Inseguridad, Impunidad y Hartazgo Ciudadano Detonaron el Linchamiento en Tekit, Yucatán
28 Ene. 2025
► Ismael A.C., alias “El Wero” tenía un largo historial delictivo que incluía robos y agresiones
► A pesar de los delitos, nunca fue encarcelado ni sometido a tratamiento psiquiátrico
► El homicidio de una mujer de la tercera edad desató la furia de los pobladores, quienes lo golpearon y quemaron vivo
Redacción/CAMBIO 22
MÉRIDA, YUC.- 28 de enero.- El lunes 27 de enero, el municipio de Tekit, Yucatán, vivió uno de los episodios más violentos de su historia reciente. Un hombre identificado como Ismael A.C., alias “El Wero”, atacó brutalmente con un palo tipo bate a Candelaria S.P., una anciana conocida como Doña Candy, mientras ella se encontraba sentada en la puerta de su casa. La agresión ocurrió alrededor de las cinco de la tarde y dejó a la mujer con heridas graves.
Doña Candy fue trasladada de urgencia al Hospital O’Horán en Mérida, donde horas después se confirmó su fallecimiento. La noticia se propagó rápidamente por redes sociales, donde una de sus hijas exigió justicia y expresó la indignación de la familia y la comunidad. “Si las autoridades no actúan, nosotros lo haremos”, fue el mensaje que encendió aún más los ánimos de los habitantes.
La ira colectiva llevó a una multitud a organizarse espontáneamente y acudir al domicilio de Ismael A.C., quien fue detenido por elementos de la policía estatal antes de que los vecinos pudieran capturarlo. Sin embargo, la presencia de la Guardia Nacional y de la Policía Municipal no fue suficiente para contener a la turba, que rodeó el vehículo oficial exigiendo que el detenido les fuera entregado.
Al grito de “¡Justicia, justicia!”, los habitantes rompieron el cerco de seguridad, abrieron la unidad policial y arrastraron al hombre fuera del vehículo. El caos fue tal que los elementos antimotines no lograron frenar los ataques. Ismael fue golpeado brutalmente por decenas de personas mientras era rodeado por una multitud que incluía incluso a menores de edad.
En medio de la violencia, la multitud le roció gasolina al cuerpo de Ismael y le prendió fuego mientras aún estaba vivo. Todo quedó registrado en fotografías y videos que circularon rápidamente en redes sociales, mostrando la magnitud del linchamiento. Las imágenes dejaron en evidencia el nivel de hartazgo de la población, así como la incapacidad de las autoridades para evitar el desenlace fatal.
“El Wero” tenía un historial delictivo que incluía robos, agresiones y al menos un caso registrado en 2021, cuando atacó a un hombre con un pico en Kanasín. A pesar de los delitos, nunca fue encarcelado ni sometido a tratamiento psiquiátrico, ya que se le declaró incapaz de enfrentar un juicio por su condición mental causada por el consumo de drogas.
Esta percepción de impunidad fue uno de los detonantes principales de la furia de los habitantes.
El Gobierno del Estado de Yucatán emitió un comunicado condenando los hechos y reiterando su rechazo a la justicia por mano propia. Asimismo, se comprometió a investigar lo sucedido y a llevar ante la ley a los responsables de ambos crímenes: el asesinato de Doña Candy y el linchamiento de Ismael A.C. “Yucatán es un estado de paz y valores, no podemos permitir que la violencia nos defina”, señaló el gobernador Joaquín Díaz Mena.
Este linchamiento deja al descubierto problemas graves de inseguridad, impunidad y desconfianza hacia las autoridades en comunidades rurales. La incapacidad de las fuerzas del orden para garantizar la justicia alimenta un ciclo de violencia que afecta tanto a víctimas como a sus agresores. En Tekit, el deseo de justicia terminó transformándose en una tragedia que marcará la memoria colectiva del pueblo.
El caso de Tekit no solo es un llamado de atención a las autoridades locales y estatales, sino también una reflexión urgente sobre la necesidad de reforzar el estado de derecho en México. Sin justicia eficiente, la violencia seguirá siendo la respuesta de comunidades desesperadas por protegerse.
JFCB