Grupo Sombra: Crecimiento de la Organización Criminal Durante el Gobierno de García en Veracruz
4 Nov. 2024
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Sicarios obligan a habitantes de Tuxpan y Poza Rica a publicitar su “generosidad” en redes sociales, mientras consolidan su control criminal en la región.
Redacción / CAMBIO 22
México sabe por primera vez del Grupo Sombra, la empresa criminal de mayor expansión en el último sexenio en Veracruz, cuando un puñado de sicarios se toman fotografías con habitantes de Tuxpan y Poza Rica y los obligan a subirlas a sus redes sociales.
Las mujeres deben sonreír a la cámara y abrazar a esos hombres armados y embozados; a los hombres se les exige levantar el pulgar en señal de aprobación. Todos deben publicar un comentario de agradecimiento por el regalo, forzado, de pavos congelados y refrescos para la cena navideña del 2017.
“Esta cena fue auspiciada por Fuerzas Especiales Grupo Sombra”, se lee en los volantes que los pistoleros entregan junto con la comida. Todos viajan en camionetas sin placas que circulan libremente por esos dos municipios entre el 23 y 31 de diciembre, sus noches de presentación ante la sociedad.
¿A qué cártel pertenece Grupo Sombra?
El Grupo Sombra se anuncia como escisión del Cártel del Golfo. La renovación criminal con mirada social. Dicen ser buenos samaritanos con pinta de asesinos que actúan bajo tres principios:
Limpiar a Veracruz de Los Zetas y del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Barrer con los delitos del fuero común —como secuestro y violaciones— a cambio de impunidad para cometer delitos federales.
Hacer las obras sociales que el gobierno no quiere hacer.
Su nacimiento ocurre mientras se acerca el fin de la administración del panista Miguel Ángel Yunes Linares y un diputado federal llamado Cuitláhuac García obtiene licencia para separarse de su curul y anunciarse como aspirante a gobernador de Veracruz. Él también promete tener mirada social, erradicar a los cárteles y llenar los vacíos de autoridad.
Grupo Sombra hace campaña como si fuera un partido político, pero sin intención de ir a las urnas el primero de julio. En abril y mayo de 2018 regalan juguetes en el Día del Niño y electrodomésticos en el Día de las Madres; lo mismo hacen los otros cuatro candidatos a gobernador, pero con más intensidad el favorito en las encuestas, el de Morena.
Es una competencia por ver quién ofrece más: comida, ropa, despensas. Los rebeldes del Cártel del Golfo incluso superan la coyuntura del día de la elección y copian el plan DN-III del Ejército mexicano para ayudar a los damnificados por los diluvios de octubre.
Para diciembre de 2018, Cuitláhuac García toma protesta como mandatario constitucional de su estado y el Grupo Sombra consolida su posición como la célula criminal más importante en el norte de Veracruz.
Ambos coexisten como un poder electo y paralelo. De ambos, los vecinos tienen altas expectativas, pero los días de pedir confianza, estrechar manos y posar para la cámara se han terminado. Muy pronto mostrarán su verdadero rostro.
Grupo Sombra opera con crueldad extrema
En Veracruz, los reporteros de nota roja que se han acostumbrado a no poner su nombre ni apellidos en las notas, dicen que Grupo Sombra toma su identidad de una idea macabra: ser invisibles, pero estar siempre presentes. Como espectros que se mueven en la noche. Y que así como dan dádivas con una mano, con la otra cortan cabezas.
A sólo unos meses de la elección de 2018, Grupo Sombra hace un importante acto de campaña: sube a redes sociales el interrogatorio y decapitación de una mujer que se identifica como Comandanta Paty, presunta jefa de Los Zetas y lideresa de secuestradores.
Los criminales se enorgullecen con la viralidad del asesinato: es su manera de afirmar “al pueblo de Veracruz” que sus promesas serán cumplidas.
Y para el segundo semestre del año se adjudican los asesinatos de varios hombres y mujeres cuyos cuerpos abandonan en vías públicas, parques y playas de Tuxpan y Poza Rica. Su marca es el uso de bolsas negras para basura: así convierten a sus víctimas en sombras. La propaganda del horror es justificada como la limpia de la plaza.
Para 2019, los actos de caridad son cada vez menos frecuentes y la barbarie más común. Un asesinato reivindicado por Grupo Sombra llama la atención de la prensa: por el mensaje junto al cuerpo, parece ser que los asesinos reconocen que hay un acuerdo entre criminales y autoridades para entregarles el norte de Veracruz. Y que el fallecido violó ese pacto.
“Si de varones ya habíamos dividido los pueblos… esta es una de las primeras llamadas, si ustedes hacen a meterse a los territorios que nos corresponden, no los sorprendan que hagamos lo mismo ¿Somos hombres o niños?”, consignan los periodistas de nota roja.
Asesinatos en Veracruz durante gobierno de Cuitláhuac García
El gobierno de Cuitláhuac García acumula en sus primeros 100 días de mandato unos 550 asesinatos. Poco más de cinco al día. Y Grupo Sombra es responsable de un gran número de esos homicidios por su férrea defensa del norte de la entidad.
La posición que han elegido en el mapa es una de las más codiciadas de México.
Se han ubicado en una región con alta presencia de ductos de Pemex, ideales para robar gasolina; también, en la ruta migrante del Golfo que va de Guatemala a Tabasco; y, lo más importante, en la puerta de entrada a Tamaulipas, el último estado antes de llegar a Texas, Estados Unidos, el mayor mercado de drogas de Occidente.
