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• No hay, hasta ahora, información veraz de que el ataque “destruyó totalmente” las instalaciones clave de Irán

 

Redacción/CAMBIO 22

Donald Trump se apresuró a afirmar que los ataques estadounidenses contra las instalaciones nucleares iraníes las habían “destruido total y completamente”. Sin embargo, aún no está claro cuánto daño físico se ha causado ni cuál podría ser el impacto a largo plazo en el programa nuclear iraní.

¿Cuál era el objetivo?

La Organización de Energía Atómica de Irán (OEAI) confirmó los ataques en sus instalaciones de Fordow, Isfahán y Natanz, pero insistió en que su programa nuclear no se detendría. Irán y el organismo de control nuclear de la ONU afirmaron que no había indicios inmediatos de contaminación radiactiva en las tres ubicaciones tras los ataques.

La Media Luna Roja Iraní no reportó muertes a causa de los ataques estadounidenses, lo que parece confirmar las afirmaciones iraníes de que habían sido evacuados en gran medida con antelación. El Ministerio de Salud afirmó que los heridos no presentaban evidencia de contaminación nuclear. Inmediatamente después, oficiales militares estadounidenses declararon que los tres sitios habían sufrido “daños graves” tras una operación planificada durante semanas, sugiriendo que fue coordinada con Israel.

El Pentágono dijo que todavía se estaba realizando una evaluación de los daños causados ​​por la batalla.

¿Qué sabemos de la huelga en Fordow?

Consideradas durante mucho tiempo como el objetivo militar más difícil entre los emplazamientos nucleares de Irán, las instalaciones de enriquecimiento de uranio de Fordow —el objetivo principal de la operación— se encuentran enterradas bajo los montes Zagros. Según informes, el emplazamiento se construyó bajo un lecho rocoso de entre 45 y 90 metros, compuesto principalmente por caliza y dolomita.

Algunos expertos han sugerido que la estratificación de las rocas sedimentarias, incluidas las fallas, también dificultaría el impacto sobre el conjunto de centrífugas, proporcionando una especie de amortiguación geológica contra una onda expansiva.

El ataque, denominado Operación Martillo de Medianoche, fue llevado a cabo por siete bombarderos furtivos B-2 Spirit procedentes de Estados Unidos, tras un vuelo de engaño de otros B-2 en el Pacífico. Se dispararon misiles Tomahawk desde buques estadounidenses en aguas al sur de Irán.

El sitio fue alcanzado por una docena de penetradores de munición masiva de 13.600 kg, conocidos como rompebúnkeres, aproximadamente a las 2:10 a. m., hora iraní. Fue el primer uso operativo del arma. La cantidad utilizada sugiere desconfianza en que un impacto menor pudiera penetrar el objetivo.

El resultado depende en gran medida del tipo de hormigón dentro de la instalación. Las estimaciones de penetración de los rompebúnkeres se basan principalmente en hormigón armado resistente a 5000 psi. Se cree que Irán utilizó hormigón más resistente.

Si bien el video del lugar mostró evidencia de un incendio inmediatamente después, las imágenes satelitales publicadas el domingo fueron sugerentes pero lejos de ser concluyentes.

El edificio de apoyo principal en el sitio parecía no haber sufrido daños, pero la topografía de un área prominente de la línea de cresta parecía haberse alterado y aplanado, con alguna evidencia de cicatrices en la roca cerca de dos grupos de cráteres de bombas alrededor de la cresta.

Los analistas habían sugerido que un ataque podría alcanzar el túnel de entrada principal al sitio, pero el esfuerzo principal parece haber sido en un lugar diferente.

En desacuerdo con la afirmación de Trump sobre una “destrucción total”, dos funcionarios israelíes que hablaron con el New York Times describieron graves daños en Fordow pero dijeron que el sitio no había sido completamente destruido.

El director del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, añadió: «En cuanto a la evaluación del grado de daño subterráneo, no podemos pronunciarnos al respecto. Podría ser importante; podría ser significativo, pero nadie… ni nosotros ni nadie más podría decirles cuánto ha sufrido el daño».

¿Cuál fue el impacto en Isfahán?

El centro de tecnología nuclear de Isfahán fue alcanzado por misiles de crucero Tomahawk disparados desde un submarino de clase Ohio, en lugar de misiles antibúnker. Un video publicado en redes sociales mostró una detonación a distancia desde el lugar el sábado por la noche.

Según el OIEA, además de los cuatro edificios alcanzados por los ataques israelíes, otros seis edificios han sido atacados, incluida una planta de producción de barras de combustible. Señaló que las instalaciones atacadas en Isfahán no contenían material nuclear o contenían pequeñas cantidades de uranio natural o poco enriquecido.

¿Qué fue lo que fue alcanzado en Natanz?

Natanz ya había sufrido daños durante los primeros ataques israelíes del conflicto, y las evaluaciones indicaban que habían alcanzado la central eléctrica que abastecía la sala principal de centrifugadoras. El uranio se había enriquecido hasta el 60%, lo que le faltaba para fabricar material bélico.

Al parecer, la sala de enriquecimiento subterránea de Natanz fue el objetivo. Imágenes satelitales mejoradas del sitio el domingo mostraron nuevos daños en edificios de la superficie y nuevos cráteres en el centro del sitio.

En respuesta a los ataques estadounidenses, Irán lanzó el domingo misiles balísticos contra Israel, activando las sirenas de ataque aéreo en todo el país e hiriendo a 16 personas.

¿Quedó destruido el programa nuclear de Irán?

Irán ha afirmado haber evacuado los emplazamientos hace varios días, y las imágenes satelitales de hace varios días sugieren que hubo un tráfico inusual de camiones en Fordow. Esto parece confirmar el movimiento de algunos materiales del emplazamiento, posiblemente incluyendo las reservas de uranio —o parte de ellas—, cuyo paradero sigue sin contabilizarse.

Hassan Abedini, subdirector político de la radio estatal iraní, dijo que Irán había evacuado los tres sitios (Natanz, Isfahán y Fordow) hace algún tiempo.

“Las reservas de uranio enriquecido fueron transferidas desde los centros nucleares y no quedaron allí materiales que, de ser atacados, pudieran causar radiación y ser perjudiciales para nuestros compatriotas”, afirmó.

Tres días antes de los ataques estadounidenses, se vieron 16 camiones de carga cerca del túnel de entrada de Fordow.

El jefe de la AEOI, Mohammad Eslami, afirmó este mes que Irán tenía otro sitio de enriquecimiento “en un lugar seguro e invulnerable” que podría albergar centrifugadoras.

Los analistas han sostenido durante mucho tiempo que, si bien es posible perturbar el funcionamiento físico de una instalación nuclear y limitar el alcance de un programa mediante, por ejemplo, el asesinato de científicos, la amplitud del conocimiento técnico adquirido durante décadas de duración del programa es imposible de destruir.

En último término, la pregunta es si los ataques estadounidenses e israelíes se consideran suficientes para que Irán capitule o si, por el contrario, alientan al régimen a acelerar sus esfuerzos para producir un arma nuclear viable.

 

 

 

Fuente: The Guardian

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