Infraestructura Humana, un Riesgo Letal Para la Fauna Silvestre en el Sur de Quintana Roo

► Los incidentes señalan la urgencia de replantear cómo se diseña e implementa la infraestructura

Ricardo Jesús Rivas/ CAMBIO 22

CHETUMAL, 16 de enero.- El sur de Quintana Roo vive días tristes para su fauna silvestre, pues dos especies emblemáticas de la región han perdido la vida en incidentes relacionados con la presencia de infraestructura humana. El primero de estos eventos ocurrió en el municipio de Bacalar, donde un mono saraguato, también conocido como mono aullador, falleció tras recibir una descarga eléctrica de alto voltaje.

El animal intentó columpiarse en cables de alta tensión en el tramo que conecta las localidades Margarita Maza de Juárez e Iturbide. Su cuerpo fue encontrado por habitantes locales, quienes manifestaron su preocupación por este tipo de accidentes que afectan gravemente a la biodiversidad.

El mono saraguato es una especie emblemática de la región y forma parte del patrimonio natural de la selva maya. Su muerte pone en evidencia los riesgos que la infraestructura eléctrica mal planeada representa para la fauna.

A este lamentable incidente se suma la muerte de un zorro gris, cuyo nombre científico es Urocyon cinereoargenteus. Este animal murió atropellado al intentar cruzar la carretera entre las comunidades de Nuevo Becar y El Cedralito, en la zona limítrofe entre Quintana Roo y Campeche. La falta de pasos de fauna y de medidas de seguridad vial en estas áreas rurales aumenta las probabilidades de que los animales silvestres sean víctimas de accidentes como este, agravando la pérdida de biodiversidad en una región ya presionada por la expansión humana.

Estos dos incidentes señalan la urgencia de replantear cómo se diseña e implementa la infraestructura en el sur de Quintana Roo. La convivencia entre humanos y fauna es un desafío que no puede ignorarse, sobre todo en una zona con una riqueza biológica tan importante. La falta de medidas preventivas, como el aislamiento de cables eléctricos y la construcción de pasos de fauna, deja a los animales en una situación de vulnerabilidad constante. Mientras estas soluciones no se prioricen, la pérdida de especies continuará marcando el crecimiento descontrolado en la región.

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