• Los impresionantes dientes del temido depredador prehistórico ahora pueden ser admirados en uno de los museos más importantes de la región

 

Redacción / CAMBIO 22

El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) dio a conocer que unos impresionantes dientes de megalodón hallados en 2019 en el Cenote Maravilla en el estado de Quitana Roo, ya están en exhibición.

En 2019, un grupo de paleontólogos encontraron dientes del depredador acuático prehistórico más famoso, el megalodón. Los cuales fueron hallados a 28 metros de profundidad por el buzo de cuevas inundadas, Juan Cardona.

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El INAH detalla en su sitio web que los dientes hallados eran de un tiburón Otodus (Megaselachus), mejor conocido como megalodón, el mayor depredador acuático de la prehistoria.

Por un lado, uno de los restos es de un megalodón juvenil; por el otro son de un adulto de grandes dimensiones. El INAH explica que, para darnos una idea del tamaño de sus dientes, son similares a las de una mano de un hombre adulto.

Dichos ejemplares prehistóricos se hallaron incrustados en un conglomerado de roca caliza junto a más evidencias de fósiles marinos. Los cuales ahora puedes ver en la Sala 1 del Museo Regional de Costa Oriental del INAH, en Tulum.

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¿Qué se sabe del hallazgo de dientes de megalodón?

Los detalles del hallazgo fueron posibles gracias al proyecto Gran Acuífero Maya (GAM), quien tras recibir el aviso de Cardona, estudiaron los restos, lo que llevó a estudiar la presencia de otros fósiles dentro del acuífero.

La colaboración del paleontólogo Gerardo González Barba fue fundamental en la confirmación de los ejemplares hallados, el académico de la Universidad Autónoma de Baja California Sur y el experto en tiburones fósiles, pudo comprobar que efectivamente los dientes encontrados en el cenote de Maravilla pertenecen a la especie Otodus (Megaselachus) megalodón.

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González Barba detalló que los dientes datan del Mioceno-Plioceno, es decir, de hace 23 a 2.5 millones de años. Cabe mencionar que se trató del primer registro científico de la presencia de los restos de un megalodón en el estado de Quintana Roo.

“Posiblemente cayeron al fondo del mar, hace más de 15 millones de años, mientras lo que conocemos como la península de Yucatán estaba sumergida, cuando el cenote no se había formado y el lodo calcáreo fue depositándose, como las capas de un pastel, en profundidades no mayores a 200 metros. Las piezas quedaron incrustadas en rocas, en medio de una de esas capas”, explicó González Barba.

Este hallazgo generó la hipótesis de que posiblemente el megalodón se reproducía y alimentaba en lo que hoy es Quintana Roo, cuando el territorio estaba sumergido bajo el mar.

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Fuente: El Sol de México

redaccion@diariocambio22.mx

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