Habitantes de Gaza entre una Orden de Evacuación y Racimos de Bombas que los han Convertido en Rehenes de una Guerra sin Fin
13 Oct. 2023Redacción/CAMBIO22
El viernes por la mañana más de un millón de personas del norte de Gaza se encontraron ante un terrible dilema.
¿Debían seguir a los 400 mil amigos, familiares y vecinos que ya habían huido de sus hogares en medio de los ataques aéreos de represalia de Israel y su advertencia de que casi la mitad de los 2.3 millones de habitantes del enclave debían evacuar la zona por su “propia seguridad”, antes del esperado asalto terrestre?
¿O deberían hacer caso al llamamiento de Hamás a no moverse y mantenerse firmes frente a lo que denominó “esta repugnante guerra psicológica emprendida por la ocupación”?
Nebal Farsakh, portavoz de la Media Luna Roja Palestina en la ciudad de Gaza, rompió a llorar mientras intentaba comprender lo que está ocurriendo.
“Olvídate de la comida, olvídate de la electricidad, olvídate del combustible”, dijo. “Lo único que nos preocupa ahora es si vamos a sobrevivir”.
El Ministerio de Salud palestino informó que mil 799 personas han muerto y más de 6 mil 400 han resultado heridas desde que Israel comenzó a atacar Gaza el pasado sábado. La ONU calcula que más de 423 mil personas han huido ya de sus hogares en el territorio, muchas de ellas en dirección a la zona que ahora Israel les ordena abandonar.
El viernes por la mañana, muchas personas estaban metiendo sus pertenencias en maletas y bolsas de plástico, recogiendo a sus hijos y empezando a desplazarse hacia el sur.
“En este momento, estoy abandonando lo que creía que era el lugar más seguro al que podía ir”, dijo Rama Abu Amra, una estudiante que había huido varias veces con su familia a través de la ciudad de Gaza desde que comenzaron los bombardeos. Mientras hablaba, se oía en el fondo las voces de las multitudes presas del pánico.
“No estamos seguros en absoluto, nos atacan constantemente. No sé, sólo le rezo a dios para que nos proteja, para que proteja nuestras casas, la mía está siendo atacada de verdad. Puede que no vuelva a encontrarla”.
Dijo que se estaba despidiendo de todo lo que amaba: su casa; su habitación; sus recuerdos de infancia, incluso su caja de material universitario.
“Nunca pensé que esto ocurriría”, añadió Abu Amra. “Nos hemos enfrentado a muchas guerras antes, a muchas escaladas, pero incluso esas fueron más fáciles”.
Pero esta vez, dijo, simplemente no había a dónde huir. “No sabemos qué hacer. Esperamos seguir con vida, porque realmente no sé si lo lograremos. Recen por nosotros. No tenemos Internet, ni agua, ni comida. No hay conexión, todo es tan difícil. Nunca habíamos vivido algo así”.
Otros, sin embargo, se habían hecho a la idea de que no se repetiría lo que los palestinos llaman la Nakba (la catástrofe) de 1948, cuando 700 mil personas fueron expulsadas o huyeron de sus hogares en la guerra que rodeó la creación del Estado israelí.
En el hospital de Shifa, el mayor de los 13 hospitales públicos de Gaza, un hombre llegó a visitar a docenas de amigos y familiares que habían sido traídos de un edificio del campo de refugiados de Beach bombardeado por Israel. “Sobreviví, no sé por qué”, dijo a los periodistas. “Es para (poder) decirle al enemigo, a Estados Unidos, a Europa y al mundo que este pueblo palestino no será derrotado. Piensan que habrá otro desplazamiento, o que podemos ir a Egipto. Tonterías”.
Con eso, se dirigió a la morgue para tratar de identificar a sus familiares muertos.
A pesar de los bombardeos y los desplazamientos masivos, Hamás instó a la población de Gaza a no moverse. Una vez más, se invocó al fantasma de la Nakba.
