Redacción/CAMBIO 22

JOSÉ MARÍA MORELOS, 4 de julio. –  La cultura de la prevención es de vital importancia  para enfrentar los embates de la naturaleza, y en la mayoría de las comunidades, esta práctica es muy evidente. Don Alfredo Gonzales Reyes es un claro ejemplo de ello. Con una vasta experiencia acumulada a lo largo de los años, Don Alfredo sabe que ante la llegada de un huracán, lo primero es buscar un lugar seguro para resguardarse de los fuertes vientos y de las intensas lluvias. Además, enfatiza la importancia de proteger documentos importantes y estar preparados para cualquier eventualidad.

En el contexto actual, con el Huracán Beryl acercándose, Don Alfredo recuerda con claridad su experiencia con el Huracán Gilberto hace 36 años. A pesar de que en aquel entonces los vientos se sintieron en la alcaldía de Dziuché, el daño no pasó a mayores. La memoria de Don Alfredo también abarca otros huracanes significativos como Roxana, Mitch e Isidoro, este último responsable de inundar San Marcos. Además, rememora su niñez junto a sus hermanos, cuando vivieron el paso devastador de los huracanes Hilda y Janet, los cuales derribaron casas en Dziuché, ya que en esa época la mayoría de las viviendas eran de huano y no ofrecían la seguridad necesaria.

A pesar de estas experiencias, Don Alfredo subraya que hasta la fecha, en su comunidad no han vivido un huracán tan devastador como los que han afectado a otros lugares. Esta perspectiva resalta la importancia de la preparación y la prevención, elementos cruciales para minimizar el impacto de estos fenómenos naturales.

 

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