• El refuerzo económico incluye 50 mdp de recursos estatales y 51 mdp de la Agencia de Transporte de Yucatán, pero usuarios denuncian que los retrasos y la falta de rutas aún persisten.

 

  • Especialistas advierten que más presupuesto no garantiza mejoras si no hay una estrategia técnica que priorice mantenimiento, conectividad y eficiencia operativa.

 

Renán Castro Hernández/ CAMBIO 22

Mérida, Yuc.- El Gobierno de Yucatán anunció una nueva inyección de 50 millones de pesos al sistema metropolitano de transporte “Va y Ven”, como parte de una ampliación presupuestal que se complementa con 51 millones de pesos adicionales de la Agencia de Transporte de Yucatán (ATY).

En total, la ampliación alcanza 101 millones de pesos extra, destinados según autoridades a reforzar la operación, mantenimiento y expansión del sistema de transporte más ambicioso del estado.

Sin embargo, pese a la magnitud del anuncio, el impacto real sobre la movilidad cotidiana de los yucatecos sigue siendo incierto.

 

Más dinero, mismos problemas

De acuerdo con cifras oficiales, el gasto total para el sistema “Va y Ven” en 2025 ascendería a 1,180 millones de pesos, dentro de un presupuesto general para la ATY de 2,454 millones, de los cuales 843 millones provienen directamente del erario estatal.

La cifra es significativa, pero la inversión pública no ha logrado resolver los principales problemas que enfrentan los usuarios:

Saturación de unidades en horarios pico.

Tiempos de espera prolongados que en algunos puntos superan los 40 minutos.

Deficiencias en la cobertura en municipios y comisarías donde el servicio aún no llega.

Mientras la narrativa oficial apunta a un modelo de transporte “moderno y eficiente”, la experiencia diaria de los pasajeros muestra un escenario distinto, largas filas, unidades con mantenimiento irregular y escasa conexión con rutas complementarias.

 

Especialistas piden transparencia y estrategia

Expertos en movilidad urbana advierten que la inyección de recursos no basta si no se acompaña de una política técnica seria.

“El problema no es el dinero, sino cómo se ejecuta. Si no hay planificación, transparencia y seguimiento ciudadano, los millones se evaporan sin transformar el transporte”, señalaron urbanistas locales.

Entre los puntos críticos destacan:

Falta de información pública sobre el destino exacto de los nuevos fondos.

Ausencia de evaluación independiente sobre el desempeño de rutas y unidades.

Escasa coordinación intermunicipal para integrar el transporte público con los polos de crecimiento urbano.

Además, los especialistas advierten que sin una mejora estructural, el incremento presupuestal podría convertirse en un subsidio temporal, sin impacto en la calidad del servicio.

 

Ciudadanía en espera de resultados reales

El “Va y Ven” fue presentado como un modelo de modernización del transporte público en Yucatán.

Sin embargo, la distancia entre el discurso institucional y la realidad en las calles continúa siendo amplia.

Los usuarios exigen que este nuevo impulso financiero se traduzca en buses más puntuales, rutas extendidas y mantenimiento continuo, no solo en promesas.

La movilidad urbana de Yucatán se encuentra en un punto crítico, con más recursos que nunca, pero también con mayor presión social para que el sistema funcione como se prometió.

Si el gobierno no acompaña esta inversión con medición de resultados y participación ciudadana, la millonaria inyección podría terminar siendo una cifra más en los reportes financieros, sin mejorar la vida de los pasajeros.

 

 

Con información del Sistema de Noticias CAMBIO 22

redaccionqroo@diariocambio22.mx

RHM/GCH

 

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