• Los agricultores de Francia y otros países tienen mucho poder político, por razones históricas y actuales. Esto también encierra peligros.

Redacción/CAMBIO 22

La Feria Internacional de la Agricultura de Francia, que comenzó en París el fin de semana, es una cita importante para los políticos del país, a quienes les gusta hacer campaña entre las vacas y los puestos de queso. Esta vez, es también una prueba de si las concesiones del gobierno son suficientes para apaciguar a los agricultores franceses. Entre otras cosas, se habían manifestado contra los bajos ingresos y el exceso de burocracia. Lo hicieron durante semanas, hasta principios de febrero, y luego de nuevo al inicio de la feria: el presidente Emmanuel Macron fue recibido por los agricultores con abucheos y un concierto de silbidos; algunos entraron por la fuerza en el recinto ferial y exigieron a gritos la dimisión del mandatario. Se produjeron violentos enfrentamientos con la policía y la inauguración de la feria se retrasó varias horas.

Agricultores bloquean con sus tractores una autopista a París.

Macron se retiró entonces con representantes de los agricultores y regresó más tarde con nuevas promesas. La respuesta del gobierno ha demostrado una vez más cuánto poder tienen los agricultores en Francia, por razones históricas y actuales, aunque el sector sólo representa alrededor del 1,6 por ciento del producto interior bruto francés. Según los expertos, este poder impide la aplicación de medidas necesarias y de mayor alcance.

La base del poder de los agricultores

“Los agricultores también son poderosos porque son terratenientes: representan la base del Estado”, afirma Pierre-Marie Aubert, director del Departamento de Agricultura y Política Alimentaria del Instituto de Desarrollo Sostenible y Relaciones Internacionales de París. “Poder alimentar al pueblo es parte de la legitimidad del Estado. Lo vimos durante las protestas” contra la escasez y el alza de los precios de alimentos de 2007 en unos 40 países, dijo. “La pandemia de coronavirus y la guerra de Ucrania han puesto aún más de relieve lo importante que es tener una agricultura propia para depender menos de las cadenas de suministro.”

En vista de las recientes manifestaciones, el gobierno hizo rápidamente generosas concesiones, que amplió poco antes de la feria y ante las nuevas protestas. Prometió menos trabajo administrativo, subvenciones adicionales para los viticultores con dificultades financieras, el mantenimiento de las desgravaciones fiscales para el gasóleo agrícola y una mejor aplicación de las leyes destinadas a garantizar precios al por mayor justos. También suspendió las medidas para reducir el uso de pesticidas.

Francia también defiende a sus agricultores en Bruselas

El presidente Emmanuel Macron también llevó a Bruselas las reivindicaciones de sus agricultores. Consiguió que se flexibilizara un reglamento de la UE que obliga a los agricultores a dejar el 4 por ciento de sus tierras sin cultivar para proteger la biodiversidad. Además, a partir de ahora habrían de aplicarse aranceles a las importaciones procedentes de Ucrania en determinados casos. Desde el inicio de la invasión rusa, cada vez se importa más pollo, huevos y azúcar baratos de allí. La UE había creado un corredor de exportación para sustituir otras rutas de exportación bloqueadas por la guerra.

El gobierno de París se opuso al acuerdo de libre comercio entre la UE y los miembros del Mercosur, que llevaba 20 años negociándose. Los agricultores temen que el acuerdo provoque una competencia injusta. La Comisión Europea anunció poco después que “aún no se cumplen las condiciones para concluir las negociaciones”.

 

 

Fuente DW

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