Redacción / CAMBIO 22

José María Morelos, 16 de julio. –  Ana Juan Bautista Escamilla, joven activista indígena no binaria, tallerista y gestora cultural en formación, actualmente estudiante de la Universidad Intercultural Maya de Quintana Roo (UIMQROO), fue una de las 20 estudiantes seleccionadas a nivel nacional para participar en el Verano Intercultural Verin-Colmex, un programa impulsado por El Colegio de México con el respaldo de Fundación Santander, Fundación Coppel, Fundación Colmex y Siete Colores.

El programa reunió a estudiantes de universidades interculturales de todo el país, quienes durante su estancia en la Ciudad de México abordaron temas relacionados con políticas públicas, educación, estudios de género, derechos lingüísticos y retos actuales que enfrentan los pueblos originarios en México.

“Fuimos a aprender sobre la realidad que vivimos desde nuestras comunidades, sobre cómo se construyen las políticas públicas y cómo los estudios de género y lingüísticos pueden incidir en nuestras vidas y territorios”, explicó Ana, quien ha trabajado como tallerista comunitaria en la zona maya de Quintana Roo, compartiendo saberes sobre cultura, diversidad sexual, derechos humanos y autocuidado.

Ana destacó que más allá del prestigio del programa, su participación representa un acto de autonomía y una decisión consciente de transformar su entorno desde los recursos disponibles. “Aquí en la zona maya muchas veces no tenemos todos los accesos, pero lo importante es qué hacemos con lo que sí tenemos. Yo he aprendido a buscar alternativas, a informarme, a capacitarme con lo que esté a mi alcance”, comentó.

También subrayó que la formación académica es solo una herramienta, y que lo fundamental es la voluntad personal. “Puedes estar en el mejor contexto, con los mayores privilegios, pero si no tienes el compromiso de aprovecharlo, no sirve de mucho. También puedes venir de un contexto vulnerable y decidir dar lo mejor de ti para llegar a donde sueñas”, expresó con firmeza.

Para la joven activista, el acceso a programas como Verin-Colmex demuestra que las juventudes indígenas tienen la capacidad de abrirse camino a través del esfuerzo, la curiosidad y la persistencia. “He sido seleccionada entre muchos jóvenes, y no porque haya tenido más, sino porque me pregunté cómo podía lograrlo, y empecé a construir ese camino. Todo inició con un ‘¿cómo le hago?’”, relató.

Finalmente, Ana reflexionó sobre las oportunidades que representan los medios digitales. Aunque reconoció que el exceso de información puede provocar ansiedad y desconexión del entorno, también considera que la tecnología, bien utilizada, puede ser una herramienta poderosa para la formación y la incidencia social.

“Nos toca a nosotros decidir cómo usar los recursos que tenemos. El compromiso con el cambio empieza desde lo personal”, concluyó.

 

 

 

redaccionqroo@diariocambio22.mx

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