“La Barredora”, El Grupo Criminal que Ejemplifica la Protección del Estado al Crimen Organizado en México
24 Jul. 2025
La creación de este grupo criminal no fue producto de las circunstancias, fue diseñado para estigmatizar un gobierno que no midió el alcance de sus decisiones y la hipócrita figura del cambio.
Aunque en honor a la verdad, está historia no es diferente a otras tantas que se han forjado en varias entidades y en otros sexenios, pero sí explican la razón por la cual México y sus autoridades se encuentran bajo vigilancia especial del gobierno de los Estados Unidos.
Renán Castro Madera/CAMBIO 22
La historia de la fundación de “La Barredora” en Tabasco, no es diferente a otras tantas que se han forjado en varias entidades y en otros sexenios, pero sí explican la razón por la cual México y sus autoridades se encuentran bajo vigilancia especial del gobierno de los Estados Unidos.
Esta relación gobierno-criminales es una mínima parte de los casos que confirman las estimaciones del vecino país del Norte, mismas que han asegurado que más del 30% del territorio mexicano se encuentra bajo el dominio del narcotráfico.

Tabasco, lo ejemplificó de manera contundente cuando se confirmó la alianza que formaron altos funcionarios estatales con el crimen organizado y que dio paso a la formación del Cartel policiaco-criminal “La Barredora”.

Los hechos hablan por sí solos, y no se trata de magnificar un caso para afectar la carrera de Adán Augusto López Hernández, que siempre utilizó la imagen del “caudillo” para hacerse dueño absoluto de los estados del sureste mexicano.
No, al contrario, se trata de reafirmar algo que un gran número de pobladores del sureste sabíamos, la complicidad del gobierno con el crimen organizado.

De igual manera debería revisarse que ha ocurrido en estados claves como Quintana Roo, Chiapas o Oaxaca para dar con el origen del crecimiento del crimen organizado durante el pasado sexenio y en estos primeros años del actual.

La simulación y compadrazgo no llevan a nada bueno, urge una revisión a fondo sobre los tentáculos que se extendieron desde el sexenio pasado en los estados del sureste en donde Adán Augusto, tejió complicidades para imponer Secretarios de Seguridad Pública y hasta titulares de Fiscalías.
Los reportes de inteligencia militar y del Centro Nacional de Inteligencia (INI) que jamás fueron tomados en cuenta y que han afectado para el alimento de las causas que hoy nos impactan a todos los que vivimos en esta zona del país.

Deberían de empezar con el análisis sobre los nombramientos de Fiscales y Secretarios de Seguridad Pública que mantienen ascendencia con el grupo político que representa Adán Augusto López Hernández y también del ex titular del INI el general Audumaro Martínez Zapata, para poder dimensionar y entender el enorme daño que le han causado a la sociedad.
#MéxicoNuestro | El Cártel Jalisco Nueva Generación anuncia que está en Tabasco y que actuará contra integrantes de “La Barredora”, lo que comprueba la fractura existente entre esas organizaciones criminales. pic.twitter.com/uxBQ9vYFsS
— Diario CAMBIO 22 (@DiarioCAMBIO22) February 3, 2024
General Audumaro Martínez Zapata

El caso Tabasco, no es un hecho aislado, tan sólo es una pequeña muestra de los resultados que arrojó la política gubernamental “abrazos, no balazos” implementado por el entonces Presidente Andrés Manuel López Obrador y que fue bien utilizado por personajes siniestros que hasta les alcanzó para patrocinar la precandidatura de una senadora en Chihuahua.
Adán Augusto López Hernández, entonces gobernador tabasqueño, aunque hoy minimice su cercanía con Hernán Bermúdez Requena, diversas notas periodísticas ubican esa amistad con más de 30 años de convivencia cercana.

Y su arribo a la titularidad de la Secretaria de Seguridad Pública de Tabasco, si bien llegó meses después del ascenso de Adán Augusto, pues ocurrió tras la declinación del entonces titular Ángel Mario Martínez, quien por cierto declinó continuar con el encargo tras sospechar del ingreso y los pactos que ya habían con el narco de la mano del ex policía Federal, Ulises Pinto Madera y quién gozaba de toda la protección de los altos mandos policiacos.

Ulises Pinto Madera “El comandante Pinto”, para entonces ya había tomado para el CJNG, la zona Sur del vecino estado de Chiapas, además de algunas poblaciones tabasqueñas colindantes con la entidad chiapaneca.


