Innovación en Río Negro: El Impacto del Riego por Goteo en la Producción de Cebolla

• La adopción de esta tecnología está mejorando los rendimientos y la sostenibilidad agrícola en la región.

Redacción / CAMBIO 22

En los valles de Río Negro, la cebolla es una de las grandes estrellas del campo y representa un componente clave de la economía regional; famosa por sus capas y más capas, representa el 90% de la producción hortícola de la provincia, y con Brasil como su principal destino, la cebolla rionegrina se ha ganado una excelente reputación en los mercados internacionales. Sin embargo, más allá de la tradición, la producción de cebolla está viviendo una transformación importante gracias a la incorporación de nuevas tecnologías.

El riego por goteo, que lleva agua directamente a las raíces de las plantas, ha revolucionado el cultivo de cebolla en la región. Este sistema no solo ha permitido duplicar los rendimientos de los cultivos, sino que también ha mejorado la calidad de las cebollas, haciéndolas más grandes, uniformes y sabrosas. A través de un uso más eficiente del agua y los fertilizantes, el riego por goteo contribuye significativamente a la sostenibilidad ambiental, reduciendo el consumo de agua y el uso de productos fitosanitarios.

Los beneficios del riego por goteo son múltiples. La clave de su éxito está en la precisión. Este sistema aplica el agua de manera localizada en la zona radical, lo que asegura que cada planta reciba lo que necesita sin desperdicios. Además, al combinar el riego con la aplicación de fertilizantes directamente en el suelo, se maximiza la eficiencia en el uso de estos insumos, lo que no solo reduce los costos de producción, sino que también disminuye el impacto ambiental. La humedad controlada en el suelo y el aire también previene el desarrollo de enfermedades que antes afectaban las cebollas, como las fúngicas.

Según Lucio Reinoso, secretario de Agricultura de Río Negro, la adopción de estas tecnologías se ha convertido en una prioridad para la provincia. “El riego por goteo es una respuesta fundamental al cambio climático, ya que permite optimizar el uso del agua, un recurso cada vez más escaso, y al mismo tiempo, mejora la calidad y competitividad de nuestros productos. Esta tecnología nos ha colocado a la vanguardia de la producción hortícola a nivel nacional”, afirmó Reinoso.

Con la implementación del riego por goteo, los productores han logrado cebollas de un tamaño más uniforme y una mayor consistencia en la calidad del producto, lo que se traduce en mejores precios y una posición más competitiva en los mercados internacionales. Además, la automatización de este sistema ha facilitado la gestión de los cultivos, reduciendo la necesidad de mano de obra especializada y, en consecuencia, los costos operativos.

El riego por goteo forma parte de una estrategia más amplia de diversificación productiva y sostenibilidad, que ha sido liderada por el Ministerio de Desarrollo Económico y Productivo. Este plan ha incluido la implementación de nuevas tecnologías, como la siembra neumática y la fertilización balanceada, con el objetivo de mejorar no solo los rendimientos, sino también la salud del suelo y la calidad del producto final.

El INTA Valle Inferior, junto con los productores locales, ha jugado un rol crucial en la adopción de estas tecnologías. Las capacitaciones y el asesoramiento técnico han sido claves para que los agricultores se familiaricen con el sistema de riego por goteo y logren sacarle el máximo provecho. Gracias a estos esfuerzos conjuntos, la superficie cultivada con cebolla bajo riego ha crecido, y con ello, la competitividad de Río Negro en los mercados internacionales.

Además de la cebolla, la provincia está diversificando su oferta agrícola con cultivos como el ajo y la papa, que complementan el ciclo de la cebolla y generan más empleo en la región. Según Reinoso, este enfoque de diversificación es esencial para sostener la rentabilidad de los cultivos y garantizar la estabilidad económica a largo plazo.

El riego por goteo también tiene un fuerte impacto en la sostenibilidad ambiental. Gracias a la alta eficiencia en el uso del agua, con un aprovechamiento del 90% al 95%, el sistema reduce drásticamente el consumo de este recurso, lo que resulta crucial en un contexto de cambio climático y creciente escasez hídrica. Además, al aplicar los fertilizantes y productos fitosanitarios de manera precisa, se evita la contaminación de los suelos y las aguas subterráneas, lo que mejora la salud ambiental de la región.

La optimización de estos recursos no solo beneficia al medio ambiente, sino que también impacta positivamente en la economía de los productores. Con un uso más eficiente de los insumos, los costos de producción se reducen y los rendimientos se incrementan, lo que permite a los productores de Río Negro mantenerse competitivos en los mercados internacionales. En un contexto de cambio climático y presión sobre los recursos naturales, la adopción de estas tecnologías resulta fundamental para garantizar un futuro agrícola más verde y rentable para la provincia.

Fuente: Infobae

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