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Jorge González Durán/CAMBIO 22

Hace 50 años, el 5 de abril de abril de 1975, Jesús Martínez Ross tomó posesión como el primer gobernador elegido por el pueblo del nuevo estado libre y soberano de Quintana Roo. El presidente Luis Echeverría estuvo presente en la sesión solemne del Congreso llevado a cabo en el Palacio de los Deportes de Chetumal. Don Jesús sentó las bases de la infraestructura jurídica y administrativa de la nueva entidad de la federación mexicana. Fue un buen gobernador, muy cercano al sentir de la gente, es un ex gobernador apreciado por todos los sectores sociales. Tenía 41 años cuando asumió el gobierno del estado. El próximo 7 de mayo cumple 90 con buena salud y con su mismo espíritu bonachón. Tuve el honor de hacerle una entrevista a días de que concluyera su gestión.

La entrevista se realizó el 27 de marzo de 1981 para la revista Presencia, a nueve días antes de concluir su mandato, y un día después de su último informe de gobierno.

Creo que la entrevista refleja a un hombre preocupado por estar a la altura del momento histórico que le tocó vivir.

P.- A pocos días de concluir su mandato constitucional como primer gobernador electo del Estado de Quintana Roo, ¿no resiente anímicamente la inminente perdida del poder?

R.- Me he preparado anímicamente para dejar el mandato constitucional. No me afecta, no sólo por esperado, sino porque, repito, hace tiempo que me preparo para el día de la entrega de la estafeta.

P.-¿Cuáles considera que son los mayores logros de su administración?

R.- La estructura que dejamos al gobierno: jurídica, social, legislativa, física, social, etc. Trabajamos en todos los aspectos.

P.- ¿Con que obstáculos se enfrentó usted para llevar a cabo su programa de Gobierno?

R.- Con los naturales. Nada insalvable, que no sea el tiempo y el suficiente dinero.

P.- ¿Deja inconclusas obras o programas de bienestar social?

R.- Si. Lo dijimos en el VI informe: la que más nos preocupa es la del agua potable y de éstas, la de Chetumal.

P.- ¿En estos momentos como evalúa la situación política de la entidad’

R.- Estable, tranquila, animosa y llena de optimismo.

P.- ¿Pretenderá usted influir políticamente en el próximo sexenio?

R.- Ya lo repetimos al ritmo de noria: No. Inclusive nos alejaremos físicamente de Quintana Roo, por no menos de seis meses.

P.- Esta pregunta se inscribe en el plano hipotético. Si usted tuviese la posibilidad de volver a ser gobernador o, si pudiese retroceder seis años, ¿volvería usted a nombrar a sus mismo colaboradores?

R.- A la mayoría de ellos.

P.- ¿Qué representa para usted en lo personal ser el primer gobernador elegido por el pueblo de Quintana Roo en su calidad de Estado Libre y Soberano?

R.- Un gran honor y un gran compromiso del que, afortunadamente, pensamos que salimos con bien; sólo el tiempo dirá.

P.- ¿Existe canibalismo político en la entidad?

R.- Como en todos lados; es parte del folclore, aunque entre nosotros es mucho más leve, menos goloso.

P.- ¿Es verdad que el Poder Ejecutivo ejerce un dominio absoluto sobre el legislativo?

R.- Nosotros dejamos en libertad, irrestricta a los demás poderes.

P.- El ejercicio del poder ¿transforma a los hombres?

R.- No me gustan las respuestas agnósticas: no a todos, aunque, muy íntimamente sale la respuesta, no cambiar ante los aduladores es como tratar de conservar nuestro mismo peso.

P.- ¿Le teme a la ingratitud política?

R.- La espero; no le temo. Sé que existe; no me espantará.

P.- ¿Crees que los quintanarroenses ya hayan alcanzado plena madurez cívica?

R.- Creo en la madurez cívica de mi pueblo, aunque también pienso que al través de los años seguirá creciendo.

P.- ¿No utilizó el engaño o la demagogia como recursos políticos?

R.- Mis actos siempre fueron limpios, si se me permite decirlo. Ni engaños ni demagogias; nuestro lenguaje fue siempre el de la verdad, el directo. ¿ Herimos a alguien? Mil perdones. ¿ Nos entendió la mayoría? Muchas gracias.

P.- ¿Le dedicó atención preferente a algún sector de la sociedad quintanarroense?

R.- Nos preocupamos por atender el campo, porque, aunque parezca “slogan”, de ahí comemos todos. Pero tuve oídos y corazón para todos, especialmente para los desheredados.

P.- ¿Considera que hay políticos corruptos en Quintana Roo?

R..- Como en todos lados. Ahí la justicia y la historia se encargarán de ellos.

P.- ¿Considera que tuvo errores durante su administración?

R.- Sí los tuve: soy ser humano. Pero los corregía a tiempo y procuré no cometer el mismo más de una sola vez.

P.- ¿Cuál considera que es la diferencia fundamental entre el Quintana Roo de 1975 al de 1981?

R.- Su producción; su infraestructura; su organización política, económica y social; el número de habitantes y el número de turistas que recibe, las decisiones que ya se toman en el Estado, sin la dependencia centrista; los satisfactores que ya producimos; el avance de la educación. ¡ Hay tantas cosas !

P.- ¿A que actividades se dedicará al dejar el poder económicamente?

R.- Primero, un descanso. Después, quizá retorne al Magisterio. Estoy por decidirme, tengo varias proposiciones.

P.- ¿Es usted poderoso económicamente?

R.- No soy poderoso en nada, más que en el número de amistades que tengo la dicha de poseer. Ciertamente no tengo apremios pecuniarios, porque he sido hombre de trabajo y de método toda mi vida; llevo muchos años laborando y , como muchos otros hombres, poseo lo suficiente para sostener a mi familia.

 

 

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