• El colectivo fundado por Brenda Sorchini y Sergio Heredia amplía las fronteras del arte mexicano con una destacada exposición en Italia.

• El pabellón de Grupo Máxico en Venecia, parte de un proyecto que busca superar las limitaciones de espacios expositivos en México, se convierte en una plataforma global para los creadores contemporáneos.

 

Redacción/ CAMBIO 22

El Pabellón de México, a cargo de la Secretaría de Cultura, llevó la obra de Erick Meyenberg y Tania Ragasol a la Bienal de Venecia, pero el Grupo Máxico hizo algo de dimensiones extraordinarias ya que llevó el trabajo de 174 artistas mexicanos a los canales italianos.

La plataforma, fundada hace 10 años por Brenda Sorchini y Sergio Heredia, trabajó por más de un año en hacer esto posible y llevar a Venecia el Pabellón Máxico, esto como respuesta artística y política a la falta de espacios de exposición de artistas en tierras aztecas.

Si bien reconocen la creación de galerías, los organizadores dijeron en entrevista que debido a la cantidad de creadores que hay en el país siguen siendo insuficientes los espacios, por lo que en el marco de la Bienal, que este año tuvo como lema “Extranjeros por todas partes”, la propuesta de este colectivo independiente fue buscar la libertad más allá de las fronteras.

El pabellón de Grupo Máxico en Venecia es la primera etapa de su proyecto, mismo que buscarán que llegue a la CDMX y además se inmortalice en una publicación que extenderá una forma de presentar las creaciones de artistas contemporáneos.

Sergio Heredia (SH): Nosotros somos artistas. Brenda (Sorchini) es pintora y también hace escultura, yo (Sergio Heredia) estudié cine y después me interesé por la escultura, entonces como estamos en el medio sabemos y vivimos en carne propia lo complicado que es.

En México, además de que no existen los apoyos como en otras partes del mundo, es muy difícil que te den apoyos galerísticos, de exposición y gubernamentales. Tenemos varios colegas que sufren de la misma manera diferentes complicaciones para exponer su arte porque si no expones tu arte no puedes seguir produciendo porque acumulas lo que no exhibes, no te inspiras, no hay tanto feedback, entonces hay un estancamiento donde no puedes transitar.

Se nos ocurrió abrir este espacio para los colegas, artistas admirados, artistas que no conocíamos para tocar su puerta, preguntarles si querían participar en un proyecto, y al final logramos que participaran 174 artistas.

Brenda Sorchini (BS): El texto tenía mucha inspiración en la idea del otro. La idea que teníamos en mente era “Cómo a partir de mi entendimiento del otro me comprendo a mi mismo”.

SH: Esto tenía que ver con la manera en que siempre hemos trabajado los proyectos. Es a partir de la confianza, del trabajo colaborativo, la empatía y de crear lazos que nosotros llamamos constelaciones creativas, que se generan a partir de los encuentros artísticos.

BS. Quisimos también invitar a artistas que admiramos y que sus proyectos también nos inspiran. De boca a boca se fueron uniendo y llegamos hasta el grupo tan grande que se consolidó.

¿Cómo fue posible llevar a cabo el viaje? ¿Estuvieron en contacto desde meses antes con los espacios, lugares, negocios de Venecia y cómo definieron los lugares de exposición?

SH: La obra hablaba por sí misma y te invitaba casi a dónde se iba a ver. Había lugares donde ya habíamos visto porque en Venecia teníamos otro equipo. Este trabajo tiene más de un año y medio planteándose, entonces en realidad fue un trabajo colaborativo.

El equipo que estaba en Venecia nos indicaba dónde podrían colocarse la pieza. En ocasiones no hubo pláticas previas con las personas donde se iba a poner, si no dejábamos que la pieza dialogara con el espacio.

Venecia es grande y cuenta con muchos lugares, rincones, museos y espacios galerísticos donde se podía hacer esto. Entonces fue posible hacer un rally por toda la ciudad y no solo por la parte de los Pabellones, donde principalmente se expone el arte de los diferentes países.

¿Recibieron algún apoyo o cómo fue que cubrieron la parte financiera?

SH: Todo esto fue autogestionado. También fue un trabajo conseguir los fondos, fue parte del trabajo previo y nuestros colegas de Murillo y DHK también apoyaron mucho con la logística del arte, ellos estuvieron pendientes todo el tiempo.

 

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BS: Sobre todo en el sentido del traslado de obra de arte a territorio internacional hubo que checar temas de aduana, tal vez algunos permisos y limitaciones para transportar las obras y eso tenía mucho que ver con toda la logística del movimiento de las piezas, que fue sobre todo con lo que nos estuvieron apoyando ellos al asegurarse, junto con nosotros, de que todas las piezas partieran y volvieran bien a la CDMX.