En 2020, una tormenta perfecta los ayuda a fortalecerse en el estado: un virus desconocido que viaja por el mundo y un gobierno estatal que no sabe reaccionar ante una pandemia.
Control al norte del estado
Es marzo de 2020 y Grupo Sombra vuelve a sus orígenes: obliga a su base social a publicar fotografías con sus sicarios con el rostro cubierto y las armas largas recargadas en el pecho. Esta vez no son cenas navideñas, sino despensas en plena escasez de comida por la preocupación que provoca el covid-19.
Hay otra diferencia que parece sutil, pero no lo es. La organización criminal ya no sólo reparte “ayuda” en el norte de Veracruz, sino que se deja ver en municipios como El Higo, Pánuco y Tempoal, en la Huasteca Alta, colindante con Hidalgo, donde entregan víveres baratos con la vigilancia discreta de patrullas municipales y estatales, según la prensa local.
En cada bolsa va una fotocopia: “Esto es para la gente de nuestro pueblo. No están solos, estamos con ustedes. Atte. Grupo Sombra”.
Mientras el gobernador Cuitláhuac García minimiza los casos e incluso invita a la gente a visitar las playas del estado “de 100 (personas) en 100 (personas) para evitar contagios”, Grupo Sombra toma el control de la crisis sanitaria.
Impone toques de queda, sanciona con tablazos a quienes hagan reuniones y reparte cubrebocas que roban de hospitales, según el informe “Observaciones sobre violaciones a Derechos Humanos durante la emergencia sanitaria” elaborado por la Secretaría de Gobernación (Segob).
Para abril de 2020, la encuestadora Arias Consultores ubica al morenista como el peor de los 32 gobernadores en el manejo de la pandemia; en cambio, los criminales, con ayuda de policías veracruzanos y caciques locales, ganan base social, incluso distribuyendo supuestas vacunas a fin de año.
El entonces obispo de Tuxpan, Juan Navarro Castellanos, en una reunión navideña con reporteros locales cuestiona lo que ve: —¿es el crimen organizado un rival del gobierno o son parte del mismo grupo?
Seis años de impunidad
En 2021, Grupo Sombra rompe definitivamente con una promesa a los veracruzanos. Lo había hecho antes en algunas regiones y en ciertos momentos como Navidad o Año Nuevo, pero ahora parece que sus jefes de plaza han recibido la orden de convertir la excepción en regla: cobrar derecho de piso bajo el falso argumento de financiar la resistencia contra el CJNG, Los Zetas y el Cártel de Sinaloa.
La venganza contra quien se niegue lleva los asesinatos al siguiente nivel: aparecen desmembrados, colgados, incluso quemados vivos. En redes sociales, hay denuncias anónimas de despojos de terrenos y de retenes en autopistas.
Los secuestros también se aceleran para mandar mensajes de horror y Veracruz se encamina al primer lugar a nivel nacional de raptos, de acuerdo con la organización civil Alto al Secuestro.
La sospechas de los veracruzanos sobre un acuerdo criminal para permitir la metástasis de Grupo Sombra encuentra respuestas en octubre de 2022, cuando el grupo de hackers Guacamaya Leaks filtra miles de documentos secretos a medios de comunicación y uno de esos, elaborado por la Secretaría de Defensa Nacional (Sedena) y calificado como “extra urgente”, indica que:
El gobernador Cuitláhuac García apoyó la entrada a la entidad del Cártel del Noreste y que su gabinete de seguridad da protección a esa escisión de Los Zetas.
Grupo Sombra está integrado por miembros del Cártel del Noreste, pues ambos tienen el mismo origen: el Cártel del Golfo, fundado en Tamaulipas en los años 30 del siglo pasado, y quienes innovaron en el mundo criminal con dádivas para ganarse el cariño del pueblo que después someterían.
Por ejemplo, su ex líder Osiel Cárdenas Guillén se hizo célebre en Matamoros por festejar a niñas y niños cada 30 de abril.
La supuesta protección oficial, entonces, beneficia también al Grupo Sombra. La respuesta del gobernador morenista es rechazar la observación que hicieron en el gobierno federal que él apoya y pedir que sus propios compañeros de partido lo investiguen. Ninguna carpeta se abre en la Fiscalía General de la República (FGR).
No ayuda a su defensa que ocho meses antes, en febrero, el mandatario estatal había festejado la detención de cinco presuntos miembros de Grupo Sombra en el municipio de Álamo. Diez horas después, la Fiscalía les retiró los cargos y la policía estatal los vio caminar hacia la libertad. El mensaje de no impunidad se hace pedazos.
Un informe de la Sedena en la administración federal anterior, al cual MILENIO tuvo acceso, establece que el Grupo Sombra crece con la administración del gobernador Cuitláhuac García, quien dejará su cargo el próximo 30 de noviembre.
La célula criminal que en 2017 tenía presencia en apenas dos ciudades, hoy se esparce en el norte, centro y sur del estado; al menos, se le atribuyen asesinatos, secuestros, robo de gasolina, cobro de piso y hasta robo de ganado en 52 municipios, es decir, en el 24% del territorio. Un cuarto de Veracruz está bajo su bota.
Su expansión es de tal tamaño que incluso ha engendrado nuevos brazos armados. Uno en particular preocupa a los habitantes del norte del estado, quienes mejor conocen a esos falsos filántropos: se llaman La Nueva Mafia Veracruz. Es el hijo de Grupo Sombra que se prepara para tomar por asalto el próximo sexenio.
Fuente: Milenio
GAVC / MA