Los arreglos para el ingreso del grupo criminal, lo llevaron a cabo el licenciado Hernán Bermúdez Requena, que en ese entonces ocupaba el cargo de Jefe de la Policía de Investigación de la Fiscalía General de Tabasco, según había confesado Ulises Pinto Madera a varios de sus allegados ante de pasar a formar parte del equipo de confianza del alto jefe policiaco, que por cierto su amistad surgió desde la extinta Policía Judicial Federal.

Al respecto Adán Augusto señaló: “Yo conozco a Bermúdez desde hace muchos años, es un policía de trayectoria ahí en Tabasco”, dijo el coordinador de la bancada morenista en el senado y más ahora, que ha enumerado los cargos que Bermúdez Requena, ocupó antes de que él lo nombrara su jefe policiaco.


Tras su nombramiento como titular de seguridad pública estatal, Bermúdez Requena incorporó a su equipo de trabajo como su jefe de escoltas a Ulises Pinto Madera y a otros elementos de menor jerarquía del CJNG.

Con estos datos de alerta se llenaban las tarjetas informativas que no dejaban de fluir a los altos mandos castrenses y hasta la Presidencia de la República que en ese entonces encabezaba Andrés Manuel López Obrador.
Además estás tarjetas de igual manera pasaban por el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) que en ese entonces dirigía el general de Brigada Audumaro Martínez Zapata, también de origen tabasqueño.

Sin embargo y pese a la gravedad del caso nadie hizo nada por “disposición superior” excusaban los mandos militares que observaban el crecimiento del crimen organizado en estados claves del sureste mexicano y en especial de la entidad tabasqueña.
Tras mantener un bajo perfil Ulises Pinto Madera reapareció con la llegada de Hernán Bemúdez Requena, a la Secretaria de Seguridad Pública de Tabasco y en la corporación estatal de seguridad pública se le conocía como “El 13”, aunque en en el bajo mundo le decían “Comandante Pinto” o “El Pinto”.

Según diversas tarjetas informativas detallan que no estaba incluido en la plantilla oficial de los elementos de la Secretaria de Seguridad Pública, sin embargo, formaba parte del Staf principal de Bermúdez Requena al igual que Carlos Tomás Rodríguez Díaz “El Tomasin” o “El 12”.

Aunque de manera oficial no formaba parte de la plantilla policiaca tabasqueña, solían portar uniformes de esa corporación, sobre todo Ulises Pinto quien se ostentaba como comandante de las “Fuerzas Especiales”; aunque realmente su trabajo “era hacer los trabajos sucios” del grupo institucional bajo el cargo de Bermúdez Requena.
Esto es cobro de piso, extorsiones, secuestros, trasiego de drogas, huachicoleo y mantener a raya a cualquier organización criminal que osara entrar a territorio tabasqueño. Todo lo ilegal y criminal lo coordinaban “el 12” y “El 13”.


Eso está consignado en los reportes de inteligencia militar y los archivos filtrados en los Guakama Leak, y a ese grupo se le empezó a llamar “La Barredora”, la organización criminal protegida por mandos policiacos de Tabasco encabezados por Hernán Bermúdez Requena, “El Comandante H”.
Todo funcionó a la perfección hasta el 22 de diciembre del 2023, cuando todos los mandos de “La Barredora” brindaban por la llegada de la navidad, en la residencia de Bermúdez Requena en el exclusivo Club Campestre de Villahermosa, en algún momento y por diferencias en la repartición del botín, del ‘bono anual’, del aguinaldo y la planeación del retiro para el 2024 por el cambio de gobierno.

Otra tarjeta informativa señala que la discusión se originó tras la negación de Bermúdez Requena a garantizar la continuidad de la protección a “La Barredora” en el sexenio que encabezaría Javier May Rodríguez.


Los acuerdos habían concluido, la Impunidad llegaba a su fin con la llegada del nuevo gobierno, aunque las disputas y diferencias ya se hacían presentes.
Testigos que han declarado ante autoridades dijeron que del brindis pasaron a los balazos; los miembros de “La Barredora” encabezada por Bermúdez Requena alias el “Comandante H” no se pusieron de acuerdo con la gente de Ulises Pinto y se agarraron a balazos.
En la discusión, Bermúdez Requena terminó con un cachazo en la cabeza, y un balazo en el brazo derecho; Carlos Tomás Díaz Rodríguez, con dos balazos en el costado izquierdo y Ulises Pinto el agresor con tres disparos que no pusieron en riesgo su vida y que le permitió coordinar una escaramuza regional que cimbró la seguridad de los tabasqueños.


