• La detección temprana sigue siendo un reto, ya que la mayoría de los casos se diagnostican en etapas avanzadas, dificultando el tratamiento y reduciendo las tasas de supervivencia.

 

Erick Martín Huh/ CAMBIO 22

MÉRIDA, YUCATÁN, 12 DE AGOSTO.- La incidencia de cáncer de ovario ha mostrado un aumento significativo en los últimos años. Según datos del Registro Nacional de Cáncer, registra un promedio de 50 nuevos casos anuales, con un incremento del 38.71% en lo que va de 2024 en comparación con el mismo periodo del año anterior.

Este año, hasta el 27 de julio, se han confirmado 43 casos, frente a los 31 reportados en la misma fecha del año pasado.

El cáncer de ovario representa una de las principales causas de mortalidad por cáncer en mujeres, especialmente en aquellas de entre 40 y 59 años.

Sin embargo, se han documentado casos en mujeres más jóvenes, lo que subraya la necesidad de mayor conciencia y detección temprana.

De acuerdo con la Secretaría de Salud, este tipo de cáncer es la tercera causa de muerte oncológica en mujeres y la principal en cáncer ginecológico.

Lamentablemente, entre el 70% y 80% de los casos son diagnosticados en etapas avanzadas, lo que complica el tratamiento y reduce las tasas de supervivencia.

La detección temprana es un desafío, ya que en sus primeras etapas, el cáncer de ovario generalmente no presenta síntomas claros.

Los signos más comunes, como distensión abdominal, dolor pélvico, y problemas digestivos, suelen aparecer en fases más avanzadas y pueden confundirse con otras afecciones.

Especialistas como la doctora Milagros Pérez Quintanilla, ginecóloga oncóloga del Centro Médico ABC, subrayan la importancia de la concienciación para mejorar la detección.

Aunque no existen pruebas específicas para este cáncer, la atención a síntomas inusuales y la consulta regular con un especialista pueden ayudar a identificar la enfermedad en etapas más tempranas, mejorando así las posibilidades de un tratamiento exitoso.

 

erickhuh17@gmail.com

RHM

 

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