🔊 Escuchar la nota

 

 

Choferes y Pasajeros Coinciden en la Comodidad, pero Reclaman Cobertura y Mantenimiento a Largo Plazo

 

Gobierno Ajusta Distribución de Vehículos Tras Críticas y Reconoce Desafíos de la Crisis de Movilidad

 

 

Redacción/CAMBIO 22  

Con solo dos días en funcionamiento, los nuevos microbuses habilitados en La Habana han comenzado a integrarse a la rutina de transporte de algunos sectores de la población. El ministro de Transporte, Eduardo Rodríguez Dávila, informó desde su perfil de Facebook que el servicio comenzó este lunes con 50 vehículos distribuidos en siete rutas, con salidas desde puntos de alta demanda como hospitales, centros educacionales y paradas oficiales del transporte público.

La publicación del titular del ramo, replicada íntegramente por Tribuna, resalta que el precio único del pasaje es de 20 pesos cubanos (CUP) y que el servicio opera de 7:00 a.m. a 6:00 p.m., con una rotación al mediodía para que los choferes puedan almorzar sin interrumpir completamente la operación. Rodríguez Dávila afirmó que “muchos habaneros ya han incorporado las nuevas rutas a sus rutinas”, aunque reconoció que aún hay quienes apenas comienzan a familiarizarse con el servicio, al que han accedido por televisión, comentarios de conocidos o publicaciones en redes sociales.

Según su balance, “el tiempo de espera fue calificado como corto y la mayoría coincidió en que la experiencia ha sido ‘muy superior’ a lo que estaban acostumbrados”. En opinión del ministro, “las opiniones recogidas apuntan a una alta aceptación del servicio, con énfasis en la comodidad de los vehículos, la tarifa asequible y la utilidad de las rutas”, y señaló que muchos usuarios han expresado el deseo de que estas iniciativas se mantengan y se amplíen a otras zonas de la ciudad y del país.

Desde la perspectiva de los choferes, asegura haberse recogido también impresiones favorables. Varios conductores que ya operaban las conocidas “gacelas” valoraron esta nueva etapa como más favorable, con mejores condiciones técnicas y esquemas de trabajo más organizados.

Rodríguez Dávila añadió que “los trabajadores se mostraron animados por el ambiente positivo entre los pasajeros y por la oportunidad de contribuir a una mejora tangible en la movilidad urbana”.

Aseguró además que el servicio se encuentra en constante evaluación y ajuste: “Está concebido como un aporte flexible y eficiente al sistema de transporte urbano, por lo que será continuamente evaluado y ajustado según las condiciones reales de operación y las sugerencias de la ciudadanía”.

Entre las imágenes compartidas por el ministro se incluyó un cartel con los detalles de las siete rutas habilitadas. Todas operan con tarifa fija de 20 CUP.

Reacciones ciudadanas: elogios, propuestas y alertas

En la propia publicación de Eduardo Rodríguez Dávila se acumularon decenas de comentarios de usuarios que han utilizado el servicio o han tenido contacto visual con los microbuses en las calles. Los mensajes, en su mayoría, elogian el confort, la rapidez del servicio y la organización en paradas clave. “El tramo Vedado – La Palma es rapidísimo y muy cómodo… el precio está muy bien”, escribió un usuario, mientras otro señaló: “Aceptación total de la población”.

También se expresaron propuestas concretas, como incluir las nuevas rutas en aplicaciones móviles, mejorar la visibilidad de los letreros identificativos y extender los recorridos a zonas que siguen sin acceso efectivo al transporte público. Entre las sugerencias, se repitieron menciones a lugares como Alamar, San Miguel del Padrón, Boyeros o la Villa Panamericana.

No faltaron advertencias sobre posibles problemas futuros. “Todo empieza bien, pero después se deteriora… esperemos que no pase lo mismo”, comentó un usuario. Otro añadió: “No se puede desvestir un santo para vestir otro. Las gacelas están en decadencia total”. También hubo llamados a la disciplina colectiva: “Hay que cuidar estos carros y mantener la educación y el respeto tanto de pasajeros como de choferes”.

Rectificaciones forzadas y crisis estructural

La implementación de los nuevos microbuses ocurre tras una polémica inicial provocada por la decisión del Ministerio de Transporte de asignar los 100 vehículos exclusivamente a La Habana. Ante las críticas ciudadanas, el Ministerio rectificó su decisión: solo 50 quedaron en la capital y el resto fue distribuido entre Santiago de Cuba, Holguín, Camagüey, Villa Clara y Ciego de Ávila.

Este cambio evidenció el malestar ante el centralismo en la asignación de recursos y reavivó críticas sobre el estado del transporte público. La distribución de vehículos averiados —como las “gacelas” fuera de servicio— a las provincias también fue objeto de cuestionamientos.

Los microbuses, de fabricación china (marca Foton) y 14 plazas, fueron adquiridos con fondos del sector estatal y gestionados por Metrotaxi. Su llegada fue presentada como una alternativa para aliviar la crisis del transporte, aunque no se trata de una ampliación del parque, sino de una sustitución parcial de vehículos inactivos. Su climatización ha sido destacada como un atributo, aunque no se ha aclarado si se garantizará su mantenimiento regular.

En este contexto, la crisis del transporte en la capital continúa marcada por la escasez de combustible, la caída del número de viajes, y el deterioro de medios alternativos como los triciclos eléctricos, cuya operatividad depende de una red energética en crisis.

¿Alivio o parche?

El despliegue de los nuevos microbuses representa un respiro puntual para algunos sectores de la población habanera, pero no cambia el panorama general del transporte urbano en la isla. Las autoridades han prometido mantener una evaluación constante del servicio, aunque los antecedentes de deterioro rápido y descontrol son motivo de escepticismo entre muchos usuarios.

La ciudadanía, por su parte, ha demostrado que está dispuesta a opinar, proponer y vigilar. Como escribió un comentarista en redes: “Lo nuevo hay que cuidarlo, pero también exigir que se mantenga”.

Preguntas frecuentes sobre los nuevos microbuses en La Habana

 

 

Fuente: Cibercuba

redaccionqroo@diariocambio22.mx

MRM-GCH