO22

A ocho décadas de su estreno en Estados Unidos, la obra “Un tranvía llamado deseo” de Tennessee Williams no pierde vigencia, considera el director de teatro Diego del Río, quien llevará la puesta en una única función al Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, con Marina de Tavira y Rodrigo Virago como protagonistas.

“Lo que vuelve clásicas a las obras de teatro es que no sólo interpelen a su propio presente con gran fuerza, sino que hablen de la esencia profunda de las personas, que, a pesar de que hemos avanzado y cambiado, sigue siendo la misma en nuestras heridas constitutivas, el deseo de pertenecer, la muerte de algún ser querido, los deseos y las aspiraciones”, dice el director sobre esta obra que recibió el Premio Pulitzer en la categoría de Drama en 1948.

“Tennessee Williams planteó eso, pero sin recurrir a los extremos, sino a los matices, que son tan infinitos que son posibles traducirlos en su totalidad”, afirma el director, quien también tradujo la obra para esta versión y recuerda que la actriz australiana Cate Blanchett decía que “actuar a Tennessee Williams era interpretar a los griegos, a Ibsen, a Strindberg, a Shakespeare y a Chejov al mismo tiempo”, por lo épico, lo psicológico, lo crudo y lo humano.

Hay un nuevo público en teatro

La trama de la obra presenta a “Blanche DuBois”, quien llega a la ciudad de Nueva Orleans a vivir con su hermana “Stella” y la pareja de ella, “Stanley Kowalski”, quienes tienen un matrimonio que oscila vertiginosamente entre la violencia, la opresión, la codependencia y el amor. Una relación que se tensa más con la llegada de la hermana, de quien pronto se descubre que trae un caos interno.

Esta obra sigue interpelando a los espectadores, asegura Diego del Río, por hablar de temas que siguen siendo necesarios, como la liberación femenina, el machismo y la salud mental. Temas que en su momento eran tabúes y hoy se han convertido en una conversación imprescindible.

“Creo que durante muchas décadas el mismo público —porque no Williams, al menos desde su dramaturgia— fueron los que romantizaron muchos de estos temas”. La violencia entre esta pareja muchas veces se justificó como un acto de pasión, que, si bien es un ingrediente central de la obra, forma parte de una composición compleja y enferma, dentro de un vínculo que está trastocado.

“La obra se puede ver como una gran metáfora de una parte crítica de la sociedad, porque plantea la descomposición de un ser, en este caso ‘Blanche DuBois’, aplastado por un sistema que de origen está quebrado. Me refiero al sistema patriarcal que no acepta al que es diferente. Pero más aún, Williams no nos da a una heroína trágica, sino a una mujer llena de defectos, que la ponen al límite de las cosas”, opina el director, quien siente que la obra provoca “un diálogo entre tiempos”.

Director de escena afortunado del elenco

Agradecido, porque en la actualidad las obras de teatro que no se mantienen en el medio comercial suelen extinguirse rápidamente, Diego de Río se considera afortunado de poder concretar el sueño de llevar esta puesta en escena junto con Marina de Tavira, con quien ya había confabulado el proyecto hace más de cinco años, mismo que se concretó cuando conoció a Rodrigo Virago, quien hace el papel de “Stanley Kowalski”.

En el reparto también están Astrid Mariel Romo, Ana Clara Castañón K., Alejandro Morales, Mónica Jiménez, Federico Di Lorenzo, Diego Medel, Diego Santana y Patricia Vaca.

“Yo venero mucho a este grupo y uso la palabra de una forma muy consciente. De Marina puedo opinar que es una mujer que ama el teatro y da todo por él, entrega todo su cuerpo, su mente y su alma en todas las funciones; mientras que de Rodrigo su trabajo ha sido un regalo por el compromiso total que atraviesa al público desde lo bello, pero también en lo incómodo que puede ser su personaje”, finaliza.

Además de su única función en el Teatro de la Ciudad este miércoles, “Un tranvía llamado deseo” llegará al Complejo Santander en Guadalajara el 20 y 21 de agosto, al Teatro de la Ciudad en Monterrey el 30 de agosto, y al Teatro Isauro Martínez  de Torreón el 2 de septiembre.

Fuente: El Sol de México

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