Los ‘hombres’ de Hernán Bermúdez Requena y Ulises Pinto Madera, se enfrascaron en una balacera que se prologó por varias calles del exclusivo fraccionamiento: Ulises huyó con dos escoltas por el Campo de Golf y fue rescatado en la calle Samarkanda huyendo hacia la zona del Country Club y refugiándose en el Poblado C-23, de la Chontalpa.
En un primer momento, fuentes oficiales desmintieron el ataque contra Hernán Bermúdez y aseguraron que no hubo atentado, que fue una persecución entre dos bandas que ingresaron al Campestre rompiendo las ‘plumas’ de la entrada.


Las autoridades también reportaron persecuciones y balaceras en accesos a la ciudad, mientras que el Ejército y la Guardia Nacional desplegaron medidas de seguridad.
Ulises Pinto Madera, demostró que tenía el control de la delincuencia, a su llamado, Tabasco vivió una noche de violencia que dejó al menos 30 vehículos quemados, la desaparición de dos personas y la trágica pérdida de tres vidas en motines carcelarios.
Una semana después, las huestes de Ulises Pinto volvieron atacar en diferentes puntos de la capital tabasqueña quemando vehículos, asaltando negocios y asesinando a personas inocentes; Bermúdez Requena renuncia hasta el 5 de enero del 2024, quedando de encargado el Comisionado de la Policía, José del Carmen Castillo Ramírez, quien enfrentó una serie de asesinatos, todos relacionados con el crimen organizado, precedido por el operativo “Tabasco Seguro” ordenado por el entonces Presidente Andrés Manuel López Obrador por lo que llegaron a Tabasco 2,500 elementos de las fuerzas armadas atacando bases y estructuras de “La Barredora” sobre todo en la capital tabasqueña.

José del Carmen Castillo Ramírez “La Rana”


El 2 de febrero del 2024, con bombo y platillo el gobernador interino Carlos Manuel Merino Campos, anunció que “para conservar la armonía, la paz y seguridad de Tabasco”, nombraba al general Víctor Hugo Chávez Martínez como nuevo titular de la SSPCT.
Al día siguiente el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) a través de un video difundido en redes, se desligó de “La Barredora” y anunció una “limpia” pues los acusó de ser quienes mantenían la ola de violencia y ejecuciones en el estado.

En tanto, los trascendidos en el medio policiaco de Tabasco dijeron que Ulises Pinto tenía nexos con el CJNG y quería entregarles la plaza a la salida de Bermúdez Requena, aunque este último se negó y por ello los ataques de la gente “El Mamado”.
Hoy se sabe que Ulises Pinto encabezaba desde Pichucalco y Reforma Chiapas, la embestida contra los líderes de “La Barredora”, la amenaza del video se está cumpliendo, las ejecuciones y decapitaciones de integrantes de ese grupo son a diario y por todo el estado ¿Quién los conocía y sabía sus ubicaciones y modos de operar?: Ulises Pinto Madera pues los coordinaba para delinquir.

Según TResearch despacho dedicado la evaluación y numeraría de actos criminales en México indicó que en esos días de violencia extrema en Tabasco, se habían cometido 69 homicidios dolosos, 58 de ellos están señalados de ser integrantes de “La Barredora”.
Ante la creciente violencia contra los integrantes de “La Barredora” muchos decidieron abandonar el estado tal es el caso del “El Tomasin” o “El 12” que después de la refriega del 22 de diciembre, en donde resultó con dos disparos en las costillas se refugió en Mérida, Yucatán, en una quinta en la zona de Temozón Norte, de la capital yucateca, una nueva área de Mérida que se caracteriza por los residenciales de lujo.
En el video donde decapitan a tres integrantes de “La Barredora” en Cunduacán, le envían mensajes y ‘saludos’ a Tomás hasta Mérida.
Hoy, está historia de horror ha dejado de muestra la complicidad del crimen organizado con autoridades al más alto nivel en el pasado sexenio.

Una lección que jamás debe permitirse que vuelva a ocurrir, porque si bien ahora se están retomando las investigaciones para acabar con la Impunidad, es claro que Adán Augusto “no está solo” como repitieron el pasado domingo los asistentes a la reunión del Consejo Nacional Morenista, hay varios personajes al más alto nivel que permanecen incrustados en el aparato del poder y que son tan responsables como Adán Augusto López Hernández.
Con Datos del Sistema de Notícias CAMBIO 22
alazan1031@gmail.com
redaccionqroo@diariocambio22.mx
MRM-RCM




















