Impulsan la Comercialización Sustentable del Balché: Tradición Maya en Proceso de Conservación y Modernización
28 Nov. 2024
Redacción/CAMBIO 22
JOSÉ MARÍA MORELOS, 28 de noviembre. – El balché, una bebida ancestral de los mayas, podría dejar de ser únicamente parte de ceremonias religiosas y tradiciones culturales para convertirse en un producto comercial gracias al trabajo de Enrique Eduardo Poot Canul, estudiante de Ingeniería en Desarrollo Comunitario del Tecnológico de Felipe Carrillo Puerto.
El balché, conocido por su contenido “puro” y “natural”, se elabora a partir de la corteza del árbol balché, miel melipona, canela y anís. Los ingredientes se hierven durante un par de horas y luego se fermentan por dos días, dando como resultado un sabor dulce. Sin embargo, su consumo ha estado restringido a eventos culturales y su preparación no incluye métodos de conservación, lo que limita su tiempo de vida útil.
Enrique Eduardo presentó su proyecto durante el Congreso Internacional de Gestión Pública, destacando su enfoque en el proceso de pasteurización y conservación del balché para su comercialización. “La mayoría de las investigaciones sobre el balché han tenido un enfoque cultural o religioso, pero no se han explorado métodos para alargar su vida de anaquel”, explicó.
El estudiante busca que esta bebida tradicional pueda ser almacenada en botellas o recipientes con una vida útil prolongada, evitando la proliferación de microorganismos patógenos. Este enfoque no solo permitirá su distribución en mercados más amplios, sino que también abrirá oportunidades económicas para las comunidades de la zona maya.

Actualmente, el balché es conocido principalmente en comunidades rurales, donde se prepara con fines ceremoniales. Sin embargo, su preparación requiere cortar completamente el árbol balché, un recurso endémico de la región y cada vez más escaso. Ante esto, Enrique Eduardo propone un modelo sustentable que promueva la siembra y aprovechamiento racional del árbol, asegurando su preservación.
“Nuestro objetivo es que las comunidades puedan beneficiarse económicamente al producir y comercializar el balché, de manera similar a cómo el tequila representa a nivel nacional. Esto también ayudaría a rescatar y promover una tradición que está cayendo en el olvido, especialmente en las generaciones más jóvenes”, añadió.
La investigación, aunque aún en etapas iniciales, tiene el potencial de transformar esta bebida ancestral en un producto representativo y sostenible, conectando a las comunidades con sus raíces culturales mientras se generan nuevas oportunidades económicas.
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