La Agricultura en Colombia Enfrenta el Cambio Climático: La Regenerativa Como Solución Clave
3 Dic. 2024
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El Foro Económico Mundial destaca cómo la agricultura contribuye al cambio climático y sugiere la agricultura regenerativa como una vía para mejorar la productividad y mitigar sus efectos, aunque enfrenta retos de financiación
Redacción/CAMBIO 22
La agricultura es uno de los sectores de la economía que se considera como uno de los que más emisiones de Gases Efecto Invernadero (GEI) produce, al tiempo que utiliza gran parte de los recursos hídricos, no solo del país, sino también a nivel mundial.
El Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés), destacó que el sistema alimentario del mundo se encuentra en una coyuntura crítica, ya que es uno de los mayores contribuyentes en las afectaciones por el cambio climático, mientras que también sufre sus efectos.
En ese sentido, este sector, tiene una de las dinámicas que podrían ayudar a mitigar los efectos del cambio climático y de igual forma, contribuir sosteniblemente en la seguridad alimentaria a nivel global.
En concreto, el informe del Foro destaca el impacto de la agricultura regenerativa, adoptando la siembra directa, la agrosilvicultura, la rotación de cultivos y los cultivos de cobertura, permitiendo la restauración del suelo. En términos generales, el WEF sostiene que la agricultura es uno de los motores contaminantes, siendo responsable del 37% de las emisiones globales de GEI, al tiempo que utiliza el 70% de los recursos hídricos del planeta.
Así mismo, la alerta se enciende en la medida en que los suelos muestran un ritmo de deterioro mayor, con alrededor de 12 millones de hectáreas convertidas en desierto cada año, siendo una superficie similar del tamaño de Islandia.
Uno de los datos que más llama la atención es que según la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CNULD), sin un control certero, el 90% de los suelos del mundo podrían estar degradados en 2050, lo que desestabilizaría aún más los sistemas alimentarios y aumentaría la pobreza y el hambre.
Por esta razón, se pretende mostrar que la agricultura regenerativa, es una de las alternativas verdes para la captura de carbono y aumento del cuidado de la biodiversidad. Según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, incrementar el proceso de secuestro de carbono en el suelo a través de la agricultura regenerativa podría capturar hasta 23 gigatoneladas de dióxido de carbono para 2050.
Esto, explican en el informe, sería una parte sustancial de la mitigación necesaria para limitar el calentamiento global a 1,5 grados centígrados. Agregan, que este tipo de agricultura aumenta la resiliencia a los impactos climáticos al mejorar la retención del agua, aumentar la biodiversidad y crear ecosistemas sanos.
“En lugares donde el cambio climático ya está causando estragos en la agricultura, como en el África subsahariana, América Latina y el sur de Asia, las prácticas regenerativas pueden ayudar a los agricultores a aumentar sus cosechas, reducir su dependencia de insumos caros, como fertilizantes sintéticos, y proteger sus medios de vida de las condiciones meteorológicas extremas”, afirman.
Déficit en la financiación
Sin embargo, uno de los mayores retos para enfrentar los impactos del cambio climático es el déficit de la financiación para esta materia. En ese sentido, el Foro detalló que a pesar de que en la última década los recursos contra los efectos del daño al medio ambiente se han duplicado, los dineros a nivel de proyecto para el sistema agroalimentario siguen siendo bajos, constituyendo solo el 3% del total de la financiación climática mundial.
“Los recursos para mitigación en el sector agroalimentario fueron de solo US$14.400 millones durante 2019-2020, un mero 2,2% de la financiación climática total y un 2,4% de la financiación global de la mitigación”, sostiene el WEF. Además, aseguran que en contraste de esta situación, el sector de las energías renovables recibe el 51% de la financiación climática, mientras el transporte de bajas emisiones recibe el 26%.
Ahora bien, se estima que para reducir a la mitad las emisiones de los sistemas alimentarios de aquí a 2030, las inversiones anuales en agroalimentación deben incrementarse hasta los US$260.000 millones. También, dicen que según el International Food Policy Research Institute la inversión anual que se requiere es de hasta US$350.000 millones hasta ese mismo año.
“Una solución es desarrollar instrumentos financieros innovadores para apoyar la agricultura regenerativa. Los bonos climáticos basados en la naturaleza y los modelos de financiación mixta pueden movilizar inversiones a gran escala, vinculando los rendimientos financieros a resultados verificables de sostenibilidad”, señalan.
Caso Colombia
Uno de los sectores de la agricultura que se resalta como uno de los principales contaminantes a nivel mundial y en Colombia, es la ganadería. Sin embargo, diferentes productores han venido creando estrategías que contribuyen en la mitigación de esos efectos, implementando un modelo donde se realiza un proceso productivo regenerativo que contribuye especialmente en prevenir la desertificación de los suelos.
Un ejemplo de ello es la Hacienda Las Carolinas, quieres vienen haciendo una ganadería regenerativa, a través de la rotación del pastoreo en diferentes estaciones para proteger y renovar los suelos.
De acuerdo con el CEO de la Hacienda, Nelson Eduardo Martelo, el objetivo es hacer crecer los suelos de forma saludable, lo que en la mayoría de los casos representa mejoras en los indicadores de productividad. Esta rotación del pastoreo, implica la renovación de los suelos que puede tardar, dependiendo del predio, entre 35 a 180 días en recuperar el pasto e incluso 400 días, si es temporada seca.
“La misión básica es evitar la desertificación de los suelos. Si crecemos en suelos productivos o sanos, la productividad del agro va a ser mayor y eso ayuda a mitigar los efectos del clima y las tragedias medioambientales. Eso hace parte fundamental de lo que hacemos y del ecosistema. Nos basamos en principios básicos como que la naturaleza funciona como un todo”; indicó.
Adicionalmente, este modelo reduce el uso de agroquímicos, lo que se traduce en menores costos de producción, no solo para los ganaderos, sino para los agricultores de otros sectores.
Fuente: Portafolio
VAC/AGF