Indignación Crece por Silencio del Gobierno ante Incursión de Marines de EE.UU. en Aguas de Jurisdicción Mexicana frente a la Isla Quintanarroense de Holbox
18 Abr. 2025
-
Fuerzas extranjeras operan sin autorización en la Zona Económica Exclusiva y no hay respuesta clara del Estado mexicano.
-
Especialistas advierten que la falta de postura institucional normaliza actos que vulneran la soberanía nacional.
Gabriel Hernández/ CAMBIO 22
Holbox, Q. Roo, 18 de abril de 2025. — La reciente intercepción de una embarcación pesquera mexicana por presuntos marines de Estados Unidos frente a las costas de Holbox ha encendido las alarmas en torno a la creciente presencia militar estadounidense en aguas mexicanas.
Los pescadores, originarios del puerto de Chiquilá, denunciaron que fueron abordados mientras realizaban faenas a unas 30 millas náuticas de la costa, dentro de la Zona Económica Exclusiva de México.
Las actividades de pesca rivereña o tradicional suelen llevarse a cabo a 1-3 millas de la costa, utilizando métodos como el cordel de mano para capturar especies como mero, pargo y mojarra.
Para la pesca de altura, los pescadores se alejan hasta aproximadamente 30 millas náuticas, especialmente en áreas como Cabo Catoche, donde se capturan especies más grandes como dorado, barracuda y jurel . Estas expediciones requieren embarcaciones más grandes y equipamiento especializado.
Según el video difundido en redes sociales y confirmado por el Diario CAMBIO 22, los marines, a bordo de una lancha con distintivos de la U.S. Navy, pidieron a los pescadores alejarse al menos tres millas de un buque de guerra que custodiaban.
Pescadores de Chiquilá Son Interceptados por Marines Frente a Holbox
Presuntos marinos estadounidenses en aguas mexicanas interrogan a pescadores de Quintana Roo que estaban faenando. Los supuestos marinos de EEUU les exigieron levantar las manos y explicar qué pescan. @SRE_mx @GobYucatan Ahora somos como Puerto Rico? pic.twitter.com/nuMGHeYaPp
— Infolliteras (@infolliteras) April 16, 2025
En el intercambio, los militares, con acento cubano-americano, pidieron identificaciones y cuestionaron la presencia de los tripulantes mexicanos en esa área, pese a que, conforme al Derecho Internacional del Mar, la Zona Económica Exclusiva de México se extiende hasta las 200 millas náuticas desde su línea de costa, y otorga al Estado mexicano derechos soberanos sobre la exploración, aprovechamiento y administración de recursos.
El hecho ocurrió dentro de los límites donde México mantiene jurisdicción exclusiva sobre actividades como la pesca, por tanto, cualquier acción de vigilancia o inspección por parte de fuerzas extranjeras requiere autorización oficial del gobierno mexicano.
El buque al que hacían referencia los marines es presuntamente el USS Gravely, un destructor de clase Arleigh Burke, considerado uno de los más avanzados del arsenal naval estadounidense, y que ha sido desplegado en otras regiones del Golfo de México como parte de operaciones de “seguridad hemisférica”.
Lo que para algunos pudiera parecer una interacción rutinaria, para otros representa un preocupante precedente. El hecho de que militares de otro país soliciten documentos a ciudadanos mexicanos en aguas bajo control nacional es, sin duda, un acto que roza los límites de la soberanía, más aún cuando la acción no fue notificada ni respaldada por la Secretaría de Marina mexicana, instancia que tiene el mandato exclusivo de supervisar las actividades en estas zonas.
Este incidente no es aislado, en los últimos meses, buques estadounidenses han sido detectados patrullando el Golfo, el Pacífico e incluso el Caribe mexicano, en lo que muchos analistas consideran un patrón de cercamiento militar hacia México.
La declaración unilateral de EE.UU. de considerar a los cárteles mexicanos como “organizaciones terroristas” ha reforzado la narrativa de que estos movimientos responden a una estrategia de contención, vigilancia e incluso presencia disuasiva sin consultar al gobierno mexicano.
Incluso, apenas 2 meses atrás el canciller de Cuba, Bruno Rodríguez, afirmó que la presencia del buque destructor de Estados Unidos, USS Gravely, en Golfo de México representa una amenaza a la seguridad y la paz de América Latina y el Caribe.
A través de su cuenta en X, ates Twitter, el diplomático cubano rechazó el despliegue del destructor estadounidense en Golfo de México (nombrado por Donald Trump como Golfo de América) “para supuestamente combatir tráfico ilegal de drogas“.
Rechazamos despliegue de destructor de #EEUU en Golfo de #México para supuestamente combatir tráfico ilegal de drogas.
Esta presencia militar en la zona representa una amenaza a la seguridad y la paz de América Latina y el Caribe. pic.twitter.com/Ma9GWC55RJ
— Bruno Rodríguez P (@BrunoRguezP) March 18, 2025
Diversos especialistas en derecho marítimo han confirmado que la presunta ubicación de los pescadores de Chiquilá, a 30 o incluso 80 millas náuticas de la costa, se encuentra claramente dentro de la Zona Económica Exclusiva, donde México mantiene derechos exclusivos para la explotación de recursos y potestad sobre las actividades pesqueras.
