► La falta de lluvia y la pérdida de las costumbres ancestrales amenazan la agricultura en la comunidad maya

 

Redacción/CAMBIO 22

JOSÉ MARÍA MORELOS, 22 de mayo.- A más de cuatro meses sin lluvia, los campesinos de la zona maya, como Don José Kú Chi, lamentan que algunas tradiciones para pedir la lluvia, como la ceremonia del Ch’aa Chaak, vayan quedando en el olvido. Desde la cosmovisión maya, esta pérdida de rituales se traduce en sequías más prolongadas y un calor más intenso, afectando gravemente la agricultura y el bienestar de la comunidad.

En el pasado, cada mes de mayo se iniciaban las rogativas, conocidas como novenas, en las que se repartía el balché, la bebida sagrada maya. Este acto marcaba el inicio de la primicia, garantizando abundancia de lluvias y buenas cosechas. Estas ceremonias eran importantes para asegurar la prosperidad agrícola y la armonía con la naturaleza.

Sin embargo, Don José comenta con tristeza que en los últimos años, muchas personas no toman en serio la ceremonia del Ch’aa Chaak. “Se combina con licor y otros alimentos, lo cual no es válido, pues la ceremonia es sagrada”, explica. “Si la ofrenda no se realiza con el debido respeto, no es recibida. Mucho depende de la fe con que la ceremonia se realice.”

El respeto y la devoción son importantes para que estas ceremonias tengan el efecto deseado. Don José menciona que incluso han observado que muchos sacerdotes mayas actuales, los X’men, no siguen con las ceremonias tradicionales. “Hemos visto que los X’men actuales no conocen realmente las tradiciones, por lo que se podría decir que son falsos”, afirma.

La pérdida de estas tradiciones no solo afecta la espiritualidad de la comunidad, sino también su sustento. La conexión entre la ceremonia del Ch’aa Chaak y la abundancia de lluvias es un vínculo profundo en la cosmovisión maya, y su desatención podría tener consecuencias desastrosas.

Para Don José y muchos otros campesinos, recuperar y respetar estas tradiciones es crucial para enfrentar las adversidades climáticas y mantener viva la rica herencia cultural de la comunidad. “Debemos recordar y respetar nuestras raíces para asegurar nuestro futuro”, concluye con esperanza.

 

redaccionqroo@diariocambio22.mx

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