Yolanda Gutiérrez/CAMBIO 22

ISLA MUJERES, Q.ROO, 12 de agosto-. La concesionaria Aguakan cobra el servicio a precio de oro, hasta por el aire que expulsan las tuberías, mientras cientos de familias de gran parte de las colonias de Isla Mujeres padecen un sistemático desabasto de agua potable, bien por falta de presión o porque, de plano, no cae una sola gota de las llaves.

El grave problema deriva del crecimiento desmedido de la infraestructura hotelera, que ha rebasado con creces la capacidad de Aguakan y la empresa se ve obligada a distribuir el agua y bombear por sectores, de tal modo que el vital líquido nunca falte en los más grandes centros de hospedaje, mucho menos en plena temporada alta.

Mientras, resultan afectadas las familias que no tienen cómo almacenar el líquido o, pese a contar con tinaco, no pueden llenarlo a causa de la escasa presión, salvo que inviertan en una bomba para que el agua suba hasta los contenedores.

Desde el año pasado la empresa se enfoca a la construcción de nuevos cárcamos de aguas residuales, uno en la zona centro y dos más en la Punta Sur e introducción de tuberías para el drenaje sanitario y, al parecer, su presupuesto no contempla aumentar el número de cárcamos de agua potable o, al menos, Aguakan no ha dado a conocer públicamente una posible inversión en este rubro.

Cansados de la excusa de la concesionaria y culpar a la CFE cuando, a causa de algún apagón, no pueden bombear para distribuir el vital líquido, los isleños proponen que una parte de lo que les roban mensualmente por el agua que no llega y el aire de las tuberías, lo inviertan en plantas de luz para no depender de la paraestatal. 

 

y.gutierrez@diariocambio22.mx

GCH

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