Renán Castro Madera, Director General
Redacción/ CAMBIO 22
Pocas historias empresariales en México han tenido un impacto tan profundo como la de la familia Arroyo Chávez. Todo comenzó en Guadalajara hace más de medio siglo, cuando un joven emprendedor decidió abrir una pequeña tienda con apenas cinco empleados. Lo que parecía una farmacia de barrio terminó siendo el origen de un imperio farmacéutico que hoy mueve miles de millones de pesos y emplea a miles de personas en todo el país.
Con trabajo constante, visión a largo plazo y un profundo conocimiento del sector salud, esta familia jalisciense supo escalar su negocio hasta convertirlo en una de las cadenas de farmacias más importantes de México: Farmacias Guadalajara. Su modelo de negocio integró desde temprano el autoservicio, la expansión territorial y una logística eficiente que marcó la diferencia frente a otras farmacias tradicionales.
La historia de la familia Arroyo Chávez está estrechamente ligada al crecimiento de Guadalajara y al auge del sector salud en México. La farmacia inicial fue fundada por Carlos Arroyo Chávez en 1942, y desde sus primeros años se caracterizó por su enfoque en la atención al cliente, precios competitivos y horarios extendidos.
Con el paso del tiempo, los Arroyo Chávez no solo acumularon una fortuna significativa, sino que también ocuparon un lugar destacado en el ecosistema empresarial de México. Hoy, figuran entre las familias más influyentes de Jalisco, con inversiones que van más allá del rubro farmacéutico e impactan en el desarrollo económico de toda la región.
En la actualidad, Corporativo Fragua es la empresa matriz que administra Farmacias Guadalajara y otras marcas relacionadas con el retail, la salud y la logística. Con más de 2,500 sucursales en todo el país y una plantilla que supera los 45,000 empleados, Fragua cotiza en la Bolsa Mexicana de Valores y es considerada una de las cadenas más confiables por los consumidores mexicanos.
El corporativo ha apostado en los últimos años por la digitalización, el comercio electrónico y la expansión a nuevos formatos de tienda, incluyendo clínicas adjuntas y servicios de entrega a domicilio. Todo esto ha permitido mantener su competitividad frente a grandes cadenas internacionales que han intentado ingresar al mercado mexicano.
La historia de la familia Arroyo Chávez es un ejemplo de cómo una pequeña iniciativa, bien gestionada, puede transformarse en un gigante empresarial. Su legado continúa escribiéndose cada día en las calles de México, donde sus farmacias ya son parte del paisaje urbano.
Fuente: Ámbito
redaccionqroo@diariocambio22.mx
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