Redacción/CAMBIO 22

La carne es uno de los alimentos más completos dada la cantidad de proteínas que contiene y con el crecimiento de la población a nivel mundial, la industria cárnica enfrenta retos para cubrir estas necesidades.

De acuerdo con Carnetec, para 2050 la producción de carne será suficiente para satisfacer a ocho millones de personas, cifra que queda por debajo de la población la población estimada por Gilland, que sería de mil millones.

Para ello, la industria cárnica está en busca de nuevas formas de producir y procesar la carne y por ello ha ido explorando técnicas biotecnológicas como la clonación y la modificación genética.

No obstante, los consumidores aún se preguntan qué tan sana es la carne modificada, qué beneficios brinda o su provoca algún tipo de efectos secundarios.

Existen cuatro tipos de carne modificada:

• Aquellas que son alternativas de carne y que contienen proteínas alternas como micoproteínas o proteínas provenientes de plantas o insectos.

• La carne in vitro que se deriva a partir de tejidos y células cultivadas en un laboratorio.

• Los animales clonados a partir de replicar genéticamente al padre, es decir generar un “clon”.

• La carne genéticamente modificada.

La carne genéticamente modificada proviene de animales cuyo genoma ha sido alterado en el laboratorio con el fin de mejorar cierta cualidad o conferirle cierto atributo al animal. Es una herramienta biotecnológica muy valiosa para resolver problemas en ciertas razas de animales.

Sin embargo, actualmente no existe ganado genéticamente modificado aprobado para consumo humano. Las carnes artificiales que cuentan con mayor aprobación son las carnes alternas de proteínas como la soya, o derivadas de proteínas de trigo o micoproteína, o a partir de insectos.

No obstante esto esfuerzo no ha sido suficiente, ya que la industria cárnica se enfrenta a duros retos que tiene que vencer, como por ejemplo, el convencer a la industria alimetaria y a los mismos consumidores de que ésta podría ser otra opción de alimentación en un futuro y que posiblemente pueda cubrir con la creciente demanda de dicha proteína.

Cabe aclarar que con esto, no se intenta que la carne natural sea reemplazada en su totalidad, más bien es una alternativa que busca aumentar la capacidad de producción, así como contribuir a la sostenibilidad de nuestro planeta.

 

Fuente: thefoodtech

GCH

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