“Gusano Barrenador: Un Riesgo para el Productor, No para el Consumidor”

Gerardo Rodriguez / CAMBIO22

Después de una ligera pausa, esta semana estamos de regreso con un tema muy interesante alrededor de los casos de gusano barrenador, y es que creo que se está generando un miedo innecesario en relación a si esta situación afecta a la carne ofertada hacia el consumidor final. Y hay que ser muy claros, esto es un problema que afecta a la parte productiva, principalmente.

Por varios años, hemos visto campañas que hacen referencia al sello TIF y, hoy más que nunca, este distintivo toma una mayor relevancia al garantizar los procesos sanitarios y de calidad ofrecidos al consumidor final. Este proviene de una planta Tipo Inspección Federal (TIF) y garantiza que las canales de res cumplen con las normativas y requerimientos sanitarios.

Esto lo menciono por los temores que existen entre la población, al cuestionarse si la carne de res representa un peligro en el consumo humano, debido al problema del gusano barrenador y, para despejar esta duda, tenemos que recordar que la mosca que genera los huevecillos lo hace solamente en animales vivos y no en carne procesada, por lo cual no representa ningún tipo de riesgo hacia el consumidor final.

A México le tomó cerca de 20 años erradicar el gusano barrenador cuando tuvimos este problema en el pasado, hoy en día hemos sido dependientes de la planta de mosca estéril que está ubicada en Panamá, mientras que la planta que se está construyendo en territorio mexicano la veremos en función hasta mediados del próximo año, por lo cual el problema seguirá avanzando en el país. Como lo comentamos anteriormente, este problema no es exclusivo del ganado bovino, sino que se extiende a otras especies, incluyendo a la especie canina.

Como parte de la cadena productiva y de abastecimiento de productos cárnicos, tenemos que trabajar en informar y dar la confianza de que el consumo de proteína de res y de cerdo no genera, ni representa, ningún peligro hacia el consumidor, por eso la importancia de que los productos nacionales sean procesados en establecimientos TIF.

Todo este tema es adicional a lo que hemos hablado referente al incremento de los precios, disponibilidad de productos, sustitución de nuevos cortes y la entrada de nuevos países a vender a México, tópicos que hablaremos con mayor profundidad en próximas columnas.

La estrategia para los próximos 12 meses será totalmente distinta a como la planeamos en enero de este año, debemos adaptarnos a las nuevas condiciones de producción, costos y competencia en un mercado cambiante.

Fuente: Ganaderia

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