“Cualquier acción militar extranjera en esa zona, sin autorización expresa, podría constituir una violación de la soberanía nacional.”
Límites marítimos según el Derecho del Mar
De acuerdo con la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (CONVEMAR) y la legislación mexicana, los espacios marítimos se definen así:
-
Mar Territorial: Se extiende 12 millas náuticas desde la costa. Es parte del territorio nacional pleno, donde México ejerce soberanía total (similar a tierra firme) En esta franja, cualquier incursión militar extranjera sin consentimiento constituye violación a la soberanía.
-
Zona Contigua: Banda adyacente hasta 24 millas náuticas desde la costa (12 mn más allá del mar territorial). México puede ejercer controles aduaneros, migratorios y sanitarios, aunque no es territorio pleno.
-
Zona Económica Exclusiva (ZEE): Área que se extiende hasta 200 millas náuticas (370 km) desde la costa. En la ZEE, México tiene derechos soberanos para explorar, explotar, conservar y gestionar recursos naturales (pesca, petróleo, etc.) pero las aguas suprayacentes se consideran alta mar a efectos de navegación. Otras naciones gozan de libertad de navegación y sobrevuelo en la ZEE, incluyendo el paso de buques de guerra, siempre que sea de forma pacífica. No obstante, cualquier actividad militar o de vigilancia en la ZEE que implique ejercicio de jurisdicción (p.ej. inspecciones, detenciones) debe contar con consentimiento del Estado ribereño.
A pesar de la gravedad del hecho, hasta el momento el gobierno federal no ha emitido una postura oficial contundente sobre lo ocurrido, la ausencia de una respuesta clara alimenta la incertidumbre sobre si estas acciones de Estados Unidos son coordinadas con México o si se están ejecutando de forma unilateral, lo que sería inaceptable desde el punto de vista diplomático y legal.
La pregunta central que surge a raíz de este episodio es:
¿Estamos ante un patrón de presencia militar estadounidense en expansión dentro de espacios marítimos mexicanos, justificada por su lucha contra el crimen organizado?
Si bien la cooperación bilateral en temas de seguridad ha sido una constante, también lo es que los actos de inspección, intimidación o vigilancia deben ser canalizados por los mecanismos oficiales y con el consentimiento de México.
#LoÚltimo Asegura @Claudiashein que se tiene diálogo con el Comando Norte de EE.UU., es una relación bilateral con mucha comunicación, se definieron los lineamientos en términos de seguridad y con base a ellos hay coordinación pic.twitter.com/Dqvzrc3mdB
— xevt – xhvt (@xevtfm) April 16, 2025
La nota diplomática enviada por el gobierno mexicano semanas atrás, tras conocerse el despliegue de tropas y patrullajes aéreos cercanos a la frontera norte, no ha sido suficiente para detener este tipo de incidentes, el silencio oficial frente a la intercepción en Holbox podría interpretarse como permisividad o debilidad institucional.
🇲🇽✉️ México alza la voz
El gobierno envió una nota diplomática a #EEUU tras revelarse que la administración de #Trump instaló una base militar en la frontera norte.@Claudiashein reafirma: colaboración sí, pero con respeto a nuestra soberanía.#México #RelacionesExteriores… pic.twitter.com/YeEX6pWz6H— Todo Electoral Y Más (@ElectoralyMas) April 16, 2025
Urge una postura firme y transparente.
Más allá de la presencia del USS Gravely o de la identidad de los marines que abordaron a los pescadores, el mensaje que se envía a la población es preocupante: que fuerzas extranjeras pueden actuar en nuestras aguas sin consecuencias ni explicaciones.
Se trata de un caso claro donde se pone en tela de juicio la soberanía marítima de México, no es un caso aislado, no es un malentendido, es la confirmación de que Estados Unidos ha comenzado a moverse cada vez más cerca, sin pedir permiso. Y si no se levanta una voz desde el Estado mexicano, pronto podría ser demasiado tarde para marcar los límites.
Este hecho debe investigarse a fondo, y sobre todo, debe haber una posición oficial clara: México no puede permitir que se vulneren sus facultades en su propia zona económica exclusiva.
Si lo hace, se abre la puerta a una escalada que va mucho más allá de lo diplomático, y eso, es lo que se debe evitar a toda costa.
“Si México enviara marinos a patrullar aguas estadounidenses, el escándalo internacional sería inmediato y la reacción del gobierno de EE. UU, sería de condena total;”
¿por qué entonces se normaliza que marines norteamericanos operen en territorio marítimo mexicano sin consecuencias claras?
***Referencias: Los datos sobre distancias y jurisdicciones provienen de reportes periodísticos verificados y del marco legal vigente (Ley Federal del Mar y CONVEMAR).
CAMBIO 22 continuará informando sobre el desarrollo de este incidente y las respuestas oficiales que se emitan al respecto.
Con información del Sistema de Noticias CAMBIO 22
redaccionqroo@diariocambio22.mx
GCH