La FIL de Guadalajara Debería Llamarse Fi-FIL”
6 Dic. 2024
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La Mesa Roja critica el sesgo político y comercial de la feria
Redacción / CAMBIO 22
06 de diciembre de 2024.- Durante un ‘crossover’ entre Astillero Informa y la Mesa Roja (espacio periodístico conformado por Daniela Pastrana, Ingrid Urgelles, Diana Fuentes, Teresa Rodríguez de la Vega y Gabriela Arévalo), se discutió cuáles son los puntos negativos y el papel que juega la Feria Internacional del Libro de Guadalajara en el imaginario colectivo, pues todas coincidieron en que dicha feria, organizada por la Universidad de Guadalajara (UdeG), prioriza ponentes con pensamiento de derecha, por lo que señalaron la necesidad de que esta clase de eventos culturales, asistan personas como ellas, con el objetivo de reconquistar espacios para fomentar un pensamiento de izquierda.
Gabriela Arévalo, profesora de la UNAM, dijo que las ferias del libro, especialmente la FIL Guadalajara, “sirven poco a la hora de fomentar el gusto a la lectura”, debido a que, en sus inicios, esta feria se pensó como la versión de América Latina de La Feria del Libro de Fráncfort, la cual es la mayor feria comercial de libros del mundo en representación editorial, aunque menor que la de Guadalajara en número de asistentes

“En América Latina tenemos una larga tradición en las ferias como ventas del libro, en Frankfurt no se venden libros, solamente son encuentros de editores para compra de derechos. ¿Qué es lo que sucede en la FIL? Que los libros son caros, entonces un evento que pensábamos masivo para que la gente pudiera ir y encontrar materiales, creo que no es de utilidad; pero sí sirve para ver la diversidad de materiales. En México hay una red de bibliotecas muy importante, pero las bibliotecas tienen muy pocos recursos para adquirir libros; ellas podrían encontrar en la FIL un espacio para hacerse de su catálogo, pero si no tienen recursos, no asisten a las FIL. Esas son las contradicciones que hay que ir a decir a esos espacios, las editoriales tienen que participar, no sólo en venta, sino el acceso por diferentes vías a los materiales para fomentar una sociedad lectora”, dijo.
Diana Fuentes, profesora de la Universidad Autónoma de México (UAM) Xochimilco, dijo que esta feria es magnánima, porque ahí se cuecen negocios y vínculos sociales, es decir, se van a establecer relaciones y patrones culturales que les permitan a los expositores seguir teniendo un lugar y una voz que les legitima sus opiniones.
“Pero incluso esos reductos clásicos de la derecha en México, que además presumían ser cultos para legitimar su estatus, no están siendo invadido por nosotras, sino por la sociedad que ya no ve reflejados sus intereses en ellos. Habían otros pequeños foros donde se estaban discutiendo cosas interesantes sobre literatura, editoriales independientes; universidades que estaban hasta el fondo porque no tienen el dinero suficiente para ponerles luces, pantallas, entonces claro que hay una batalla simbólica de lo que es la cultura”, dijo.
La socióloga Teresa Rodríguez de la Vega comentó que Diana Fuentes y ella fueron a la presentación de Xóchitl Gálvez, excandidata presidencial de la oposición, pero la sensación fue de “autocomplacencia” entre el sector de la derecha que estaba ahí. En ese sentido, dijo que la FIL Guadalajara debería pasar a llamarse ‘Fi-FIL’ debido a que, cuando se lleva a cabo, comercializa la cultura, aunque subrayó que en los últimos años se han invitado a personajes de derecha con menor nivel intelectual.
“Esta feria es un momento donde se encuentra la élite cultural, pero llevan unos años en que se está volviendo un conclave de la derecha, porque convocan a personajes cada vez menos encumbrados para esa propia élite cultural. Es un buen signo del empobrecimiento de la derecha del país, porque siempre son los mismos: Denisse Dresser, Lorenzo Córdova, muy poco cambio generacional. Ni siquiera estaban los grandes intelectuales de la derecha, como Aguilar Camín. Creo que en parte es por la auto-marginación de un evento que está cada vez más sesgado políticamente, pero también porque se juega muchísimo dinero”, expresó.
La abogada y doctora en literatura, Ingrid Urgelles, comentó sobre la protesta de un grupo de periodistas y activistas a favor de Palestina que interrumpió la charla “Instrucciones para hablar de Medio Oriente”, la cual tenía prevista abordar la polémica del grupo de académicos del Colegio de México (Colmex) que firmaron un desplegado para romper relaciones con la Universidad de Tel Aviv.
“Irrumpió un grupo de jóvenes a decir ‘aquí no aceptamos discursos sionistas’, y esto se complementa con la presentación del libro ‘Contra el apagón. Voces de Gaza contra el genocidio’, que viene del FCE, que se hizo en un auditorio muy pequeño, a diferencia del que se iba a prestar para esa cuestión sionista, ahí se da uno cuenta que hay una preferencia. Pero todo tiene que ver con una cuestión económica, es un negocio muy grande porque siempre se ha financiado por gente que entra, que es masomenos 1 millón de personas, (les cobran 30 pesos a cada una para ingresar) y las distintas facultades de la UdeG tenían que comprar gafetes y pagar a la FIL, y cómo las pequeñas editoriales tienen que pagar por metro cuadrado. Es caro para las editoriales independientes, y ahí el que paga manda, y por eso ve uno cuestiones como esta sionista”, denunció.

Daniela Pastrana, celebró la labor que ha hecho el Fondo de Cultura Económica (FCE) y la Brigada para Leer en Libertad, a cargo de Paco Ignacio Taibo y Paloma Saiz, para realizar ferias del libro por todo el país, y por ello vio la necesidad de transmitir la Mesa Roja desde la FIL Guadalajara, para reconquistar espacios para la izquierda.
“Hay que reconquistar esos espacios, no tenemos por qué decir que ya está invadido por el discurso de la derecha y hay que dejarlo así porque así ha sido y será durante muchos años. No, hay que ir a pelear esos espacios y tenemos derecho a escuchar otras versiones, otras cosas que como bien decían, se dieron en espacios muy pequeños”, declaró.
Fuente: Julio Astillero
OSM/DSF




















