• Con altares llenos de simbolismo y ofrendas especiales, esta tradición honra a los difuntos y preserva la herencia cultural de los pueblos mayas en la península

 

Redacción / CAMBIO 22

Aunque el Día de muertos es una celebración muy representativa de México, hay otras como Hanal Pixán, que también reflejan la variedad cultural que hay en el país.

Esta festividad, también conocida como “comida de las ánimas”, se lleva a cabo en Mérida, Yucatán, y es una forma más de recordar a los familiares o amigos que fallecieron.

En este caso, también se tiene presente una especie de altar de muertos, pero ésta se coloca debajo de los árboles del patio y cerca de las sepulturas de los familiares.

Esta tradición se celebra durante tres días, ya que se cree que es durante este tiempo que las ánimas reciben el permiso para visitar a sus familiares con el fin de saborear los platillos y cambiarse de ropa y calzado que les proveen los vivos.

Hanal Pixán: La tradición maya del Día de Muertos | Architectural Digest

¿En qué consiste el Hanal Pixán?

De acuerdo con el gobierno de Yucatán, el primer día del Hanal Pixán se dedica a los niños con un altar decorado con un mantel bordado en tonos alegres acompañado con alimentos, dulces y juguetes.

Este altar pasa toda la noche del 1 al 2 de noviembre y de acuerdo a la tradición, cuando las almas de los difuntos “han tomado la gracia”, los familiares meriendan alimentos que se conocen como mucbipollos y pibinales.

Posteriormente, el 1 de noviembre llamado u hanal nucuch uinicoob, se dedica a los adultos difuntos decorando el altar con un mantel que puede ser de hoja de plátano o de tela blanca con bordado en color negro, velas blancas, cigarros, utensilios de trabajo como machetes, ropa y calzado para regresar a su morada limpios y un par de huaraches para su camino.

El día 2 de noviembre, llamado u hanal pixanoob o misa pixán está destinado para los fieles difuntos y se celebran oraciones a las ánimas en el cementerio local, además de que el altar suele representarse más pequeño.

Con el transcurso del tiempo, se han integrado poco a poco a los altares, elementos como el pan de muerto y los dulces en forma de calavera que provienen del centro del país.

 

 

 

Fuente: El Sol de México

redaccion@diariocambio22.mx

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