La Actual Crisis de la Migración
21 Mar. 2024
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Las implicaciones de la Ley SB4 en Texas y su impacto en la vida de los migrantes. ¿Violación a los derechos humanos? ¿Qué futuro depara esta discusión jurídica?
Redacción/ CAMBIO 22
Con el reciente debate surgido por la posible entrada en vigor por la conocida como Ley SB4 en el estado de Texas, además de la interesante discusión jurídica que esto conlleva, es preciso estudiar las implicaciones que la aplicación de una norma como esta tendrá en la vida de muchas personas.
Tal como se señaló a través de un comunicado de prensa dado a conocer esta misma semana por la Secretaría de Relaciones Exteriores del gobierno federal mexicano, dicha ley “pretende detener el flujo de personas migrantes mediante su criminalización, fomentando la separación de familias, discriminación y perfilamiento racial que atentan contra los derechos humanos de la comunidad migrante”.
Y es que la Ley SB4 se ha convertido en un foco de discusión a partir de su aprobación a finales del año pasado por parte del congreso local de Texas, pues tal como sucede en el caso mexicano, en los Estados Unidos es el gobierno federal el facultado para regular todo lo relacionado con la migración de acuerdo con la Constitución y con diversas leyes federales, teniendo que históricamente las partes integrantes de la federación (como es Texas) no cuentan con la potestad de hacerlo.
Además de los claros problemas que tiene la Ley SB4 por lo que parece ser una clara transgresión al contenido de la Carta Magna estadounidense, tal como lo ha señalado la cancillería mexicana su eventual aplicación implica una clara violación a los derechos humanos pues, entre otras cosas, autoriza a la policía local y estatal arrestar, procesar y deportar a las personas que sean sospechosas de haber cruzado de manera irregular la frontera de los Estados Unidos, llegando al extremo de establecer desde sanciones de carácter administrativo hasta otras de carácter penal.
Aun cuando la crisis migratoria ha ido en aumento gracias a las cada vez más difíciles condiciones de vida existentes en los países de origen de las personas migrantes, ni estos países, ni los de tránsito, ni los de destino han mostrado la voluntad suficiente para articular una respuesta conjunta que, poniendo al centro el respeto a los derechos humanos, produzca una migración que deje de ser forzada y sea segura, ordenada y regular.
Lamentablemente, la lucha por el poder que hoy se vive en los Estados Unidos entre los demócratas y los republicanos, ha producido que el principal punto de disputa entre ambos proyectos sea precisamente la política migratoria que en adelante se implementará en aquel país, teniendo que con la participación de personajes como el candidato Trump y el gobernador Abbott, la discusión en torno a posibles fórmulas para solucionar junto con los demás países esta profunda crisis se ha visto reducida a tomar una postura entre insultar y estigmatizar a las personas migrantes o no.
Los riesgos a los que se exponen y en muchos casos los abusos que viven las personas migrantes en el viacrucis al que se someten por el simple hecho de buscar tener un mejor presente y futuro para ellas y para sus familias, debe hacernos reflexionar sobre lo que como países de origen y tránsito (como el caso de México) estamos haciendo.
Indudablemente, el tema migratorio será en los próximos años el centro de tensión con la más importante relación bilateral que tiene nuestro país, teniendo México que tomar con mayor seriedad este asunto.
Finalmente, lo que debería ser una decisión fruto de un ejercicio pleno de la libertad, se ha convertido en una decisión obligada debido a que los gobiernos de muchos países han sido incapaces de garantizar para sus habitantes condiciones mínimas de dignidad que los inviten a permanecer en ellos viviendo la vida que cualquier persona merecemos vivir.
Fuente: La lista
GFB