Estrictamente hablando, lo que permitiría este fármaco sería prevenir la insuficiencia renal crónica, una enfermedad que afecta a los riñones y que afecta a uno de cada tres gatos mayores de 10 años. Provoca un deterioro gradual de la función de estos órganos y, aunque se puede ralentizar, actualmente no hay cura para ella.
Si se pudiera curar esta enfermedad, efectivamente aumentaría la esperanza de vida de los gatos, pero esto no significa necesariamente que puedan vivir hasta los 30 años, ya que todavía podrían morir por otras causas.
QUÉ ES LA INSUFICIENCIA RENAL CRÓNICA Y CUÁLES SON SUS SÍNTOMAS
La insuficiencia renal crónica (IRC) -se produce cuando los riñones se deterioran y ya no realizan correctamente su función de filtrado y eliminación de los residuos del metabolismo. Como consecuencia, estos se acumulan en la sangre causando síntomas de intoxicación. El deterioro de los riñones es progresivo y, aunque se puede ralentizar con medicación y una alimentación específica, llega un punto en el que ya no funcionan correctamente y el gato muere o tiene que ser sacrificado.
El mayor problema de la IRC es que es una enfermedad “silenciosa” , ya que los síntomas aparecen mucho después de que los riñones se empiecen a deteriorar y, por lo tanto, ya habrán perdido parte de su capacidad de filtrado. Aun así, con el tratamiento adecuado pueden mantener una buena calidad de vida durante unos años más.
Otro de los problemas es que detectar esta enfermedad suele ser complicado ya que comparte síntomas con otras dolencias. Los más comunes son:
El gato bebe mucha agua y orina más de lo normal
Falta continuada de apetito, pérdida de peso y deshidratación
Estado apático, pelaje estropeado y decaimiento general
Posibles vómitos
Úlceras en la boca y halitosis (mal aliento)
Para conseguir un diagnóstico fiable habrá que hacer un análisis de sangre para comprobar si los niveles de urea y creatinina son más altos de lo normal, lo que sería indicativo de que el riñón no funciona correctamente. Puede complementarse con un análisis de orina que revele una presencia anormalmente alta de leucocitos (un tipo de células del sistema inmunitario), aunque esto último es indicativo de una infección en general.
UN TRATAMIENTO NOVEDOSO
La noticia de que una vacuna que podría extender la vida de los gatos hasta los 30 años saltó a raíz de una investigación realizada por Toru Miyazaki, profesor de inmunología de la Universidad de Tokio; y que se remonta, de hecho, hasta 1999. En aquel entonces, Miyazaki descubrió una proteína presente en la sangre de varias especies de animales, entre ellas los gatos, que podría prevenir la aparición de la IRC.
Llamó a esta proteína Inhibidor de Apoptosis de Macrófagos (AIM por sus siglas en inglés). Los macrófagos son un tipo de células inmunitarias que tienen la función de fagocitar los cuerpos extraños que entran en el organismo, como bacterias, así como las sustancias de desecho resultantes de los procesos del organismo, incluyendo células muertas. Por decirlo de forma sencilla, “se comen la porquería” , de modo que previenen la acumulación de residuos en los riñones y los protegen de su deterioro.
En 2016, Miyazaki empezó una investigación centrada en la aplicación de inyecciones de AIM en gatos para prevenir la aparición de la IRC. El caso de los gatos es particular ya que sus macrófagos parecen tener mayores problemas que otras especies para identificar cuándo se produce una acumulación de desechos que potencialmente podría causar daño a los riñones. Debido a esto, la aparición de la insuficiencia renal puede ser muy temprana, desde los 5 años.
Según un artículo publicado en la página de la Universidad de Tokio, el tratamiento desarrollado por el profesor Miyazaki funciona como un agente que indica a los macrófagos dónde está el problema. “El AIM va al área problemática a través de la sangre y señala exactamente dónde están los desechos. Por sí solo no disuelve las células problemáticas; sino que otras células como los macrófagos vienen a comérselas”.
Actualmente este tratamiento se encuentra en fase de pruebas y Miyazaki espera tenerlo listo para su uso a partir de 2025. Sin embargo, hay que ver cómo responden los gatos y en qué medida alarga su vida, ya que aunque llegue a evitar la insuficiencia renal, hay otras enfermedades que afectan a los gatos ancianos. Conviene aclarar que en ningún momento el investigador y su equipo han prometido que nuestras mascotas vayan a vivir 30 años gracias a ello: esta cifra surgió a partir de especulaciones no científicas en las redes sociales.
Sí es cierto, sin embargo, que un gato puede alcanzar e incluso superar esta edad, aunque se trata de casos excepcionales. La esperanza media de vida de esta especie en un entorno doméstico es de unos 15 años, aunque muchos se acercan a los 20. El más longevo de la historia, según el Récord Guinness, fue un gato llamado Creme Puff que vivió 38 años y 3 días, entre 1967 y 2005.