• Un nuevo estudio podría revolucionar la ciencia y la medicina al hacer posible observar tejidos internos de ratones utilizando un colorante alimentario común.

 

  • El hallazgo abre la puerta a futuras aplicaciones en humanos, como diagnósticos médicos y avances en la microscopía.

 

Redacción/CAMBIO 22 

Un nuevo estudio podría revolucionar la ciencia y la medicina al hacer posible observar tejidos internos de ratones utilizando un colorante alimentario común, el mismo que se encuentra en los Doritos.

Investigadores de la Universidad de Stanford han logrado un avance sorprendente en el campo de la biología y la medicina. Utilizando tartrazina, un colorante alimentario presente en snacks como los Doritos, lograron hacer que la piel de ratones se volviera transparente temporalmente. Este descubrimiento abre nuevas posibilidades para la investigación científica y las aplicaciones médicas.


El equipo de científicos descubrió que al aplicar la tartrazina sobre la piel de los ratones, los tejidos biológicos se volvieron transparentes, permitiendo una visión clara de vasos sanguíneos, fibras musculares e incluso contracciones del intestino. La clave del descubrimiento radica en cómo la tartrazina altera el índice de refracción de los fluidos en los tejidos, permitiendo que la luz los atraviese casi sin obstáculos.

Este fenómeno, basado en un principio físico conocido como las relaciones de Kramers-Kronig, podría tener importantes implicaciones en la medicina. Por ejemplo, podría permitir diagnósticos menos invasivos, como la detección de tumores profundos sin necesidad de cirugía, o incluso mejorar la precisión en procedimientos cosméticos, como la eliminación de tatuajes.

Aunque el estudio se centró en ratones, los investigadores ven un gran potencial para su aplicación en humanos. Sin embargo, cualquier prueba en personas requerirá una rigurosa aprobación ética y más investigaciones sobre la seguridad y eficacia del método.

“El mayor avance que veo aquí es que podría ser finalmente accesible para los seres humanos”, comentó Guosong Hong, uno de los principales investigadores.

Este avance ha generado entusiasmo en la comunidad científica, con expertos como Christopher Rowlands, del Imperial College de Londres, describiendo el descubrimiento como “revolucionario”. Aunque aún falta mucho para su implementación en seres humanos, este estudio demuestra que la ciencia está cada vez más cerca de lograr lo que antes parecía imposible.

 

Con información de fuentes científicas, Xataka y Sistema de Noticias CAMBIO 22
redaccionqroo@diariocambio22.mx

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