Fiscalía General de Quintana Roo Presume Modernización, pero la Impunidad sigue Marcando el Pulso de la Justicia

• El fiscal presumió una reducción del 57 % en homicidios dolosos y la obtención de 511 sentencias condenatorias, pero no detalló cuántos de esos casos corresponden realmente a delitos graves ni cuántos se resolvieron mediante criterios de oportunidad o procesos abreviados.

Ricardo Jesús Rivas/CAMBIO 22

CHETUMAL, 21 de octubre. – Durante su comparecencia ante la Comisión de Justicia del Congreso del Estado, el fiscal general Raciel López Salazar presentó un informe lleno de cifras, obras y promesas, pero con pocos datos que reflejen un cambio sustancial en la percepción ciudadana sobre la justicia en Quintana Roo.

Aunque el funcionario destacó avances en infraestructura, digitalización y coordinación institucional, el panorama de impunidad, violencia y falta de confianza en la Fiscalía sigue siendo uno de los principales reclamos sociales en la entidad.

López Salazar habló de “una Fiscalía moderna y humana”, señalando la construcción de edificios como La Ceiba y Xcaret, la baja de 550 servidores públicos y la reasignación de 1,133 elementos como parte de un proceso de depuración.

Sin embargo, detrás de las cifras, persiste la falta de resultados en investigaciones de alto impacto, así como la carencia de personal suficiente para atender las miles de carpetas de investigación que se acumulan mes con mes en los ministerios públicos.

En los hechos, el rezago sigue siendo la marca de una institución que intenta modernizarse sobre estructuras que continúan fracturadas.

El fiscal también presumió una reducción del 57 % en homicidios dolosos y la obtención de 511 sentencias condenatorias, pero no detalló cuántos de esos casos corresponden realmente a delitos graves ni cuántos se resolvieron mediante criterios de oportunidad o procesos abreviados.

Tampoco abordó las denuncias por corrupción interna ni los señalamientos de víctimas que acusan revictimización y omisiones en los Centros de Justicia para las Mujeres.

El informe, más que rendir cuentas, pareció un ejercicio de autopromoción institucional sin autocrítica.

En el terreno tecnológico, López Salazar destacó la plataforma digital de denuncias, que ha recibido más de mil reportes, aunque en la práctica, la mayoría de los usuarios enfrenta demoras, falta de seguimiento y ausencia de respuesta.

Mientras tanto, los delitos del fuero común —como robos, fraudes, violencia familiar y narcomenudeo— siguen al alza en municipios como Chetumal, Playa del Carmen y Cancún, donde las víctimas encuentran más obstáculos que soluciones.

Aunque el fiscal agradeció el respaldo de la gobernadora Mara Lezama Espinosa y aseguró que la entidad avanza en la “reconstrucción institucional de la justicia”, en la realidad los resultados son parciales y las promesas reiteradas.

La profesionalización y la transparencia siguen siendo metas pendientes, especialmente en un contexto donde la percepción ciudadana de inseguridad es cada día mayor y la confianza en la Fiscalía decrece rápidamente.

Finalmente, la comparecencia del fiscal dejó la sensación de una narrativa cuidadosamente armada para el discurso político, más que una rendición de cuentas efectiva. Quintana Roo necesita menos declaraciones triunfalistas y más justicia tangible.

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