¿Innovación y Progreso Tecnológico en Beneficio de la Humanidad?
4 Mar. 2024
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Elon Musk se pone de nuevo al ataque contra OpenAI y Sam Altman, con quien en 2015 cofundó la empresa, misma que decidió abandonar cuando consideró que sus principios de crear tecnología de código abierto basada en inteligencia artificial (IA) para beneficiar a la humanidad, no se estaban cumpliendo.
Ingrid Motta/CAMBIO22
El jueves pasado, Musk presentó ante un tribunal de San Francisco, Cal., una demanda que podría confirmar su interés mostrado desde el año pasado, a través de una carta abierta a las grandes tecnológicas, para detener el desarrollo de inteligencias artificiales, y crear salvaguardas que eviten que reemplacen a los seres humanos.
Desde el punto de vista de Musk, OpenAI se ha enfocado en crear sistemas como el modelo GPT-4, que más allá de tener un objetivo de desarrollo de la humanidad, se ha convertido en un algoritmo propietario de Microsoft, para el que solamente Altman, Greg Brockman, presidente de OpenAI y Microsoft han visto beneficios comerciales, olvidándose por completo de ser una organización abierta y sin fines de lucro.
Musk expone en específico el desarrollo de Inteligencia Artificial General (AGI, por sus siglas en inglés), tema que tanto OpenAI y Microsoft niegan estar desarrollando aún. Ese podría ser en realidad el fondo de todo el asunto porque Elon está en la creación de X.AI una inteligencia artificial conversacional a través del chatbot Grok, competidora directa de OpenAI, para lo que ha estado buscando financiamiento y no lo está logrando fácilmente.
¿Será posible que la IA esté siendo desarrollada para beneficiarnos a todos, o veladamente está siendo concebida bajo intereses comerciales y de status quo de magnates tecnológicos?
Tal vez está demanda sea un pleito personal que enfatiza la frustración entre competidores que quieren ser los primeros y los más poderosos tecnológicamente, y poder controlar desde sus plataformas la información y conocimiento que consume la humanidad.
Por otro lado, esta disputa podría ser un gran distractor para ganar tiempo de financiamiento del nuevo emprendimiento de Musk, desacreditar el poder de Microsoft al ser tan dependiente de OpenAI, o bien hacer que el mercado tecnológico vuelque la mirada hacia Google o Amazon para asociaciones comerciales.
Lo cierto es que este hecho podría traer resultados de una reglamentación sobre cómo las empresas desarrolladoras de IA deberían enfocar sus objetivos y estructuras, o alimentar el temor de la población por ser sustituidos por sistemas cibernéticos, que hoy ya han demostrado que tienen una capacidad de razonamiento por encima del promedio de la población mundial.
Lo único claro aquí es que las principales motivaciones detrás de cualquier acción legal serían factores personales, financieros u ojalá éticos.
Fuente : LA LISTA
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