Gerty Cori, Pionera Científica en el Estudio Fundacional de la Diabetes
25 Jun. 2024
Redacción/ CAMBIO 22
Ser el primero en algo siempre es difícil: requiere ir abriendo un camino y sentar unas bases no prescritas que otros seguirán tras de ti. Gerty Cori, primera mujer de la historia en ser galardonada con un Premio Nobel de Medicina o Fisiología, lo sabía muy bien. Junto a su marido, Carl Cori, consiguió no solo revolucionar por completo la bioquímica y redefinir la comprensión del metabolismo, sino también romper los estereotipos de género establecidos, abriendo de esa forma nuevas fronteras en la biomedicina.
A través de su tenacidad y de la “química” que había entre ellos, lograron desentrañar los secretos del ciclo de Cori, un descubrimiento que les valió el Premio Nobel y que ha dejado una huella indeleble en la medicina moderna.
EMIGRACION A ESTADOS UNIDOS
Gerty Theresa Radnitz nació el 15 de agosto de 1896 en Praga, entonces parte del antiguo Imperio Austro-Húngaro, en el seno de una familia judía. Su padre, Otto Radnitz, era un químico de gran reputación en la zona que gestionaba una refinería de azúcar, mientras que su madre era una intelectual de la época que mantenía amistades con figuras muy influyentes, como el mismísimo Franz Kafka.
Educada en ese entorno, Gerty recibió una formación inicial en su propia casa, al cargo de tutores privados y, posteriormente, asistió a un colegio para niñas, demostrando desde muy pequeña una inclinación natural por las ciencias. A los 16 años, decidió estudiar medicina, alentada por un tío materno que era profesor de pediatría en la Universidad.
De esta forma, en el año 1914, Gery ingresó en la Facultad de Medicina de la Universidad Alemana Carl Ferdinand en Praga. Fue aquí donde conoció a Carl Cori, con quien se casó en 1920, tras obtener su doctorado en medicina.
Después de su boda, la pareja se trasladó a Viena, donde Gerty trabajó en el Hospital Infantil Carolinen, mientras Carl se dedicaba a la investigación en un laboratorio. Sin embargo, la vida en Europa se volvió muy difícil tras la Primera Guerra Mundial y, tras enfrentarse a desafíos como la escasez de alimentos y el antisemitismo, decidieron emigrar a Estados Unidos en 1922.
UN DUETO IMPARABLE
Al otro lado del Océano Atlántico, Gerty y Carl se unieron al Instituto Estatal para el Estudio de Enfermedades Malignas en Búfalo, Nueva York, donde empezaron a especializarse en el estudio del metabolismo de los carbohidratos. Uno de sus primeros descubrimientos fue el ciclo de Cori, una serie de reacciones bioquímicas que explican cómo el cuerpo metaboliza el glucógeno en ácido láctico en el músculo y luego lo convierte de nuevo en glucosa en el hígado.
Este descubrimiento no solo aclaró como los carbohidratos son utilizados y almacenados en el cuerpo, sino que también estableció un marco para entender mejor la fisiología del metabolismo energético, esencial para el desarrollo de tratamientos para enfermedades metabólicas, como la diabetes.
Durante su estadía en el Instituto, Gerty y Carl publicaron más de 50 artículos científicos. Todos ellos fueron fundamentales para el avance de la bioquímica, especialmente para la comprensión del metabolismo de la glucosa y del glucógeno.
Gerty, a menudo firmando como autora principal, demostró su increíble capacidad para liderar investigaciones de alto calibre: su trabajo en solitario incluyó la identificación de compuestos clave como la glucosa-1-fosfato, conocida como el éster de Cori. Este compuesto es crucial en la degradación y síntesis del glucógeno, un polisacárido de almacenamiento en células animales.
Gracias a este hallazgo, por fin se pudo entender cómo las células pueden movilizar reservas de energía rápidamente.
En 1931, ambos dejaron en instituto para continuar sus investigaciones en la Universidad de Washington, en San Luis. A pesar de las limitaciones impuestas por su género, ella y Carl persistieron en su trabajo conjunto.
De hecho, su investigación culminó en la descripción detallada de cómo la glucosa se transforma y almacena en el cuerpo, un trabajo decisivo para la comprensión de enfermedades relacionadas con el metabolismo de los carbohidratos, incluyendo varias enfermedades genéticas conocidas, como la glucogenosis, que resultan de deficiencias en enzimas específicas del metabolismo del glucógeno.
PRIMERA MUJER CON UN NOBEL DE MEDICINA
En el año 1947, Gerty y Carl Cori pudieron disfrutar del mayor reconocimiento para todo su trabajo: recibieron el Premio Nobel de Fisiología o Medicina, un galardón que coronó décadas de colaboración científica y de perseverancia en el estudio del metabolismo de los carbohidratos.
El premio fue otorgado para valorar su descubrimiento del ciclo de Cori y, en su discurso de aceptación, los Cori aprovecharon para subrayar la importancia de la investigación fundamental, destacando como su trabajo, centrado en principios químicos básicos, había llevado a avances médicos con un gran impacto de la salud humana.
Para Gerty, este logro fue especialmente significativo: se convirtió en la primera mujer de la historia en conseguir un Nobel de Medicina y la tercera mujer en ser homenajeada con uno. Así, este premio simbolizó un avance monumental en un momento en el que las muejres atravesaban una discriminación considerable en la ciencia.
Gerty había luchado contra el escepticismo y la marginación ya desde sus días como estudiante en Prada, por lo que el Nobel no solo reconocía su papel en los descubrimientos, sino que también era un paso hacia la igualdad de género dentro de la comunidad científica.
Fuente: National Geographic
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