Flexibilizan el Producto para Atraer Clientes al Destino
21 Ago. 2022
Olivia Vázquez/CAMBIO 22
CANCUN, Q. ROO, 21 de Agosto.- Tiempos Compartidos han tenido que flexibilizar sus paquetes y esquemas de comercialización para atender las nuevas tendencias de mercado y atraer a las nuevas generaciones de viajeros de la generación “Y y Z” llamados los millennials y la generación que viene de cristal, turistas jóvenes que ya tienen un alto poder adquisitivo pero que no quiere un compromiso de matrimonio, casa o coche, pero que si quieren viajar y en ello, el producto se ha adaptado al mercado.
Miriam Cortes, directora de la Asociación de Clubes Vacacionales de Cancún (Acluvac) relató que en este estilo de vacacionar y de vida, lo único que cambia es como actúa el turismo, lo que ahora quiere y lo que lleva a modificar el producto.

“Ahora hay jóvenes con mucho dinero, que lo hizo en Facebook o en alguna red social, o que tiene una capacidad financiera infinita y este turista quiere viajar, pero ahora los chavos no quieren casarse, quieren vivir en pareja, no quieren comprar una casa, quieren donde vivir, no quieren comprar un coche, quieren algo que los traslade, no quieren nada a largo plazo ni que los atrape, pero quieren vivir y se ve en el mercado llamado tribus de trabajo que llenan los hoteles y hostales donde trabajan y que sólo requieren una red que funcione”.

A estas nuevas generaciones se ha adaptado el producto de tiempo compartido que para generaciones como los babyboomers, se venían por contratos primero de 50 años, luego de 30 años, luego se ofrecieron puntos, luego se ofrecieron certificados y ahora existen paquetes hasta por 8 años con una flexibilidad tan amplia como lo permite el mercado que ofrece desde el desarrollo, un certificado para ocupar salas de prefencia en el aeropuerto, transporte, otros destinos y servicios, en una gama tan amplia que diversifica y permite la mayor venta.

La pandemia, dijo, generó ganas de salir y cuando se abrieron las puertas la gente busco salir generando los dos mejores años de venta, con repuntes de 20% más, pero también obligando a esa flexibilidad que ahora se tiene en un producto que si bien sigue vendiéndose por semana, se puede hacer por días y con reservas de dos o tres días de anticipación, en una reacción veloz de un turista que busca hacer algo el fin de semana o el día festivo y que decide con poco tiempo de anticipación.

La modificación de políticas fue clara y respondió a las nuevas tendencias de mercado y aunque en el mercado se tienen ahora productos de prueba o de familiarización que pueden ser de 7 años, la especialista jurídica consideró que un tiempo compartido que se venda a menos de 8 años, finalmente no debería entrar dentro de este rango, pues los riesgos también pueden ser muy amplios, como el hecho de que hay productos pequeños que se ofrecen y si es un comercializador que sólo tiene un contrato con un piso de hotel, no le otorga la garantía al cliente de que en los siguientes años lo seguirá operando o no se tiene una responsabilidad compartida, lo que generaría un riesgo para el comprador, sin embargo los tiempos compartidos regularizados tienen precisamente esos candados legales que le garantizan al cliente su compra, por lo que tiempos compartidos tiene leyes y reglamentos muy estrictos para operar con este concepto de viaje con un producto que se ha vuelto muy flexible y que responde a los nuevos mercados.

En cuanto al crecimiento del sector, refirió que cada año se crece 10% en los desarrollos a este tipo de hospedaje porque le garantizan al hotel la ocupación y en ello, el sector sigue en franco crecimiento con 49% de la oferta hotelera que se tiene en la región.
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