La Avenida 135 de Cancún, un Caos Vial que Viven a Diario Miles de Automovilistas
11 Oct. 2024
Olivia Vázquez/CAMBIO 22
CANCÚN, Q. ROO, 11 de octubre.- La avenida 135 que libra todo el polígono sur de Cancún y que es la principal arteria vial de entrada y salida de docenas de fraccionamientos privados, se ha convertido en un verdadero dolor de cabeza para miles de automovilistas que buscan salir todos los días de sus desarrollos, pues un mínimo accidente vial, pone de cabeza todos los días esa vialidad.
Lo que fue planeado como una vía alterna de conexión con la avenida Huayacán, para dar salida y conectividad hacía el Bulevar Colosio y la carretera alterna para conectar con la 307 rumbo a Solidaridad, es ahora uno de los mayores atores viales que reporta esta ciudad y que obliga a miles de trabajadores todos los días a perder tiempos de traslado para poder conectar con el bulevar Colosio de recién remodelación.
La mala planeación que dejó una sola vialidad principal a más de 30 fraccionamientos que conectan con la zona, se revela todos los días, sobre todo en horas picos donde miles de automovilistas no tienen otra opción que esperar avanzar a vuelta de rueda para salir del tráfico.
Aunque en la planeación y la nueva inversión vial que se ha dado en el destino se construyó recientemente la avenida prolongación Chacmool que da esa conexión directa entre Huayacán y Colosio, sigue sin completarse el tramo verdadero de la avenida Chacmool, que daría conexión directa al bulevar Huayacán desviando a otras docenas de fraccionamientos de las regiones 500as, que tienen que tomar forzosamente la 135 si quieren salir rumbo al aeropuerto internacional o la Riviera Maya, sin tener que dar la vuelta hasta la prolongación la Luna o el distribuidor vial.
Esta vialidad de la 135 que también fue rehabilitada en algunos tramos el año anterior, es de nacimiento insuficiente para atender a los miles de habitantes que viven en los fraccionamientos privados del polígono de mayor desarrollo y hasta ahora y aunque la vialidad cuenta con tres carriles de cada lado, no se tiene ningún semáforo ni personal de tránsito que pudiera disminuir ese cuello de botella que se forma en todas las entradas y salidas de los fraccionamientos y en donde sus residentes buscan salir de ahí a como de lugar en horas picos convirtiendo la vialidad en un largo estacionamiento.
En las horas pico o de algún accidente vial, el automovilista se puede quedar atorado más de media hora en un tramo que no comprende ni los dos kilómetros, y cuando se logra librar, hay que ver que tan cargada va la avenida Huayacán y después la Colosio.
JFCB