• María Luisa Fruns rescata en forma de cómic el calvario que la artista vivió en España, antes de llegara México

 

 

 

Redacción/CAMBIO 22

Antes de llegar a México, Leonora Carrington (1917-2011) vivió un calvario. En 1940, Max Ernst, su amante judío, había sido enviado a un campo de concentración francés y en busca de un salvoconducto para ayudarlo, la pintora y escritora surrealista llegó a España donde terminó recluida en un psiquiátrico y huyendo de su propia familia.

“Apenas fueron unos meses, llega en el verano y ella misma dice que coge el tren de Santander a Madrid el 31 de diciembre”, explica la ilustradora María Luisa Fruns.

Aunque breve, el periodo fue determinante para forjar el espíritu de la artista y Fruns ha ido tras las huellas del dantesco periplo.

En “Leonora Carrington en España” (Turner, 2024), la autora lleva al formato de las viñetas la historia:

“Es un periodo muy importante, hay un momento de maduración muy rápido en el que la división entre realidad y ficción sigue estando en ella, pero ahora ya es perfectamente consciente de en qué momentos puede exhibir ese yo íntimo y en qué momentos no”.

Perturbada física y mentalmente, Carrignton habría de sufrir una violación, fue medicada sin su consentimiento hasta perder la voluntad y encerrada en un hospital, donde fue atada de pies y manos y tratada con cardiazol (un inductor de convulsiones). Fruns echa mano de los recursos gráficos para contar cada episodio, cambia su paleta de colores para otorgar dramatismo a su narración, usa las viñetas para hablar de encierro o libertad.

“Este libro está planteado desde la más absoluta subjetividad, lo que me interesaba era que el lector pudiera identificarse con Leonora a través de las imágenes, con sus sentimientos, con su angustia, con su felicidad, por ese motivo el principio del libro, cuando todavía es la época idílica con Max Ernst, los tonos son del amarillo al granate, el trazo es ligero y ágil y las viñetas son grandes; en el sanatorio las imágenes son todas en blanco y negro, apenas hay trazo, prácticamente son manchas negras y en el cardiazol la imagen está incluso distorsionada”.

La obra más sombría de Leonora Carrington, la 'diosa blanca' del surrealismo

Vigilada por una acompañante, abandona España en tren rumbo a Lisboa. En su mente ya estaba instalada la idea de buscar al periodista Renato Leduc, quien trabajaba como secretario de la embajada mexicana en Portugal, con él escaparía finalmente de su propia familia hacia Nueva York y después se instalaría en México, donde decidió pasar toda su vida. El resto es otra historia.

-¿Quiso olvidar ese episodio?, se le pregunta a Fruns.

“Sí, definitivamente. Ella apenas habla después sobre el tema, lógicamente sabe que es algo que le ha marcado y que siempre estará ahí. Si se escribe sus ‘Memorias de abajo’ es porque la animan Pierre Mabille y André Breton, pero desde un principio es algo que intenta olvidar y dejar en el subconsciente”, opina la autora.

 

Fuente: El Heraldo

redaccionqroo@diariocambio22.mx

BTH

 

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