• Un Estudio Dirigido por la Antropóloga Cynthia Beall Muestra Sorprendentes Adaptaciones Fisiológicas en Mujeres Tibetanas que les Permiten Prosperar a más De 3,500 Metros, Destacando el Papel de la Selección Natural en la Evolución Humana y la Optimización de su Sistema Circulatorio Para Manejar Condiciones de Oxígeno Reducido

 

Redacción / CAMBIO 22

Un grupo de investigadores descubrió que las comunidades del Tíbet han desarrollado adaptaciones que les permiten prosperar en altitudes superiores a los 3,500 metros, donde la mayoría de las personas experimenta dificultades respiratorias. Estos cambios han ocurrido a lo largo de miles de años, evidenciando cómo la selección natural sigue actuando sobre los humanos.

Adaptaciones a la vida en las alturas: claves del estudio

Dirigido por la antropóloga Cynthia Beall, un equipo de investigación analizó a 417 mujeres que viven en las altitudes de Nepal. Los resultados mostraron adaptaciones fisiológicas sorprendentes en su sistema circulatorio, fundamentales para soportar las condiciones extremas de oxígeno reducido.

Las mujeres que presentaron mayores tasas de éxito reproductivo mostraban niveles intermedios de hemoglobina. Esta proteína, esencial para el transporte de oxígeno en la sangre, alcanzaba una saturación óptima, lo que permitía que la sangre fluyera con facilidad y mantuviera una capacidad de oxigenación eficiente. Estas adaptaciones favorecen una circulación sanguínea óptima, garantizando que cada célula reciba suficiente oxígeno, aun cuando es escaso en el ambiente.

Otra característica crucial es la modificación en el tamaño del ventrículo izquierdo del corazón, que bombea sangre oxigenada al resto del cuerpo. Este órgano, al presentar dimensiones mayores a lo normal, junto con un mayor flujo sanguíneo hacia los pulmones, asegura la distribución efectiva del oxígeno en los tejidos.

Los tibetanos se han adaptado a las alturas gracias a sus genes denisovanos

La evolución humana en tiempo real

El estudio muestra un ejemplo concreto de evolución en tiempo real. Las mujeres con adaptaciones más efectivas para las alturas mostraron un promedio de 5,2 nacimientos, indicando que sus características biológicas favorecen la supervivencia de su descendencia. Esto ilustra cómo la selección natural sigue moldeando al ser humano frente a condiciones ambientales extremas.

La región del Tíbet, con su clima riguroso y su falta de oxígeno, representa un escenario único para observar los mecanismos de adaptación humana. Las soluciones biológicas que desarrollaron sus habitantes equilibran el aprovechamiento del oxígeno sin sobrecargar el sistema circulatorio, lo cual es vital para su supervivencia en tales condiciones.

Sabías que los tibetanos han conseguido adaptarse a la falta de oxígeno  gracias a un “supergen”?

Cultura y biología: factores entrelazados

Además de los cambios físicos, los factores culturales también influyen en la supervivencia y reproducción de estas comunidades. Las mujeres que inician la maternidad a edades tempranas y mantienen matrimonios duraderos tienen más posibilidades de tener un mayor número de hijos, aunque las adaptaciones fisiológicas siguen siendo decisivas.

Las mujeres con características similares a las de poblaciones de menor altitud mostraron más éxito reproductivo, abriendo nuevas perspectivas sobre la capacidad de adaptación del cuerpo humano en condiciones de altitud extrema. Este descubrimiento aporta una visión renovada sobre cómo los humanos continúan evolucionando para enfrentar desafíos ambientales únicos.

 

 

 

Fuente: Gizmodo

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