“Pedimos a la población del norte de Gaza y de la ciudad de Gaza que permanezcan en sus casas y en sus localidades”, declaró Eyad al-Bozom, portavoz del Ministerio del Interior de Hamás. “Llevando a cabo masacres contra los civiles, la ocupación quiere desplazarnos una vez más de nuestra tierra. El desplazamiento de 1948 no se producirá. Moriremos y no nos iremos”.
El Ministerio de Salud de Gaza afirmó que sería imposible evacuar a los numerosos heridos de los hospitales, y añadió que el personal hospitalario no actuaría de acuerdo con la advertencia de Israel.
“Tenemos un deber y una misión humanitaria, y no podemos evacuar los hospitales y dejar morir a los heridos y enfermos”, declaró el portavoz Ashraf al-Qidra. Añadió que, en caso de que los ataques israelíes fueran severos, simplemente no había ningún otro lugar en la Franja de Gaza donde acoger y tratar a los pacientes.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) hizo eco de esta opinión. “Hay personas gravemente enfermas cuyas lesiones significan que su única posibilidad de supervivencia es estar con soporte vital, como ventiladores mecánicos”, dijo el portavoz de la OMS, Tarik Jašarević. “Así que trasladar a esas personas es una sentencia de muerte. Pedir a los trabajadores sanitarios que lo hagan es más que cruel”.
La Media Luna Roja Palestina, cuatro de cuyos paramédicos han sido asesinados en Gaza en los últimos días, también dijo que permanecería en Gaza.
“La decisión está tomada”, afirmó en un comunicado publicado en Instagram. “No nos hemos ido ni nos iremos. Nuestros paramédicos seguirán prestando sus misiones humanitarias hasta el último momento. No dejaremos que la gente se enfrente sola a la muerte”.
La agencia de la ONU para los refugiados palestinos, UNRWA, dijo que no estaba evacuando sus escuelas, donde cientos de miles se han refugiado. Sin embargo, ha trasladado su sede al sur de Gaza, según su portavoz, Juliette Touma.
Al ser interrogado por periodistas sobre si el ejército israelí protegería los hospitales, los refugios de la ONU y otras instalaciones civiles, un portavoz militar describió estos lugares como “una zona de guerra”.
El contralmirante Daniel Hagari, de las Fuerzas de Defensa de Israel, declaró: “Si Hamás impide que los residentes evacúen, la responsabilidad es suya”.
Clive Baldwin, asesor jurídico principal de Human Rights Watch, afirmó que la advertencia de Israel simplemente no era efectiva y pidió a los líderes mundiales que alzaran la voz. “Las carreteras son escombros, el combustible escasea y el principal hospital está en la zona de evacuación”, dijo. “Esta orden no altera las obligaciones de Israel en operaciones militares de no atacar nunca a civiles y tomar todas las medidas posibles para minimizar los daños que les puedan causar”.
La oficina de derechos humanos de la ONU pidió contención a ambas partes y señaló que 2 mil 700 personas, entre ellas civiles, habían muerto desde el ataque de Hamás a Israel hace casi una semana. Expresó su temor de que altos mandos militares israelíes estuvieran dando la impresión de que obedecer el derecho internacional humanitario se había convertido en algo “opcional y no obligatorio” en los ataques de represalia.
“Instamos a los grupos armados palestinos a que pongan fin al uso de proyectiles indiscriminadamente, pues violan el derecho internacional humanitario, así como a los ataques dirigidos contra civiles”, declaró Ravina Shamdasani, portavoz del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
“Y solicitamos a Israel a que garantice el pleno respeto del derecho internacional humanitario y de los derechos humanos en todas y cada una de sus operaciones militares”. Los ataques aéreos y de artillería ya han provocado la destrucción de grandes zonas y barrios densamente poblados de Gaza, y la retórica de altos funcionarios hace temer que se esté enviando a los miembros de las Fuerzas de Defensa israelíes el mensaje de que el derecho internacional humanitario ha pasado a ser opcional en lugar de obligatorio.”
Fuente: La Lista
Reuters, Associated Press y Agence France-Presse contribuyeron con este reportaje.