¿Tuvieron algún problema en aduanas para llevar las obras?

SH: Afortunadamente no. Hubo un retraso en la llegada de las maletas, pero eso fue por el calor de la CDMX. Estaba muy caliente la pista y eso retrasó el vuelo y las maletas, pero las recuperamos sin ningún problema. Todos fueron muy amables y allá había un mexicano que emigró a Italia, por lo que no tuvimos que emplear el poco italiano que aprendimos para poder comunicarnos.

¿Pabellón Máxico tuvo algún contacto con el pabellón de la Secretaría de Cultura, Erick Meyenberg  o Tania Ragasol?

SH: No, fue independiente, un acto devocional, un acto político que también puede repercutir en ciertas áreas de la sociedad como eso porque nace de la falta de espacios que también tiene que ver con que somos muchos artistas, por lo tanto tanto las galerías como espacios públicos no se dan abasto y queremos abrir nuestros propias formas de llevar a cabo nuestros procesos.

BS: Definitivamente también queremos abrir líneas de colaboración entre los mismos creadores que buscamos la apertura.

SH: No es que queramos romper las fronteras, sino que queremos ampliar las fronteras y complementarlas. Como el tema de la bienal era “Extranjeros por todas partes”, nosotros hicimos un texto titulado La libertad del otro es fundamental para mi esencia.

BS: Lo trabajamos desde hace más de un año y la idea comenzó así. No fue como un texto curatorial ni con la idea de que fuera un texto limitante para todos los colaboradores, sino queríamos ampliar los conceptos para que ellos tuvieran más libertad de trabajar con las ideas que queríamos traducir.

SH: Un extranjero no solo es alguien que está fuera de su país, sino alguien que en tu propiedad sociedad, familia y cuerpo, tú puedes ser un extranjero. A partir de eso los colaboradores giraron en torno al texto y crearon sus piezas.

¿Durante la exposición hubo personas interesadas en adquirir o quedarse con alguna pieza?

BS: En realidad se trató de un proyecto más expositivo que está dividido en tres etapas. La primera ha sido desplegar el arte en Venecia, la segunda es una exposición en la CDMX, pero para ello necesitamos el cuerpo de obra.

SH: El tema es que algunos han decidido dejar su obra allá, hay piezas hechas específicamente para que se las llevara el mar o alguna vela que fuera prendida en cierto lugar, entonces se hizo una réplica o bien una evolución y así contar con la documentación y obras que transitaron por acá.

BS: Y la tercera etapa es una publicación que aborda no solamente como en Venecia, sino lo que hemos hecho en toda la República Mexicana. Es una compilación de los procesos con la idea de compartir el arte tanto a los creadores como al público.

Siempre nos ha interesado eso, que las personas tengan facilidades de convivir con las obras. Ha sido interesante ver la reacción de la gente.

¿Cómo han visto la apertura de espacios artísticos y qué esperan en la próxima década del arte mexicano?

SH: Creo que hay mucha gente en México, por lo tanto eso amplía la competencia que siempre es buena, sana, pero también por lo mismo ante la apertura de galerías pequeñas no siempre se puede tener agendado a todos los artistas.

Es entendible, pero lo que queremos es no estar a la expectativa ni del gobierno ni de las galerías para mostrar nuestro arte y eso lo entienden nuestros colaboradores porque siempre es apoyo de ellos y nosotros les respondemos.

 

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Lo que espero es que haya más eventos como este porque si de alguna manera las galerías están desbordadas de trabajo y tienen fines de lucro, porque de algo tienen que sobrevivir, espero que haya más eventos como este donde no tengas que estar ni a la expectativa de recibir un apoyo del gobierno o bien de una galería que requieren un porcentaje alto de las obras.

BS: Concuerdo totalmente y solo agregaría que para los artistas emergentes a veces estas cuotas significan sacrificar la propia obtención de materiales, sacrificar muchas cosas hablando económicamente que les permitan sobre todo poder crear más despreocupadamente.

 

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Como creadores es lo que necesitamos, tener un espacio, material y tiempo para poder crear. Espero más proyectos como este, pero sobre todo más unión entre los creadores.

El trabajo en equipo siempre será algo bueno para la comunidad artística porque hay una apertura extensa a tu propia producción porque también esta posibilidad estar en contacto constante con artistas y sus obras nutre el trabajo propio..

 

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Fuente: La Lista

redaccion@diariocambio22.mx

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