Redacción/CAMBIO 22

CANCÚN, 1 de mayo.- El Grupo Ecologista del Mayab (Gema) presentó un recurso de amparo ante un Juzgado Federal contra la construcción del Puente Nichupté en Cancún.

La multimillonaria obra, que se extenderá por 8.8 kilómetros y que contará con ciclovía y en donde el Gobierno Federal asegura que invierte más de 7 mil 200 millones de pesos, es cuestionada por su impacto ambiental en áreas circundantes y dentro del Área de Protección de Flora y Fauna Manglares de Nichupté.

De acuerdo a Gema, la construcción ha provocado daños significativos en los ecosistemas locales en todas sus fases. Entre las preocupaciones planteadas se encuentran el incumplimiento de medidas preventivas y de mitigación, el desmonte y relleno de manglares, la fragmentación del ecosistema y la interrupción del flujo hidrológico hacia los humedales. Además, señalan deficiencias en la colocación de cortinas o mallas durante las actividades de construcción, lo que ha causado la dispersión de sedimentos y el levantamiento del fondo limoso de la laguna.

Otra de las afectaciones más significativas a la Reserva Manglares de Nichupté se refiere a la liberación de sustancias tóxicas y contaminantes acumuladas durante más de 50 años.

Gema señala que la autorización otorgada por la Dirección General de Riesgo e Impacto Ambiental (DGIRA) también ha sido objeto de críticas por su falta de cumplimiento, incluyendo la ausencia de programas de rehabilitación y reforestación. Se han identificado siete canales abiertos sin autorización en el Área Natural Protegida de Manglares de Nichupté, junto con la falta de permisos para la vida silvestre.

Araceli Domínguez, presidenta de Gema, ha expresado su preocupación por la falta de transparencia en el seguimiento de la compensación ambiental, solicitando a la DGIRA que el Comité de Vigilancia externo divulgue información sobre el progreso de las acciones de restauración.

Además, se ha observado la generación de residuos en la laguna, incluyendo cubos de cemento utilizados para fijar las mallas antiturbidez, lo que plantea preocupaciones adicionales sobre la contaminación ambiental.

Las consecuencias del proyecto incluyen la liberación de sustancias tóxicas acumuladas durante décadas, afectando la salud de los ecosistemas lagunares y la resiliencia frente al cambio climático. La pérdida de servicios ambientales y la fragmentación del ecosistema de manglar también son motivo de preocupación para Gema y otros críticos del proyecto.

 

redaccionqroo@diariocambio22.mx

JFCB

 

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