Redacción / CAMBIO 22

CANCÚN, QRoo, 15 de agosto de 2025.- Una red de microtraficantes fue desmantelada en Benito Juárez. En una acción que demuestra la magnitud del problema en la ciudad, fue la Fiscalía General del Estado logró que 13 personas fueran vinculadas a proceso penal por delitos contra la salud en diversas modalidades de narcomenudeo. Todos enfrentan prisión preventiva.

Los detenidos —entre ellos Víctor Alfonso “N”, Gustavo “N”, Yendry “N”, José Enrique “N”, Natanael “N”, Pablo Jhoseph “N” y Melvin Giovani “N”— habrían operado de forma dispersa pero sistemática en diversas zonas del municipio, ofertando marihuana, cocaína y metanfetamina.

Según los agentes Ministeriales de la Fiscalía, a través de la Representación Social y la Fiscalía Especializada, presentó pruebas sólidas ante distintos jueces de Control que permitieron la vinculación de los presuntos criminales.

Algunos enfrentan cargos por posesión con fines de suministro; otros por suministro directo y algunos más por posesión simple. Sin embargo, el patrón es claro: la droga corre y se distribuye en Benito Juárez con rapidez, y las autoridades ahora han decidido apretar el cerco.

Uno por uno, tras las rejas:

Víctor Alfonso “N” y Gustavo “N” fueron imputados por posesión con fines de distribución de marihuana, cocaína y metanfetamina.

Yendry “N”, José Enrique “N” y Natanael “N” están acusados por suministro activo de marihuana y metanfetamina.

Emmet “N” y/o David “N” enfrentará cargos por posesión simple de múltiples drogas.

Lino Ramón “N” será procesado por posesión con fines de venta de marihuana y cocaína.

Pablo Jhoseph “N”, Wilberth Alberto “N”, Karen Guadalupe “N”, Melvin Giovani “N”, Alan Kenovich “N” y Luis Emilio “N” también fueron procesados por diferentes variantes del delito, y todos quedaron sujetos a prisión preventiva.

Este operativo judicial marca un precedente: el narcomenudeo ya no es invisible. Los pequeños distribuidores son piezas clave del crimen organizado y, como tales, están siendo perseguidos sin tregua.

Las autoridades no han revelado si existe una conexión directa entre los procesados, pero la similitud en los patrones delictivos apunta a una estructura de microdistribución bien articulada, en la que cada imputado jugaba un rol definido dentro del ecosistema criminal.

Los procesos apenas comienzan, pero el mensaje es claro para la justicia: el narcomenudeo en Quintana Roo tiene un enemigo frontal, y ya no se combate con pinceladas suaves, sino con cárcel y estrategia.

 

 

 

redaccion@diariocambio22.mx

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