Intensa “Cacería” de “El Chueco” Tras el Asesinato de Sacerdotes, Beisbolistas y Turista de EU
30 Jun. 2022Redacción/CAMBIO 22
El cobarde asesinato de dos sacerdotes y un guía turístico en el estado de Chihuahua, norte de México, ha acaparado titulares a lo largo de esta semana, pero para los estados fronterizos del país asolados por el crimen, ese es solo un caso más de la violencia cotidiana.
En los últimos nueve días, las autoridades mexicanas han llevado una extensa persecución de José Noriel Portillo Gil (a) “El Chueco”, poderoso miembro de Los Salazar, célula del Cartel de Sinaloa, en el estado de Chihuahua, al norte de México. Sus parientes han sido arrestados, los dirigentes políticos locales están investigados por presuntas conexiones con él y se ha ofrecido una recompensa de 5 millones de pesos mexicanos (cerca de US$250.000) por información que lleve a su captura.
Pero, ¿qué llevó a “El Chueco” a meterse en ese lío? El 20 de junio, presuntamente mató a dos sacerdotes jesuitas y a un hombre que se refugiaba en una iglesia, según las autoridades mexicanas.
Los sacerdotes trataban de proteger al guía turístico local Pedro Palma, que se había metido a la iglesia escapando de un cartel que lo había secuestrado antes, cuando los tres fueron baleados. Posteriormente, hombres armados no identificados retiraron los cuerpos.
Otras cuatro personas, incluido un menor de edad, fueron secuestrados después de presenciar la matanza, señaló el medio El País.
Tres días después, el caso llamó la atención internacional después de que el mismo Papa Francisco se refirió a los asesinatos y expresó su consternación ante la escandalosa tasa de homicidios en México.
El Universal informó que el secuestro de Palma pudo tener relación con un reciente juego de béisbol que perdió el equipo patrocinado por “El Chueco”.
Según El Universal, después del juego, “El Chueco” arremetió con una ola de homicidios. Antes de los asesinatos en la iglesia, “El Chueco” había ido a la residencia de dos hermanos que jugaban para el equipo rival y le disparó a uno de ellos antes de secuestrarlos a ambos.
El presidente Andrés Manuel López Obrador declaró a la prensa que la policía tiene una orden de captura vigente para “El Chueco” desde 2018 por el homicidio de Patrick Braxton-Andrew, turista estadounidense que “El Chueco” confundió con un agente de la DEA, según informó El Heraldo de Chihuahua. El presidente añadió que la esposa de Pedro Palma fue secuestrada antes de los homicidios y sigue desaparecida, como recogió la BBC.
Análisis de InSight Crime
“El Chueco”, en el ojo público a raíz de los comentarios del Papa Francisco, es un exponente de los muchos jefes de pandillas que forman la base de la economía criminal en México, practicando la violencia extrema y a la vez gozando de impunidad total.
Residente de Chihuahua rondando los 30 años, “El Chueco” llegó a dirigir “Los Salazar” en Chihuahua, célula del Cartel de Sinaloa que nació en el estado y ahora tiene presencia también en Sonora, otro estado fronterizo hacia el oeste. La pandilla detenta el control de rutas claves de tráfico de narcóticos y migrantes hacia Estados Unidos y participa en otras actividades ilícitas, como la producción de amapola, por la cual practican el desplazamiento forzado de campesinos para usar sus tierras.
Según El Universal, El Chueco es responsable de la desaparición y asesinato en 2019 de Cruz Soto Caraveo, activista y representante de las familias desplazadas de la Sierra Tarahumara en Chihuahua, quien habló con InSight Crime sobre las economías criminales que prosperan en la región.
Caraveo dijo a InSight Crime que las organizaciones criminales estaban “metidas en todo: tala, minería, ganadería ilegales” en la Sierra Tarahumara. Desapareció después de recibir amenazas de muerte y hasta el momento no se ha señalado a ningún responsable.
Las hazañas criminales de El Chueco no terminan ahí. Estuvo implicado en un ataque a la agencia de investigación de Chihuahua en 2017, y fue señalado por El Universal de la desaparición de tres hombres en octubre de 2019.
Una investigación realizada por InSight Crime el año pasado reveló que El Chueco tiene el monopolio de la venta de licor en Chihuahua, y ejerce la violencia para amenazar a los expendios, incluidas las cadenas nacionales, si venden licor no “autorizado” por su organización.
Aunque El Chueco ha sido identificado desde hace años por las autoridades mexicanas, sigue ejerciendo violencia de manera impune. Es muy posible que los vínculos con el Cartel de Sinaloa y su red de corrupción hayan contribuido a eso.
En 2019, los Salazar hicieron gala de su influencia en Sonora con una escolta policial en el funeral de un antiguo jefe de plaza.
Con información de InSight Crime
JFCB