Redacción/CAMBIO 22

La australiana Mollie O’Callaghan defendió con éxito su título de los 100 metros libre y ya acumula cuatro medallas de oro en los Mundiales de Fukuoka. Puede elevar su suma a seis, pues aún le quedan por disputar las pruebas de relevos 4×100 mixto y 4×100 estilos.

O’Callaghan ya forma parte de esa gloriosa tradición de campeonas australianas en la prueba reina, que tiene aún como referencia histórica a la indomable Dawn Fraser (85 años), triple campeona olímpica. Después de ella son incontables las que cogieron el relevo. Mollie, 19 años, es la última por ahora.

Ella, además, ofrece un perfil que la convierte en una campeona singular, la primera que reúne las coronas de los 100 y 200 metros libre en la historia de los Mundiales. Sólo la alemana oriental Kornelia Ender lo logró en los Juegos de Montreal 1976 impulsada por el dopaje de Estado de la desaparecida República Democrática Alemana.

Después de batir en Fukuoka el récord del mundo y ganar la final de los 200 libre a su compañera Ariarne Titmus, O’Callaghan tenía al alcance el hito. Defendía el título que ganó en 2022 y se había mostrado como la más rápida en la prueba de relevos 4×100.

Pero la final no fue un trámite para ella, porque intentó ponerla patas arriba, y casi lo consigue, la nadadora de Hong Kong Siobhan Haughey, que pasó en tiempos de récord del mundo por los 50 metros, y Mollie lo hizo octava.

A partir de ahí empezó a superar rivales una tras otra. Con Haughey lo hizo faltando una decena de metros, y ganó con un tiempo de 52.16, por 52.49 de la asiática. El bronce fue para la campeona de Europa, la neerlandesa Marrit Teenbergen (52.71). La campeona olímpica, Emma Mckeon, fue quinta (52.83), dos centésimas por detrás de la estadounidense Kate Douglas.

“Antes me comían los nervios en estas competiciones. Es la primera vez que estoy disfrutando”, declaró O’Callaghan, la nadadora de estos Mundiales.

 

 

 

 

Fuente: Marcá

redaccionqroo@diariocambio22.mx

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